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Miguel Pérez
Miércoles, 11 de mayo 2016, 13:06
La historia del country es la que más nos acerca a las leyendas americanas. Y, de entre todas ellas, una de las principales está de regreso: Loretta Lynn. A sus 84 años, la veterana dama que ocupa un lugar destacado en todos los salones de ... la fama del country publica 'Full Circle', un disco que recoge su dilatada trayectoria convenientemente reactualizada a través de una serie de versiones de sus clásicos y algunas canciones de nuevo cuño, con Willie Nelson y Elvis Costello como invitados. Pese a la edad, la voz de Loretta, que grabó el repertorio hace poco más de un año rompiendo un par de lustros de silencio, se mantiene en pie y con todos los registros fundamentales del género en un álbum lleno de momentos emocionantes, nostalgia y épica.
La hija del minero, como es conocida desde que compuso una canción con este mismo título en la que abordaba sin edulcorar su infancia en Butcher Hollow, un pequeño enclave del Estado de Kentucky volcado sobre las minas de carbón, ha protagonizado una de las vidas más tumultuosas e intensas del country. Miembro de una familia de ocho hermanos, se casó a los 15 años con Oliver Doolitte Lynn, un joven poco mayor que ella que, a la postre, resultó determinante en su carrera musical. Oliver tomó parte en la Segunda Guerra Mundial, regresó a Butcher Hollow, renunció a convertirse en minero como la mayoría de los jóvenes de la zona y, con Loretta, se mudó al Estado de Washington donde comenzó una prometedora carrera como manager y guía de la carrera profesional de su esposa.
De hecho, gran parte de los temas tienen que ver con su vida en pareja y con la particular personalidad de su esposo, que la propia cantante, enérgica e impetuosa, definió como un hombre incapaz de vivir sin ella, que le proporcionaba seguridad y le apoyaba, pese a que en ocasiones podía volverse difícil cuando bebía en exceso y no desdeñaba prestar atención a otras mujeres. Nada que no se encuentre en las raíces de otras leyendas de la música o la literatura de los años 50-60, salvo por la extrema complicidad del matrimonio y su firme voluntad de sacar adelante la carrera de Loretta, aun cuando ella a los 19 años ya tenía tres hijos. La biografía oficial apunta cómo ambos iban de emisora en emisora proporcionando entrevistas y entregando singles para que la cantante se diera a conocer. La presencia de Oliver en su vida puede rastrearse fácilmente en canciones como 'You Aint Woman Enough (To Take My Man)', 'First City' o 'The Pills', donde Loretta abordaba (no sin cierta ironía) el uso de la píldora en la América conservadora.
De la intensidad de la pareja, rota a finales de los 90 cuando Oliver falleció, puede dar testimonio el hecho de que esté considerada como una de las más grandes leyendas de la música popular en el siglo XX y que los estudiosos afirmen que nada hubiera trascendido tanto sin esa unión del matrimonio. Lo cierto es que Oliver, pese a los estereotipos del hombre americano de la época, impulsó a su mujer como estrella en un género musical tradicionalmente masculino y muy poco dado al feminismo, hasta el punto de que algunas emisoras se negaron a difundir algunas de sus composiciones centradas en las relaciones de pareja, el control de natalidad o la guerra de Vietnam. No deja de ser curioso que Loretta se adentrara en estos terrenos siendo una conservadora que, por ejemplo, en algunos de sus conciertos más recientes se pronuncia sin ambages a favor del republicano Donald Trump.
Política al margen, queda claro que esta mujer a la que Obama entregó en 2012 la medalla a la libertad de Estados Unidos ha sabido emplear su voz y su pulso con la guitarra para encadenar decenas de canciones situadas en lo más profundo del sonido de los Apalaches y lo más nostálgico y emocionante de la americana y el country canónico. En 'Full Circle' se percibe la influencia que ha recogido de grandes personajes del género como los hermanos Wilburn, que le proporcionaron sus primeros contratos serios, y compañeros de profesión como Patsy Cline y Conway Twitty, pareja suya en el escenario a principios de los 70 en que logró un éxito tras otro. Parte de su vigencia actual tiene mucho que ver también con el disco que grabó en 2004 bajo la producción de Jack White (The White Stripes), que le dio acceso a una nueva audiencia más joven, cool y tradicionalmente situada a miles de kilómetros del country de sombrero y botas vaqueras. Con su nuevo álbum ya en el mecado, Loretta ha salido del retiro parcial de su rancho que, como no podía ser menos, reviste hechuras míticas: consta de un museo, restaurantes, tiendas y un enorme espacio donde se organizan competiciones deportivas y conciertos con fines benéficos. Para eso es una leyenda americana.
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