Mujeres con arte

En el caso de Marisol Cavia, la más veterana de estas creadoras, sus obras sustancian su condición material de mixtura argumentando crítica social o corrosiva ironía de género. «El valor ritual de su representación se basa en el carácter permeable de su alegórico planteamiento conceptual, al revelar la intrigante necesidad de poseer otras imaginarias existencias estéticas distintas a la configuración original de la pieza». La ejemplaridad instalativa de los zapatos femeninos, manipulados,modificados, tuneados, decorados por Cavia, «constituye una perversa exhibición visual, haciendo constatar el frenético esfuerzo plástico de transformar la estructura reconocible de un zapato, en un artificio bellamente dimensional, imagen barroca de lo corpóreo y territorio innovador de lo ornamental».

Por su parte, Ana Perojo presenta un amplio conjunto de dibujos que cartografía «complejos esquemas de estructura psicológica, donde el grafito y las tintas han construido una realidad de excesos expresivos alrededor de la desolada presencia humana». Ojos, bocas, vísceras e insectos, se muestran en una secuencia de gestos deformados que claman por describir el diseño de lo esencial, la forma última del aislamiento vital y la imposibilidad de comunicar todo aquello que fascina desde la oscuridad de los deseos. Una labor realizada para enumerar las excusas de la supervivencia en un territorio social carente de emociones, falto de interés por aceptar la completa libertad del acto creativo.

Beatriz Seco, por su parte, ha configurado para esta cita una obra que se significa por su intensa relación narrativa con la composición textil. Ha mutado en tejedora, en hilandera seducida por las tramas epidérmicas de las hebras, por el laberíntico escenario de los 'bolillos' enroscándose en tapices y provocando azarosos encuentros con los nudos de un horizonte de brillantes colores. Sus obras se han desarrollado para el placer de mirar y tocar. Configuran esta actividad laboriosa en admirables obras artísticas, destinadas a mostrar su factura y urdimbre como un alegato de estética deslumbrante, que nos conduce al deleite de palpar la piel maleable de la lana o tocar las fibras de la cuerda y el algodón insertados en láminas, que extienden su presencia rugosa para enseñarnos a descubrir nuevos paisajes creativos llenos de sutiles propiedades de mágicos relieves y luz vibrante.

Por su parte Irene Pérez lópez es una pintora cuya mirada posee el don de la intensidad expresiva, cuya sincera actitud pictórica hace brotar de su obra una libertad compositiva expresionista. En ella se acerca al rostro humano como «perspectiva psicológica de su creatividad, y a la vez espejo de la disolución de la personalidad en los confines de la imaginación, del tránsito temporal hacia la materialización abstracta de sus cuadros». Las obras, de una gran calidad formal, transmiten una voluntad artística inquietante, «siempre en búsqueda de nuevas perspectivas donde dialogar con la propia imagen, donde interpretar la realidad vital y el reto de su mundo interior».

Finalmente Zaira Rasillo, ya con una larga trayectoria pese a su juventud, ha destacado como una de las artistas más interesantes del panorama creativo cántabro. Realiza propuestas conceptuales que irrumpen en sus obras utilizando diversas técnicas artísticas sobre los más variados soportes y medios expresivos; el performance, la fotografía, la ocupación espacial del paisaje, la reinterpretación iconográfica de los objetos con innovadoras perspectivas visuales. Nada escapa a la visión «híbrida e inquisitiva» de la artista sobre la pluralidad de horizontes críticos en los territorios de la estética. Ningún rígido monólogo argumental puede establecerse cuando ella interviene desde el desafiante enunciado de la propia piel o su mirada interrogativa.

Propone, por ejemplo, «formulaciones alegóricas de enorme vigor estilístico, en ocasiones líricas, que generan todo un inventario de agudeza visual impactante». Redimensiona los convencionalismos sociales o las injustas políticas de género que dominan todo lo referido a la expoliada imagen femenina. Y sus creaciones trazan perspectivas estructurales de lo corporal y el tipo de desarrollo vital que exige una sociedad competitiva como en la que la artista intenta mostrar su esencial trabajo.