Leonardo García Alarcón Director y clavecinista
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Leonardo García Alarcón Director y clavecinista
«Monteverdi fue un revolucionario que creó un laboratorio de emociones»El pasado mes de noviembre, Leonardo García Alarcón (La Plata, Argentina,1976) estrenó en el Teatro Real de Madrid su propia versión de 'Orfeo', la obra cumbre de Monteverdi que dio origen a la ópera tal y como la conocemos. El Festival Internacional de Santander ( ... FIS) ofrece mañana, en la Sala Argenta, del Palacio de Festivales esa misma obra si bien en esta ocasión, y a diferencia de la representación en Madrid, el director lo hará al frente de su propias agrupaciones, Capella Mediterránea y el Coro de Cámara Nabur. Será una buena oportunidad para disfrutar de la que está considerada como la primera ópera de la historia y, según él mismo señala, «antecedente de la música pop».
-De 'Orfeo', la obra de Monteverdi se dice que fue la primera ópera de la historia. ¿Lo cree así?
-Realmente si hubiera que elegir entre las tres óperas más extraordinarias de la historia, 'Orfeo' sería elegida, sin ninguna duda, por todos los músicos. Las primeras óperas se escribieron en el año 1600 y Monteverdi estrenó esta en 1607 con el mito de Orfeo como protagonista. La obra es muy importante, por un lado porque incluye todos los géneros que existían hasta el momento como recitar cantando, que es lo que hoy se hace en la música pop. Es decir alguien que canta una melodía, acompañado con un instrumento al tiempo que recita una historia. Esto que ahora nos parece muy normal entonces fue absolutamente revolucionario y, efectivamente, que de alguna manera creó la ópera. Pero hay muchos otros factores que hace de esta una pieza muy especial.
-¿Por ejemplo?
-La aparición de varios personajes. Antes de que la ópera existiese los cantantes lo hacían en grupo, entre cuatro o cinco o seis voces en lo que se llamaba el madrigal. La revolución con este 'Orfeo' es que por primera vez un intérprete canta en primera persona. Y eso es la ópera. Pero además Monteverdi fue más allá. Creó una orquesta excepcional de 32 músicos, que entonces eran muchísimos, en la que cada familia de instrumentos representa una emoción humana. Por primera vez en la historia, Monteverdi agrupa familias de instrumentos para poder representar el decorado emocional de un momento musical. Eso fue algo completamente nuevo y se tardaron muchísimos años, incluso siglos, en que volviera a pasar. No es que inmediatamente abriera un camino y lo imitasen. Hubo que esperar hasta que en Francia, Jean-Philippe Rameau, volviera a aplicar esos colores en sus óperas.
-¿Hasta que punto revolucionó esta obra?
-Todos los cuadros musicales que Monteverdi introdujo en 'Orfeo' dieron forma, de alguna manera, a lo que iba a ser la ópera hasta el día de hoy. Lo que se siente al escuchar 'Orfeo' es que no ha pasado el tiempo. Cualquier persona que lo haga, incluso un niño de diez años, no se va a aburrir porque además tiene una historia detrás que atrapa desde principio a fin y, sobre todo, una música que no es elitista. Cualquiera puede entender su emoción, aunque no entienda el texto. Esa es la fuerza de Claudio Monteverdi como compositor, que se puede sentir la emoción. Es el gran revolucionario de la historia de la música porque logró crear un laboratorio de las emociones humanas en música con el que, de una manera casi científica, pudo demostrar que como un ser humano podía sentir tal o tal emoción con un acorde musical. No se trata de una cuestión de inspiración, hablamos de un grande de la historia a la altura de Miguel Ángel, en el campo de la escultura y pintura, o Shakespeare en la literatura.
-Dice que sería una de las tres óperas elegidas por los músicos, pero ¿no le parece que es aún desconocida por el público?
-Así es. El auge de la música barroca, su resurrección por así decirlo, comenzó a finales de los años setenta del siglo pasado. Hasta entonces había caído en el olvido. El barroco, y la ópera en general, era un género que se tocaba y se archivaba. No era un tipo música que se volviera a tocar como otras composiciones. Es en los últimos años cuando se está dando a conocer el 'Orfeo' y dentro del repertorio barroco, es una de las que más se está incluyendo en los programas. Yo la acabo de dirigir en el Teatro Real de Madrid.
-Está especializado en la recuperación de piezas artísticas. ¿Podríamos decir que es un Indiana Jones de la música clásica?
- (Ríe). Es verdad que me gusta ir a las iglesias, conventos, archivos y bibliotecas privadas para poder encontrar este tipo de músicas. Pero no me interesa lo antiguo como pieza de museo si no resucitar y darle el color que tenía en su época. Cuando nos enfrentamos a viejas partituras mi interés es poder darle la modernidad, como si hubieran estado compuestas ayer.
-Dirige la obra y además es uno de los intérpretes. ¿Conlleva una doble responsabilidad?
-El director de orquesta en la época de Monteverdi no existía tal y como hoy lo conocemos. Es decir con una batuta en las manos y, vestido de frac. Entonces era el mismo que había compuesto la obra y que luego la dirigía al tiempo tocaba un instrumento que normalmente era un teclado. Incluso Mozart dirigió sus óperas. Yo también lo hago desde un instrumento, clave, que toco con mi orquesta.
-¿De dónde viene su pasión por la música del barroco?
-Cuando tenía siete u ocho años y vivía en Argentina, mi abuela me regalaba todos los martes un casete que yo luego escuchaba. Hasta que llegó el número 24 con una obra de Juan Sebastian Bach. Nada más escucharla, me acerqué a mi padre y le dije: No me más gusta tú música, ósea el tango, el folclore argentino y los Beatles, a mí quien me gusta es Bach. Él buscó dónde podía formarme en ese tipo de música y desde ese momento el barroco entró en mi vida.
-¿Cómo influye ese tipo de música en los nuevos compositores?
-Está muy presente en la música actual porque los grandes compositores, incluso los vivos como pueden ser Paul McCartney, Elton John o Sting, que ha grabado un disco con canciones del siglo XVI cantadas por él, escuchan barroco y reconocen que la música popular del mundo tiene sus raíces en el barroco. Así que sigue vivo en el pop y en el folk de todo el planeta. Nunca murió.
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