
Ver 10 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 10 fotos
Un cóndor sobrevuela las calles de Santillana del Mar. Sobre el empedrado, sus alas hacen sombra en un mediodía soleado. Cientos de ojos se posan ... en el ave, que avanza despacio, desplegando la envergadura de su cuerpo y dejando una estela de humo a su paso. Sí, de humo, porque el pájaro, 'Kuntur', enlace entre el mundo terrenal y el espiritual, es de tela, cartón y metal. Una creación de Centre Titelles que ha llegado, aunque no volando, desde Cataluña, a una nueva edición de Bisóntere, el festival de títeres que llena la villa medieval de personajes singulares.
Uno de los clásicos de la cita, que cumple 17 ediciones, es 'El arriero de los juegos', instalado en el patio del colegio Santa Juliana. Un retorno al entretenimiento de toda la vida. Juguetes de madera con sencillos desafíos que hacen las delicias de pequeños y no tan pequeños. Desde Puente Arce, María y Tamara han podido venir por primera vez con sus hijos de entre 3 y 5 años para pasar toda la jornada en Santillana, bocadillo mediante, viendo las diferentes paradas. A su lado, el pequeño Darío se afana, concentrado, para lograr que la bola de madera llegue a su destino.
Cerca, las esculturas que talló Jesús Otero pasan desapercibidas entre el centenar largo de visitantes al jardín de su museo. Apenas una estructura de madera de un par de metros y títeres de trapo son suficientes para centrar la atención de familias completas sentadas en la hierba. Con una almohada el protagonista de la obra, Matito, se pelea con el gallo Antonio, mientras un gallo real emite su «kikirikí» al lado. Ventajas de sumergirse en la vida rural, uniendo fantasía y realidad. David y Victoria, que llegan desde Palencia «un poco a la expectativa», se han encontrado el festival por sorpresa. «Estas actividades culturales siempre están bien y se ve un ambiente saludable», valoran.
Un tanto escondida tras la calle principal, en la Finca del Inglés se ha instalado una peculiar roulotte. A su alrededor, diseminadas por el espacio, caravanas más pequeñas ofrecen pistas mediante ingeniosos mecanismos para resolver un crimen; alguien ha matado al conejo Pastanaca. Santiago, voluntario, da indicaciones a los visitantes. «Es una gran idea que fomenta el turismo», defiende. Dentro de la caravana habrá que encontrar las pruebas para encontrar al culpable. «Está muy divertido», dice una madre que sale de la instalación con sus hijos, con los que viene «todos los años».
Esa es una de las características más curiosas de Bisóntere. Algunas familias comenzaron a responder a la llamada de las marionetas cuando sus hijos eran apenas bebés. Ahora, no se pierden el consolidado festival, acompañados por los ya adolescentes que aún disfrutan la propuesta. «Que sigan teniendo ese interés y esto haya servido como iniciación en el mundo del teatro o de la cultura, es una alegría, la verdad». La preparación de Bisóntere supone «no meses, sino años», dice Luis del Río, organizador y apasionado de la materia. Tan apasionado que se recorre Europa buscando las mejores propuestas. Un mapa jalonado de escuelas, teatros y estudios específicos que mantienen la tradición y donde hay un puntito marcado en Cantabria.
«Santillana es un sitio muy especial». Lo dice él y las compañías que pasan por el municipio. El año pasado se vendieron cerca de 600 entradas para los espectáculos de pago y pasaron unas 3.000 personas en total por las distintas propuestas. En esta edición «lo vamos a superar con creces, porque está siendo increíble», enfatiza. El clima que se crea con las compañías, los voluntarios, los vecinos, es un punto a favor. «La gente se marcha de aquí con alegría» y él no es una excepción: «Me lo paso muy bien y para mí esto es una fiesta».
No yerra en la definición, pues la Plaza Mayor es un hervidero de colores, acordes y sonidos casi tropicales. Sobre el escenario, los Ritmos Animalescos de Fábrica de Paraules, compañía alicantina, versionan a tempo de cumbia la canción tradicional de 'Antón Pirulero'. Los niños, protagonistas dentro de la zona vallada para que estén cómodos, corean algunas estrofas. Fuera, los padres se mueven discretamente. Aplausos y risas se contagian en el territorio donde por dos jornadas, mandan los muñecos de trapo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.