La mirada matemática en la prehistoria, objeto de una exposición

Aportar una mirada inclusiva a los orígenes del arte, la matemática y la educación es el objetivo de la exposición 'En los orígenes. El registro simbólico del pensamiento en la Prehistoria' que se inaugura hoy, viernes, a las 19.30 horas, en el Centro Gallego donde permanecerá hasta el próximo 23 de julio. Se trata de una iniciativa de la Sociedad Cántabra de Escritores, en el marco de la celebración de su 25 aniversario, cuyo artífice y comisario es precisamente uno de sus miembros, Francisco A. González Redondo, doctor en matemáticas y en filosofía de la ciencia, y autor de varios libros -el último de ellos 'Leonardo Torres Quevedo (su vida, su obra) (Editorial Los Libros de la Catarata)'.

El investigador y profesor. que pronunciará una conferencia con el mismo título de la exposición con motivo de la inauguración, ha recopilado una serie de información que muestra como en el Paleolítico Superior nuestros antepasados demostraron estar dotados ya de la capacidad de registrar simbólicamente el pensamiento. Sin embargo, según señala, junto a caballos, ciervas, cabras o bisontes pintados en las paredes de las cuevas o grabados en hueso, en la Prehistoria también encontramos manifestaciones simbólicas 'abstractas' conteniendo un tipo de registro no figurativo que, aparentemente, sólo podrían entenderse desde una perspectiva sorprendente: desde una mirada 'matemática'. «De hecho, cada vez está aceptándose más la interpretación de ese registro simbólico como anotaciones contables e, incluso, calendárico-astronómicas. Es más, un análisis transdisciplinar de los hallazgos arqueológicos con plausible contenido matemático más singulares nos lleva a plantear una hipótesis: ¿serían sus autores, prioritariamente, mujeres?», se pregunta el comisario de la muestra.

La exposición, de cuya organización también forma parte la Asociación Cultural Reinos de España, plantea y desarrolla todas estas cuestiones estructurada en diez paneles concatenados e inmersivos: cada uno tiene un código QR que permite disparar con el móvil locuciones de los textos en inglés, francés, alemán y español e, incluso, vídeos en lengua de signos. Se complementa, además, con referencias bibliográficas específicas que permiten ampliar los contenidos.

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