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Motor con arte, bella combustión

Motor con arte, bella combustión

'Motion Autos, Art, Architecture' ·

El Guggenheim celebra la dimensión artística del automóvil a través de la pintura, la arquitectura, la fotografía y el cine y explora los modos en que se relacionan visual y culturalmente

Guillermo Balbona

Santander

Miércoles, 13 de abril 2022

La aleación de la piel del Guggenheim compite en su interior con las formas aerodinámicas de algunos de los automóviles que ahora exhibe el Museo. Una contaminación de arte y combustión, de diseño y revolución, de persistencia y futuro. El uso del túnel de viento ayudó a dotar al automóvil de una forma aerodinámica, a fin de que pudiera ir más rápido empleando la energía de manera más económica; esta revolución tuvo su eco en las obras del movimiento futurista y de otros artistas de la misma época; y ello también se reflejó, finalmente, en el diseño industrial de todo tipo de productos, desde electrodomésticos hasta locomotoras. Es uno de los muchos vínculos de innovación y creación artística contenidos en 'Motion. Autos, Art, Architecture'.

La exposición, una de las grandes citas mediáticas del museo bilbaíno, celebra la dimensión artística del automóvil, vinculándola con los ámbitos paralelos de la pintura, la escultura, la arquitectura, la fotografía y el cine. Con este enfoque integrador, cuestiona la separación entre las distintas disciplinas y ofrece una exploración de los modos en que estas se relacionan visual y culturalmente. Asimismo plantea y disecciona esas afinidades entre la tecnología y el arte. Con concepto, diseño y comisariado, se han congregado cerca de cuarenta automóviles, una selección de los mejores de cada clase en lo que respecta a su «belleza, singularidad, progreso técnico y visión de futuro».

En el centro de las salas, rodeados de importantes obras de arte y arquitectura, muchos de ellos se presentan por vez primera, pues no habían abandonado nunca las colecciones privadas o instituciones públicas a las que pertenecen. Lo que se revela y subraya es que como en ningún otro invento, «el automóvil ha provocado una transformación radical del paisaje urbano y rural de nuestro planeta y, a su vez, de nuestro estilo de vida. Y al hallarnos en el umbral de una nueva revolución de la energía eléctrica, esta exposición podría contemplarse como un réquiem por los últimos días de la combustión».

Imagen. BMW 600 Año: 1957. Cilindrada: 600 cm3. Consumo: 4,5 l/ 100 km. Velocidad: 100 km/h.

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Imagen. BMW 600 Año: 1957. Cilindrada: 600 cm3. Consumo: 4,5 l/ 100 km. Velocidad: 100 km/h.

'Motion' copa siete galerías que abordan, en un orden casi cronológico que parte de los inicios, continúa con las salas tituladas Sculptures, Popularising, Sporting, Visionaries y Americana, y concluye con lo que el futuro de la movilidad puede deparar.

Future incluye el trabajo de una joven generación de estudiantes de dieciséis escuelas de diseño y arquitectura de cuatro continentes, que fueron invitados por la Norman Foster Foundation a imaginar cómo sería la movilidad a finales de este siglo, coincidiendo con el momento en se cumpliría el bicentenario del nacimiento del automóvil.

Cerca de cuarenta automóviles, una selección de los mejores de cada clase en lo que concierne a su belleza, singularidad, progreso técnico y visión de futuro, rodeados de importantes obras artísticas, la muestra concebida y diseñada por el arquitecto Norman Foster disecciona las afinidades existentes entre la tecnología y el arte

300 obras de arte, correspondientes a las épocas en que fueron creados los autos, enmarcan la exhibición. Los hay legendarios como un espectacular Rolls Royce 40/50 Alpine Eagle, de 1914; el Bugatti Type 35 de 1924, vehículo que ganó más de 2.000 carreras en la década de los años 30; o el Ford Mustang PRJCT 50, de 1965.

Foster opta por aunar «belleza y tecnología y buscar un equilibrio para presentar un recorrido por la historia de la evolución del automóvil desde 1886».

Un trayecto que tiene siete carreteras expositivas: desde 'Beginnigs' a la dedicada a los diseños más bellos y depurados, denominada 'Sculpture' (Esculturas); la de los coches más modestos, los utilitarios; la destinada a mostrar los vehículos de competición y la dedicada a los diseños «visionarios», las aportaciones más innovadoras y futuristas del automóvil. Y se cierra con las salas que acogen los vehículos que simbolizaron el «sueño americano» entre los años 30 y 60 y la que analiza el futuro del automóvil.

La sala dedicada a los coches de carreras acoge un Ferrari 250 GTO, de 1962, diseñado por Giotto Bizarriniun modelo muy escaso actualmente en el mercado, pues solo se diseñaron 36 unidades, por uno de los cuales recientemente se han llegado a pagar 80 millones de euros en una subasta.

La sala de los Visionarios, muestra varios prototipos que nunca fueron comercializados, caso de Dymaxión Car de 2010, propiedad de Foster, un vehículo futurista de 3 ruedas y gran eficiencia energética diseñado en 1930 por el inventor y arquitecto estadounidense Buckminster Fuller. Y la dedicada a los utilitarios reúne algunos de los modelos que han marcado la historia reciente de la movilidad urbana como los ya clásicos Citroen 2CV, Renault 4L, Volkswagen 'Escarabajo', Fiat 500, Mini, un BMW 600 y los menos conocidos Voiture Minimum y Missima.

El itinerario diseñado así recorre esos espacios para otorgarles identidad. 'Sculptures' responde a la denominación surgida a principios de la década de 1950 a través de Arthur Drexler que describió los automóviles como «esculturas vacías con ruedas». Esta sala yuxtapone cuatro de los más bellos automóviles del siglo XX a esculturas de dos de los más grandes artistas del mismo periodo: Figura recostada, de Henry Moore, definida por sus suaves curvas; y el colosal móvil de Alexander Calder 31 de enero, que destaca por su incesante y fluido movimiento.

Imagen. Ferrari 250 GTO Año: 1962.Cilindrada: 2.953 cm3. Consuo: 22 l/100 km. Velocidad: 282 km/h

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Imagen. Ferrari 250 GTO Año: 1962.Cilindrada: 2.953 cm3. Consuo: 22 l/100 km. Velocidad: 282 km/h

En 'Popularising' cabe el siguiente paso en la evolución del automóvil: los intentos de producir un 'coche del pueblo' moderno, fiable y asequible para todo el mundo. El arte y la moda de la época se fusionaron con el atractivo que la movilidad despertaba en las masas. A modo de ejemplo de esta tendencia, cabría citar el Austin Mini y la minifalda Op Art, así como el logotipo que Victor Vasarely diseñó para Renault. Algunos automóviles de la exposición, como el Escarabajo y el VW Microbus, son ejemplos de la contribución de empresas como Volkswagen a la democratización del automóvil.

Durante los años de bonanza económica de la posguerra, en las décadas de 1950 y 1960, las exigencias técnicas de las competiciones, especialmente en la Fórmula 1, hicieron que el diseño de automóviles de 'carreras' y para la 'carretera' se separaran aún más En los cinco ejemplos seleccionados en 'Sporting' convergen arte y moda con el fin de satisfacer la fantasía de la velocidad y la aventura. La galería 'Visionaries' refleja el camino para la llegada de los vehículos utópicos, y los artistas y diseñadores se lanzan a explorar formas radicalmente nuevas relacionadas con la velocidad y el movimiento. Finalmente, 'Americana' refleja cómo en EE UU el coche ha configurado su economía, su paisaje y sus espacios, y ha definido su cultura popular. El viaje por carretera protagoniza fotografías, cuadros, música y tratados literarios desde el New Deal de los años 1930 hasta el presente. La cámara de Dorothea Lange, Marion Post Wolcott y O. Winston Link, y las pinturas de Ed Ruscha y Robert Indiana.

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