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Pilar González Ruiz
Sábado, 20 de febrero 2016, 17:33
Política, religión, deporte, familia, literatura, incluso excomunión. Jesús María Hernández Gil, más conocido por su alter ego artístico, Txus di Fellatio, no se deja ningún tema en el tintero. Es el único miembro que permanece de la formación original de Mägo de Oz, banda formada ... en el año 98 y que este sábado (Escenario Santander, 21.30 horas) trae a Cantabria una reinterpretación de su disco más aclamado, Finisterra.
Su estilismo debe llevar mucho trabajo
Esto se me quedó muy de los 80. Amo a Tino Casal y su estilo estrafalario. Entonces se decía que uno se vestía con lo que encontraba en el armario de su hermana. No somos tan ochenteros pero intentamos hacer un espectáculo completo, caracterizado. Somos muy teatreros en ese sentido. Un artista no debe estar ahí sin más.
Justamente la presunta normalidad que predica el indie
El movimiento indie carece de ego y yo tengo muchísimo. La actitud es: somos los más guays. Paso de ser uno del montón. Si voy a una fiesta quiero que me miren. No quiero ser un Big Bang Theory de esos. Quiero entrar y que se note que he entrado. La primera vez que vi a Loquillo, flipé. Ese aura y esa magia, la tenía Bowie o los artista de verdad, con todos mis respetos. Tenemos que ser distintos. Viva el individualismo.
Siguen siendo sus ídolos Iron Maiden
Cuando empiezas siempre tienes un espejo donde mirarte. Siempre nos ha gustado, pero también hay otras bandas míticas como AC-DC o los Rolling Stones, por ejemplo. Son nuestros héroes. Pero nuestro rock es el estilo maldito en este país; lo que suene a melenas está mal visto.
¿Como miembro fundador, es el responsable de mantener ese espíritu original?
No, no. Lo que pasa es que queda la marca. Lo podemos extrapolar al fútbol; se irá Messi y habrá otro que juegue igual de bien. Hay que intentar que el espíritu de equipo permanezca. Con Mägo de Oz tiene que haber ese sentimiento.
También en el diseño de sus discos
Si nos metemos en el campo del psicoanálisis, Freud diría algo: están lleno de penes. Todas nuestras portadas son infantiles, muy de cómic, no tienen nada que ver con la música interior. Se rtara de que mucha gente no sepa que están comprando un disco de heavy.
¿Se ha imaginado haber seguido en el mundo del fútbol?
Muchas veces lo pienso y no me veo. Cuando dejé el fútbol profesional no me sentía realizado como persona. No estaba muy comprometido, no era deportista.
¿Acertó con el cambio?
Sí. A toro pasado es fácil decirlo, pero con 22 años dejar el fútbol, cuando empezaba a ganar dinero.. Al final me siento feliz. La vida me ha dado más de lo que merezco
Durante su carrera han tenido actuaciones, guiños a diversos partidos políticos. ¿Les ha supuesto un problema?
Sí. Pasen y beban, por ejemplo. La escribí yo y criticar la política, hablar de Botín, Conde o Blesa, no ha gustado demasiado. Son una panda de chorizos. También nos hemos metido con la iglesia católica. Nos enteramos de que estábamos excomulgados de la forma más tonta
¿Están excomulgados?
Mägo de Oz es una empresa con la que gestionamos todo y fuimos a un banco católico, a hacer algunas historias bancaris y nos dijeron que no podíamos estar allí. ¡Estabamos en la lista!
¿Cuánto le debe la banda a su padre por aquel préstamo inicial?
Todo. Se volcó. Yo lo veía como un hobby pero él veía que había hecho un órdago por la música y quiso ayudar a tope. Nunca pensé que iba a vivir de esto. Quería estudiar y hacer música que era una vía de escape pero la vida te lleva a veces por sitios inesperados.
Ustedes le dedicaron un disco a 'El Quijote'. Está Cervantes un poco olvidado en este 400 aniversario.
- Sí. Esto es España. Hay que subir a los ídolos y luego bajarlos a pedradas. Estoy esperando ver cuando tarda Nadal en caer, por ejemplo. Nos cansamos mucho de nuestras figuras. El rock no es solo chupa de cuero y asiento de atrás que soy el más macho. Yo quería que el rock también fuera poesía y literatura.
¿En qué momento se encuentra la banda?
El año pasado sacamos Illusia que nos llevó por 60 ciudades de EEUU y Latinoamérica y antes de terminar el año cumplíamos 15 años de Fisterra, un disco mítico, que nos dio a conocer en todo el mundo y decidimos volver a grabarlo.
Afirmó que estuvieron cerca de morir de éxito.
Cuando en la furgoneta o los aviones se habla más de contabilidad que de estribillos de canciones es cuando la música pasa a segundo plano. Éramos ocho personas, no todos amigos, de hecho el antiguo cantante y yo nunca conectamos. Era una sociedad fructifera pero insoportable en lo personal y rompimos nuestra relación. A veces es lo mejor.
¿El éxito de ventas lo respalda la crítica?
No.
¿Le preocupa?
No. Tengo 46 años. Antes me preocupaba. «Vetusta Morla llena el Hard Rock Café de México» que son 350 personas, donde nosotros vamos a firmar autógrafos y eso se hace noticia. A los modernitos, se les da más cancha. La gente del pop sabe provocar mejor. Nosotros tenemos más complejos.
¿Hay demasiado moderneo?
No, sencillamente, el rock duro no le interesa a nadie. Dices heavy metal y empiezan a poner cuernos y caras raras. Esto está un poco pasado. En otros países se entiende de forma más natural, como en Estados Unidos donde el rock es el equivalente a nuestra copla.
Se ha acercado también a otras artes como la poesía. ¿Qué le queda por hacer?
¡Montar en globo!. Estoy con el segundo libro de poesía. Opino que cuando no tienes sueños, tu vida está en blanco y negro o has conseguido tanto que mejor que te mueras. Yo voy buscando la canción, el disco, el concierto perfecto. Soy fan de buscar y mejorar. Es lo que nos hace evolucionar.
«Donde se acumula la usura nace la ambición y el poder». Sus letras parecen una referencia a los tiempos actuales
Sí. La verdad en estos tiempos convulsos hay mercaderes de almas rotas, buitres que cuando se dan los elementos necesarios, son los que merodean por la humanidad. Esos se convierten con facilidd en políticos, banqueros, religiosos.
Lo abordan habitualmente
Soy un poco Woody Allen: sexo, religión y relaciones amorosas son temas recurrentes. La religión, cualquiera, es uno de los grandes males de la humanidad. Siempre hay dolor, miedo, falta de luz... Se alimentan de la incultura.
¿Denuncian esas realidades en su música?
Nuestro trabajo es que la gente olvide sus problemas dos horas y se vayan a casa con una sonrisa. No tengo que arreglar el mundo, no tengo que ser el sheriff ni salvar España. Nos gusta dar nuestra visión pero no como la Policía.
En el vídeo de La fiesta pagana contaron con Rulo entre otros
Somos buenos amigos, compartimos discográfica, y espero que pase por el concierto de Santander. Es un poeta urbano.
¿Sigue pensando que la vida es un camino de baldosas amarillas?
Sí. La vida duele pero entre dolor y dolor hay tantas sonrisas que sigue mereciendo la pena sorprenderse por cosas tan estúpidas que a veces no le das importancia. Es un aprendizaje con distintas metas.
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