"Voy con mis raíces flamencas a otra parte"

¿Le han hecho alguna entrevista en que no le hayan preguntado por su apellido?

Ninguna! En todas me han preguntado. Que si pesa, que si no. Es normal. Va conmigo. Lo raro sería no hacerlo. Estoy muy orgullosa de venir de donde vengo y suelen preguntarme con mucho cariño.

Su padre decía que usted tenía una «voz chiquitita»

Me gusta mucho que me digas eso. Prefiero partir de las cosas pequeñas. Siempre lo he visto trabajar a él desde las cosas más insignificantes y primarias, con mucha atención desde el comienzo y después entendías el por qué. La voz es un instrumento del que cada vez voy descubriendo matices y texturas nuevas.

Su voz en un disco propio. ¿Cómo lo está viviendo?

Yo me dedico a la música desde que era pequeñita. Me gusta mucho el flamenco, es mi identidad lo que llevo dentro, pero después he ido explorando y creo que estoy en pleno proceso de aprendizaje de otros géneros, como el indie, que me ofrece muchas posibilidades y me hace sentir bien.

¿Sintio miedo por los posibles prejuicios?

La verdad es que ha tenido una acogida muy cariñosa; la gente lo ha recibido con los brazos abiertos y para mí no hay mayor ilusión. Es un sueño cumplido.

Después de años en escenarios, está de gira al frente de una banda, ¿cómo lo lleva?

Vamos añadiendo fechas en el calendario de esta aventura que estoy viviendo con mucha alegría e incertidumbre al principio. Los primeros bolos siempre tienen esa parte de duda.

¿Qué parte le preocupaba más?

Tenía muchísimo respeto por el oyente en general pero me plantee el trabajo de una manera tranquila y natural, sin tensiones, sin forzar, escuchando a mi alma y haciendo lo que iba necesitando para sentirme bien.

Se ha adentrado en la composición con ganas

En principio iba a sacar un EP pero luego fueron surgiendo más canciones. Estaba contenta con ellas y pensé ¿por qué no compartirlas?

Colaborar con Los Evangelistas, ¿es cerrar el círculo que descubrió nuevos sonidos de Enrique Morente?

La colaboración con Los Evangelistas fue muy importante. Me ayudó en la búsqueda de sonidos. No pensaba que esto iba a ocurrir; si hace diez años me dicen que iba a hacer esto, a sacar este disco, y cómo iba a ser, quizá no lo hubiera creído. Una de las cosas más maravillosas que mi padre nos ha dejado son buenos amigos y compañeros de los que ir aprendiendo día a día, sobre todo Antonio (Arias) y Jota

Y se lanzó a su camino

Sin darme cuenta, de una forma natural, me encuentro aquí. Mi alma lo necesitaba

¿Se siente protegida por ese círculo heredado?

La verdad es que son muy buenos compañeros, cuento con gente maravillosa con mucho talento y hay lazos de amistad muy importantes, nos cuidamos unos a otros y hay mucho dialogo

¿Eso es compatible con el trabajo?

El disco ha nacido de interaccionar y dialogar, intercambiando cosas. Me gusta trabajar así.

¿Qué sorpresas se ha llevado?

Lo primero ha sido empezar a encontrar un lugar para mi voz al tocar con una banda tan potente como Los Evangelistas y su forma de producir y componer, tan poco convencional. En el indie hay una actitud de trabajar al margen de lo dominante que es algo muy importante hoy en día y lo he llevado a todos los campos. A veces las cosas más sencillas dan paso a las grandes. Esa filosofía ha sido un un hallazgo.

Viene con su fusión indie-flamenca al norte. ¿Se entiende bien aquí?

Al principio siempre hay algún rostro de sorpresa, caras de atención. Tenemos suerte porque damos con público muy respetuoso y después siempre se va de menos a más en los conciertos. Me gusta terminar y encontrarme aficionados al flamenco, seguidores de mi padre y de Estrella y otros súper modernos. Hay un mezcla que me gusta, ese concepto de unión. Es interesante cruzarnos.

¿Granada sigue respirando música?

Sí, hay un ambiente muy potente. Soy consciente de que vivo un momento musical muy interesante. Hay muchas bandas nuevas, gente que trabaja muy bien, se sacan discos, hay conciertos... No sé a donde nos va a llevar pero noto que hay un movimiento de inercia y buena energía.

Estuvo en la presentación del proyecto Granada Ciudad del Rock. ¿Qué le parece ese factor promocional de la música?

Me parece muy interesante; todo lo que se promueva hacia la música es necesario. A veces se echa en falta que se le preste atención y este es un buen plan.

Entre sus compañeros de banda y usted hay 20 años de distancia. ¿Le aporta cosas útiles esa diferencia generacional?

Por supuesto, enriquece. Me gusta rodearme de gente así. La banda tiene gracia porque funciona esa mezcla. A mí me gusta juntarme, hablar y escuchar es aprender.

Teniendo raíces gitanas, usted y su hermana han roto moldes

Bueno, Estrella era la hermana mayor que pegó al zapatazo empezando con la música muy joven. Ha sido un ejemplo de que hay que creer en los sueños, tener fe y hacer lo que sientes y te persigue. Mi hermana, teniendo cerca a ese genio, esa figura tan grande de mi padre, salió adelante para ser artista desde los 14 años que debutó con Manhattan.

¿Y usted?

Soy consciente de que voy investigando territorios, cosas que no sé si se han hecho o no; me interesa la música electrónica, por ejemplo, llevo mis raíces gitanas y flamencas a otra parte. No es muy común, pero es lo que hago. Estrella puede hacer lo que quiera, en cualquier estilo, de cualquier forma. Siempre va rompiendo moldes ¡y corazones! (ríe)

Está también haciendo teatro. ¿Qué más le apetecería probar?

El teatro me apasiona, me encantaría seguir profundizando en él, pero estoy muy centrada, con los cinco sentidos puestos en la música, en el disco, pero sí que me abro a otras disciplinas. Me gusta mucho la literatura; hice Filología y me quedé con ganas de hacer el doctorado. Si uno se organiza bien...

Su padre quería que tuviera una carrera y usted va más allá

Ahora mismo estoy aprendiendo, en un futuro, ¡quién sabe!

¿Y se ve como profesora?

¡Me encantaría! De pequeña siempre jugaba con mis muñecas en la habitación. Yo era la profesora y examinaba a los muñecos. La docencia es una profesión sagrada.

¿A dónde cree que le llevará su camino?

La música, lo que hago, de lo que vivo, creo que me salvará. El arte nos puede salvar a todos.

¿A todos?

Cuanto más sensible se haga uno, más consciente será de lo que está ocurriendo en el mundo. De lo que te ocurre a ti y también al prójimo, que es muy importante. Es importante emocionarse.