La mirada primeriza de Ouka Leele

Nombrar la mirada de Ouka Leele ya supone una manera de ver la vida. Y, sin duda, implica la memoria gráfica de toda una iconografía inherente a la historia de la fotografía española de las últimas décadas. Es la mirada que durante cinco años Rafael Gordon trató de atrapar en un documental. Un documento del trabajo creacional de la artista más representativa de su generación. Pintora y fotógrafa de iconos que reflejan todo cuanto de humano encierra el espíritu. Vida y pensamiento de una artista esencial, creadora a través de tres décadas de una obra reconocida internacionalmente y merecedora del Premio Nacional de Fotografía. En la transición entre primavera y verano su creación será protagonista de una doble muestra con Santander y Madrid como sedes y con el Archivo Lafuente como referente común.

Buena parte de los reflejos de esa 'mirada de Ouka Leele', la creatividad, su pasión y su lucha reflejadas en el pensamiento, la pintura y la fotografía, el arte y la existencia, unidos por el esfuerzo, el talento y la belleza de una creadora en eterna lucha, estarán presentes en ambas muestras.

El Centro de Documentación de la Imagen, CDIS, que exhibe desde hace semanas el Fondo de Joaquín y José Luis Araúna, una muestra exitosa que recorre hechos, acontecimientos y cambios en la historia de Santander a lo largo de buena parte de la pasada centuria, acogerá desde el día 28 la nueva propuesta con Ouka Leele como eje. Pocos días después, el 2 de junio, el Círculo de Bellas Artes acogerá otra muestra que pretende dar a conocer su obra de los primeros años.

Su fundamento lo atraviesa el contenido de los fondos que el Archivo Lafuente conserva de la etapa inicial de la artista, «con una selección de sus trabajos fotográficos, junto con dibujos, material audiovisual y proyectos editoriales, acompañada de una publicación». El Fondo Ouka Leele de Lafuente consta de unos 900 ítems, entre originales, historietas, fotolibros, fotografías en blanco y negro y, finalmente, fotografías coloreadas; más un conjunto de publicaciones, documentos, impresos y otros materiales efímeros, relacionados con su producción artística de la época.

A modo de otra cara del proyecto de reivindicación de la fotógrafa, recalará en Santander en el CDIS, de mayo a julio, una selección de fotografías en blanco y negro de la artista, fechadas desde mediados de los setenta hasta la primera mitad de los ochenta.

Barbara Allende, Ouka Leele, (Madrid, 1957) iba para pintora, pero acabó siendo una de las fotógrafas más representativas de la España que dejó atrás la dictadura para abrazar la promesa de los años ochenta. Premio Nacional en 2005 por «cuestionar los límites de la fotografía», su obra vitalista y autodidacta, caracterizada por sus negativos pintados, definió el Madrid de la Movida madrileña, aunque, paradójicamente, entre 1978 y 1982 vivió años decisivos en Barcelona. Antes, contribuyó a forjar la leyenda de aquel movimiento cultural desde el piso del paseo Imperial que, alquilado por Ceesepe y El Hortelano, fue, hacia 1976, lugar de reunión de artistas de todo pelaje y fragua de lo que se avecinaba.

Antes de convertirse en Ouka Leele, Allende -que firmaba como Bárbara o como BA, de Beata Aaah, y como Ouka Lele con una sola e-, dibujó series e historietas que reproducían «situaciones de apariencia ingenua y doméstica», pero por las que asoma un fantástico mundo íntimo «en el que está muy presente la mirada femenina y esa «mística doméstica» en la que ella sitúa su obra.

En estos últimos años el Archivo Lafuente ha impulsado numerosas iniciativas de cara a la construcción del relato de identidad de sus fondos, pero también para la producción y colaboración con otras instituciones, con la contracultura como espacio común,al tiempo que tendía puentes entre Madrid y Barcelona. La apertura de 'Vicios Modernos. Ceesepe 1973-1983' en La Casa Encendida de Madrid, por ejemplo, propició además un retrato colectivo histórico en el que posaron muchos de los creadores que enhebraron los trajes alternativos de ese periodo. De las primeras historietas a sus cuadernos de apuntes y dibujos, de Star y Slober a El Rrollo y la Cascorro Factory. Y nombres como Nazario y Mariscal, Alberto García-Alix, El Hortelano y, por supuesto, Ouka Leele. El Archivo Lafuente decidió abarcar no solo el ámbito temático de la ruptura social y las libertades individuales, sino también el de la reivindicación política con la adquisición de la colección de El Cubri -grupo artístico formado por los dibujantes Saturio Alonso y Pedro Arjona y el guionista Felipe Hernández Cava-, cuyo trabajo es reflejo de un radical compromiso político desde un pensamiento de izquierda. En la actualidad, este conjunto suma más de 8000 elementos. Una agrupación de obras y documentos que destaca, entre otros factores, por su variada tipología: «Obras originales, publicaciones, fotografías, diapositivas, negativos, películas, correspondencia, carteles, tarjetas y demás material documental y efímero».

Entre las originales, el Archivo conserva cientos de obras que se publicaron en los 70 y 80 en fanzines y cómics, los tebeos del rollo, o las revistas.

En cuanto al material audiovisual, destacan las fotografías de los artistas Alberto García-Alix y Ouka Leele, pero también Marta Sentís, Colita y Manel Armengol, entre otros.

La nueva web del Archivo presenta una revisada definición clara y rotunda de s identidad basada en compilar materiales y garantizar su conservación, abrir variadas líneas de investigación que permitan conocerlos de primera mano, y difundir el caudal de ideas, actos, sucesos y acontecimientos que en ellos se reflejan e ilustran, y que configuran la historia del arte moderno y contemporáneo desde las primeras vanguardias hasta la posmodernidad».

Respecto a la nueva organización de los fondos se destaca que conforman «un sistema de múltiples constelaciones, que están estrechamente relacionadas entre sí».

Hace casi una década Ouka Leele protagonizaba en las salas de la Fundación Caja Cantabria una doble muestra: en la sede del Casyc, en Santander, donde exhibió su 'Mística luz del silencio' y, en el Palacio en Santillana del Mar donde recopiló sus fotos inéditas. Bárbara Allende (Madrid, 1957) confesaba entonces que «nunca creyó en el mundo digital» pero que había aprendido que «en fotografía la técnica no es lo importante, sino lo que se quiere contar. Da igual tener una cámara compacta, o un teléfono móvil, todo sirve para hacer algo grande cuando se tiene algo que decir».

En 'Ouka Leele inédita' las imágenes escogidas reflejaron su dominio técnico y su constante creatividad. El imaginario poético visual de Ouka Leele, entre retratos, autorretratos y escenas, ha configurado durante cuatro décadas esa mirada inconfundible.

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