Mirada/Silencio, lenguajes del presente

La creación fotográfica como referente vertebrador de un doble montaje expositivo. Una nueva producción conjunta del MAS, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria y la Fundación Caja Cantabria. Y dos propuestas que se suman al calendario y la agenda del Festival PHotoEspaña Santander que acaba de arrancar y que tendrá su epicentro más profuso y diversificado durante el mes de octubre. Estos son los ejes que fundamentan las iniciativas expositivas conjuntas de las citadas instituciones en el primer caso, continuidad de su fructífera colaboración incentivada desde que el antiguo Museo de Bellas Artes sufriera en 2017 el incendio que arrasó sus instalaciones.

El segundo caso, extiende la colaboración entre el MAS y la Fundación Bruno Alonso. La muestra, coorganizada entre el MAS y la Fundación de la entidad bancaria, está fundamentada en la selección de obras artísticas fotográficas propiedad de ambas colecciones. Está incardinada en PHotoEspaña2020 Santander. Este trabajo ha sido desarrollado por un equipo curatorial configurado por Juan Muñiz, Salvador Carretero, Fernando Zamanillo e Isabel Portilla. Con la Bruno Alonso la propuesta expositiva estará centrada en las creaciones de Pedro Palazuelos.

Más de veinticinco artistas integrarán la muestra bajo el epígrafe 'Mirada/Silencio'. El citado equipo curatorial del MAS y de la Fundación ha seleccionado «nueva y cuidadosamente de entre todas las obras de sus colecciones», las fotografías destinadas a esta muestra que, en realidad y como concepto madre de trabajo, juegan con la ecuación Silencio y Mirada: «Un homenaje al mirador santanderino, ese característico mirador de madera de las antiguas casas de las localidades del norte de España que pueblan nuestras ciudades y que, de puntillas, sobrevuelan nuestras calles, se encaraman sobre ellas y, de forma silente, forma parte del crossing santanderino, en este caso». Es ese mirador que se «incrusta desde el aire sobre el entramado urbano, inunda las calles, incorporando al ciudadano a la vida urbana de la ciudad».

El fundamento de la muestra se fija especialmente en el presente, cuando el covid-19 «nos ha hecho enfrentarnos a nuevas maneras de mirar y de escuchar, dos lenguajes fundamentales ocultados por la habitual y hasta desenfrenada velocidad del día a día». El mirador santanderino se erige así en elemento clave que genera otro ritmo y diferentes relaciones, impensables hasta hace muy poco tiempo y que, de algún manera, «viene a asemejarse al silencio y mirada que hoy nos impone una mascarilla, elemento que nos está forzando a mirar y escuchar de otra forma».

La 'mirada pandémica' «nos habla con otra intimidad, tanto en el hogar personal como ahora de forma muy especial en el territorio urbano, escondiendo nuestras expresiones tras las mascarillas. El oído también se torna en fundamental, «tanto en lo que los demás nos aportan, como, sobre todo, en los silencios que es necesario saber escuchar, porque hablan de otra forma». La pesadilla vírica «nos está obligando a aprehender otros lenguajes que, si cabe, estaban ocultos o en desuso».

El proyecto se desarrolla desde lenguajes diversificados. La selección se ha volcado en varios conceptos de trabajo. Uno de ellos es el protagonizado por el ser humano, «desde el imposible abrazo actual de la portuguesa Helena Almeida, pasando por la mirada inteligente de los personajes de obras de Gonnord, González Palma, los Fuchs o Cobo -en estos casos desde la mirada de artistas como Sheren Neshat o Juan Uslé-, con el fundamental añadido de las imponentes series de los Angulares 1985 y 2015 de Palazuelos protagonizados por personajes de Cantabria de todos los estratos sociales».

La no-mirada (mirada escondida o presentida) de José Hierro que desarrolla Pablo Hojas junto con otros ejemplos de creadores cántabros, para arribar a distintos escenarios especialmente ausentes y silentes, destacando las propuestas de Luis González Palma o las nuevas de Javier Lamela. Precisamente, se han integrado algunas obras recientemente incorporadas a las colecciones totalmente inéditas, caso de las nuevas series de Lamela y Vila. El proyecto cuenta con la colaboración de Jaime Sordo, con el préstamo de dos obras, fruto del convenio suscrito por el MAS y su Colección Los Bragales. Esta es la cuarta exposición del MAS y la Caja, desde 2018, con piezas de su propiedad tras GOYA & goyas, la de AQVA y la de Terra, actualmente expuesta.

'Silencio | Mirada' se expondrá desde el 2 de octubre en el Casyc de la calle Tantín. Podrá ser disfrutada de forma simultánea con una parte de la muestra 'Terra', con obras de Lagar, Valle, Alvear, Cossío, Blanchard, Solana, Iturrino, Riancho, Miró Quirós, entre otros, que aún podrá ser visitada hasta diciembre.

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