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Un singular ejercicio de memoria, documentación, historia científica y patrimonio visual se funden en un montaje expositivo revelador bajo el epígrafe 'La obra de Leonardo Torres Quevedo en la Filatelia y la tarjeta postal'. Comillas es el escenario de esta propuesta prevista con destino ... al tramo final del verano.
El Centro Cultural de Comillas albergará en septiembre este nuevo acercamiento destinado a retratar la huella y figura del inventor e ingeniero cántabro. Producida desde el Espacio Leonardo Torres Quevedo con la colaboración de la Federación Filatélica de Cantabria y la editorial Los Cántabros, la muestra está comisariada por el profesor Francisco A. González Redondo.
Su propuesta comienza aportando una nueva mirada a la figura del insigne inventor cántabro partiendo de su presencia en emisiones filatélicas españolas: sellos, sobres conmemorativos, matasellos primer día de circulación, entre otras aportaciones.
Además, se destaca la relevancia y reconocimiento internacional de la obra del insigne inventor exhibiéndose sellos originales con imágenes de los dirigibles Torres Quevedo II (emitido en Mozambique), Astra-Torres nº 1 (República de Guinea y República de Palaos), Astra-Torres XIV (dos emisiones distintas de los Estados Federados de Micronesia), Coastal 20 y Coastal Star 1 (San Vicente y las Granadinas), Coastal Star 5 (Reino Unido), North Sea 7 (Santo Tomé y Príncipe), North Sea 8 (San Vicente y las Granadinas), AT-16 (República Centroafricana), Zodiac V11 (Vietnam), entre otros.
Pero si la presencia de la obra de Torres Quevedo en la Filatelia mundial de la segunda mitad del siglo XX resulta «sorprendente», en la exposición se han conseguido reunir también varias decenas de postales originales editadas en diferentes países durante las primeras décadas del siglo XX.
La colección más completa corresponde a tarjetas españolas relacionadas con el Transbordador del Monte Ulía, el primer teleférico para personas abierto al público en el mundo, inaugurado en San Sebastián el 30 de septiembre de 1907 en directa relación con el tren eléctrico que subía viajeros desde el barrio de Gros.
Y este itinerario complementario es el que podrá seguirse en la exposición: «Vistas del Monte Ulía desde San Sebastián y de San Sebastián desde el Monte, llegada de los pasajeros en el tren al restaurante de Ulía, paseo hasta la estación de salida del transbordador, pasajeros accediendo a la barquilla, diferentes vistas del viaje de ascenso, llegada del transbordador, paseo por las diferentes atracciones en el entorno de la estación superior (Peña del Águila, Peña del Rey, etc), vistas durante el viaje de retorno», entre otros ejemplos.
También podrán verse numerosas postales originales de época en blanco y negro y coloreadas, editadas en Canadá y EE UU que plasman imágenes del comienzo del viaje inaugural del Niagara Spanish Aerocar el 8 de agosto de 1916, el trayecto desde Colt's Point a Thompson Point y vistas del Whirlpool. Se completan con otras postales de los años 20 y 30 en las que se podrá ver «la instalación de un techo en la barquilla para proteger del sol y la lluvia a los pasajeros y las reformas posteriores en las que se cambiaron las ruedas-soporte sobre los cables y se pintó la barquilla con los colores de la bandera española».
Más novedosa aún, subraya el comisario, es la colección de postales editadas entre 1916 y 1920 en el Reino Unido dedicadas a los dirigibles Coastal y North Sea del sistema Torres Quevedo utilizados por la Royal Navy en tareas de lucha antisubmarina durante la I Guerra Mundial. Entre ellas destaca la tarjeta dedicada al North Sea 7 controlando desde el cielo la rendición de la flota alemana en 1918. Asimismo, se incluyen diferentes postales editadas en Francia en 1911 con el vuelo inaugural del Astra-Torres nº 1 y varias más recogiendo vistas de diferentes Astra-Torres en Issy-les-Moulineaux (parís), Marsella, Normandía, la base de Cuers-Pierrefeu, etc. entre 1918 y 1920.
La joya, no obstante, de la exposición es una postal japonesa a color de 1923 con el último dirigible por el que Torres Quevedo cobró royalties en 1922: «el Astra-Torres 47, al que podrá verse volando sobre su base en Tokorozawa, en la Prefectura de Saitama».
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