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Arqueología y civilizaciones, pintura, escultura y fotografía constituyen los mundos, disciplinas, contenidos y miradas que conforman una gran parte de la temporada expositiva 2022 de la Fundación Caja Cantabria. A estas citas, que discurrirán desde este mes desde febrero al otoño, se irán sumando otras ... colaboraciones puntuales que la entidad aborda o da cabida con otras instituciones culturales. Cuatro exposiciones conforman el eje central de un calendario que, no obstante, mantiene hasta el mes de marzo la apertura de dos exposiciones que ya surgieron a finales del pasado año: 'En la sala de espera' del santanderino Eduardo Gruber, en realidad tres instalaciones que contienen el reto de la experiencia de mirar y vivir el arte; y '3D', realizada en colaboración con el MAS. Los nombres propios de esta temporada son los de Domingo de la Lastra (ver anexo), María Antonia Sánchez Escalona, la Colección Pérez-Trespalacios y Antonio Aragón.
'3D' se ha concebido como una nueva entrega selectiva de obras artísticas de las colecciones del MAS y de la Fundación Caja Cantabria, producciones conjuntas iniciadas con regularidad hace cuatro años tras el incendio del antiguo Museo de Bellas Artes, que ya ha comenzado sus obras de rehabilitación. En esta ocasión la propuesta es una mirada a través de piezas tridimensionales, esculturas u obras que responden a este perfil. La exposición se postula como una selección de obras de los siglos XX y XXI, por un lado; y correspondientes al arte moderno, se muestran por otro lado esculturas emblemáticas de maestros españoles de referencia. Y ya, pertenecientes al arte contemporáneo, asoman importantes piezas de creadores internacionales y nacionales, con una buena representación cántabra. Tal es el caso de Avecilla, Concha Jerez, Concha García, Garay, Corazón, Cueto, Lejardi, Escalona, Zogmayer, Reyes, Banet, etc., a través de los cuales se puede observar todo tipo de lenguajes y materiales.
Una de las muestras programadas y asociadas al nuevo proyecto del Casyc Up, aplazada por la pandemia, es 'Constelaciones' de María Antonia Sánchez Escalona, que está prevista de mayo a octubre. Perteneciente a una generación de grandes artistas formados en los 60, Sánchez Escalona manifestó siempre una tendencia por la pintura, aunque, con el tiempo, fue trasladando toda su fuerza creativa hacia la escultura, en barro refractario, a la que dota de toda su intensidad expresiva, eminentemente lírica, no exenta de cierto dramatismo, siempre muy original, con una base clásica procedente de su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde fue premio extraordinario Fin de Carrera en 1967.
Sánchez Escalona, artista de ya largo recorrido profesional desde la temporada 1971-72, cuando se presentó al Premio Nacional de Dibujo Pancho Cossío, expuso por primera vez en Santander un año después, en la galería Trazos. A partir de ahí frecuentó exposiciones nacionales, caso de la galería Biosca, de Madrid, o comparecencias en ARCO, en los 90. Afincada en Pechón, tras muchos años de estancia en Bélgica y Suiza, y apartada en gran medida de los circuitos artísticos españoles, volvió al escaparate del arte y ya en 2013 expuso en la Sala Robayera de Miengo. Tras dejar atrás la pintura, el dibujo o el grabado, que han sido los medios que siempre frecuentó, la creadora optó en su regreso por una escultura en gres por primera vez en su trabajo. La crítica considera que sus obras «nos hacen pensar tanto en la antigüedad clásica -lo que la autora no oculta-, como desde nuestra particular y muy subjetiva sensibilidad, en el momento también denominado neoclásico de la pintura de Picasso, allá por los años 20, y no tanto en el dibujo, clasicista también, de otros artistas de aquellos años de preguerra». Otra seña de identidad que transmiten sus obras radica en «su manifiesta serenidad, su exquisito equilibrio entre forma, color, calidad matérica, imagen y símbolo».
Su exposición para este 2022 se plasmará a través de un conjunto de piezas realizadas en gres con esmaltes a alta cocción que giran alrededor de un mismo tema, el ser humano, formando parte de los sedimentos rocosos del paisaje.
La Colección Pérez-Trespalacios ha sido uno de los focos de atracción expositiva para la Fundación Caja Cantabria en estos últimos años. De mayo a agosto, el espacio expositivo principal del Casyc en Santander, extenderá esta colaboración con fondos que conforman una visión de los 'Imperios perdidos de América'.
Tras el el éxito de las exposiciones organizadas en Santillana del Mar entre la Colección y la entidad que dirige Juan Muñiz, plasmadas en 'Alma de América' y 'Mundus Novus', se presentará este año en Santander esta exposición con un «nuevo enfoque centrado en las grandes áreas geográficas, en las culturas predominantes, y su vinculación con el resto de pueblos y culturas de su entorno», mostrando la evolución desde las primeras culturas de la América Precolombina hasta la consolidación de los grandes imperios y su encuentro con el Viejo Mundo. El éxito ha marcado el viaje a través de decenas de culturas precolombinas, con 200 piezas arqueológicas pertenecientes a la Colección Pérez-Trespalacios, probablemente uno de los fondos privados de arqueológica precolombina más importantes de España. «Una manera de elevar el primer arte americano a la altura que le corresponde, mirando de igual a igual a las grandes culturas de la humanidad».
El Palacio de la Fundación en Santillana del Mar mostró de junio a final de año 'Espacio América', estructurado en esa doble mirada excepcional, obras de arte y piezas bibliográficas, que configuraron un conjunto único, en un recorrido «por las capacidades artísticas de los pueblos». Como en el caso previsto en Santander no son muestras al uso, sino concebidas con sentido y criterio museográfico y visión de futuro y permanencia. «Un viaje apasionante en compañía de implacables divinidades, venus de la fertilidad, cortadores de cabezas, guerreros, chamanes, animales totémicos, sacrificios humanos, escenas sexuales ceremoniales y mitos».
En otoño, la temporada de la Caja Cantabria albergará en el Casyc Up otra de sus apuestas por la fotografía con la muestra, 'Dances wih wolves', de Antonio Aragón. El fotógrafo documental cántabro, que ha logrado en los últimos años algunos de los más importantes premios internacionales por sus imágenes tomadas por el mundo, protagonizó una triple muestra en Santander, de la Biblioteca Central al Palacete, para dar a conocer su obra en su tierra. En esta ocasión, no obstante, exhibirá un trabajo realizado durante el último año de pandemia en las montañas de Cantabria, retratando «una de las problemáticas más sensibles suscitadas entre el hombre y el entorno natural, en los últimos tiempos muy atendida por los medios de comunicación y, a su vez, muy olvidada por la opinión pública: Un retrato íntimo de la Cantabria más rural».
Aragón, fotógrafo documental de trayectoria internacional, presentará así su primer trabajo sobre Cantabria en los últimos 25 años.
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