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iker marín
Miércoles, 13 de julio 2016, 18:19
Hoy comienza en Hondarribia la undécima edición de su festival de blues. Uno de los eventos culturales que más ha crecido en el último lustro en el territorio gracias a los grupos de calidad, la gratuidad de los conciertos y la belleza natural del municipio. El año pasado 90.000 personas se acercaron durante cuatro días hasta Hondarribia para disfrutar del mejor blues local, nacional e internacional. Este año el objetivo no varía un ápice. Hasta el domingo pasarán por los cuatro escenarios de la villa más de una docena de grupos entre los que llama la atención el que lidera el legendario pianista de Lousiana Henry Gray. A sus 91 años, este destacado representante del blues de Chicago recibirá la txapela y el homenaje que otorga anualmente la Asociación Blues Hondarribia.
Además de Gray, Bob Corritore o Shemekia Copeland hay que destacar, un año más, la presencia de un grupo de Leioa que está en la actualidad, y según los medios especializados, entre las mejores bandas de blues del mundo. Los Travellin' Brothers se lo han ganado con creces. Llevan de gira ininterrumpida 12 años, «en ese tiempo no hemos parado nunca un mes seguido», y su talento, técnica y sentimiento sobre el escenario no hacen más que crecer hasta el punto de que el año pasado fueron designados oficialmente mejor banda de blues de Europa. En esta ocasión llegan para presentar su último disco: 'One day in Norway', publicado en su nuevo sello, Magnolia Records.
Son ellos los que van a tener el privilegio de estrenar y clausurar esta edición 2016 del Hondarribia Blues. Para empezar esta mañana protagonizan un concierto didáctico en el primer acto programado del festival. Aitor Cañibano, guitarrista de la banda, explica cómo son estas actuaciones para toda la familia, «hay muchas maneras de enfocar este tipo de conciertos, nosotros tratamos de hacer un viaje en el tiempo a través de toda la música de raíz americana. Comenzamos el viaje en los campos de algodón de Mississippi y vamos viajando en el tiempo y a través de todas la ciudades americanas que han influido de manera importante en el blues, el góspel, el jazz, el soul, etc. Tratamos de que sea divertido, con toques de humor y participativo».
La jornada de clausura del domingo 17 también llevará la firma de los vizcaínos. Los Travellin' Brothers serán parte de la Hondarribia Blues Friends. Una banda multitudinaria que engloba a buena parte de los músicos que actúan en Hondarribia. «Es un honor que la organización del festival cuente una vez más con nosotros, y considere que somos la banda adecuada para acompañar en el final de fiesta a dos leyendas como son Henry Gray y Bob Corritone. Además estarán todos los músicos que han participado en esta edición, los conocemos y son amigos. Irán pasando todos por el escenario y será una buena fiesta para cerrar como se merece un festival de esta entidad. Lo del repertorio, ya se verá, esto es blues y cuando Henry Gray empiece, nosotros le seguiremos allá donde nos lleve».
De Hondarribia a Getxo
Es tal la actividad del grupo que hoy, tras el concierto pedagógico de Hondarribia, acudirán a abrir, a las 20.00 horas, el XXVIII Festival Internacional de Blues de Getxo. Y lo harán de la mano de uno de los grandes bluesmen del momento: Sugaray Rayford. No es la primera vez que la banda de Leioa y el cantante tejano suben juntos a un escenario. Lo cuenta Cañibano: «El año pasado hicimos una gira con él por primera vez. Fue un rotundo éxito y tanto él como nosotros decidimos que había que repetir. Ya desde el año pasado surgieron varias ofertas y pudimos cuadrar todo para poder repetirlo una vez más, lo cual nos hace muy felices. Sugaray es uno de los más grandes bluesmen del momento, y para nosotros es una oportunidad muy bonita para disfrutar de su clase, de su poderío y su maestría sobre los escenarios».
Estas dos citas de los Travellin' Brothers en Euskadi vienen precedidas de conciertos en Portugal, Suecia, Suiza y varias ciudades del Estado. Después de acabar en Hondarribia el día 17 volverán a hacer las maletas y visitarán escenarios de Francia, Bélgica, Holanda, Barcelona y Calasparra. Es decir, un no parar. Es tal su ritmo que su última referencia discográfica, 'One day in Norway', fue grabado en plena gira el año pasado, «lo grabamos en uno de nuestros conciertos en Noruega. Hicimos una sesión de grabación de 8 horas para grabar el disco, y de nuevo a la carretera», explica para continuar, «las canciones que componen el disco también han sido creadas en plena gira. Por suerte, tenemos mucho trabajo y esta es la única manera de ir cuadrando todo e ir sacando material nuevo, no podemos a día de hoy parar para grabar un disco con tranquilidad, pero nos gusta que esto sea así». Por cierto, una nota para todos aquellos que dicen que los discos son caros. Este último de los trabajos de los Travellin' Brothers está a la venta por 14 euros en su edición conjunta de LP, CD y DVD. «La inclusión del DVD es porque queríamos premiar a nuestros fans y a los que compran nuestros discos regalándoles un DVD. Creemos que una gira de dos años con más de 120 conciertos en 12 países, entre ellos USA, no es poca cosa. No creo que esté al alcance de cualquiera y por eso quisimos grabarlo y regalarlo a nuestro público», señala el guitarrista de la banda.
Este éxito y reconocimiento, desde luego, no llega de la noche a la mañana. El grupo se formó en 2003, han ofrecido 700 conciertos y han publicado seis discos. Entre ellos cabe destacar el titulado 'Magnolia Route' (2014). Ha sido, sin duda, el que les ha permitido dar el salto de calidad en todos los sentidos. «Es cierto. Nos ha dado mucho. Quizá ha sido el salto definitivo de la banda, pero creo que con cada disco hemos ido dando pequeños pasos, cumpliendo cada vez más objetivos. Es algo que nos hemos propuesto desde nuestros inicios, y creemos que con 'One day in Norway', será otro salto de calidad en nuestra trayectoria», analiza Aitor Cañibano.
Otro hito en la carrera de crecimiento y reconocimiento de los Travellin Brothers se produjo el año pasado cuando se alzaron con el European Blues Challenge 2015, algo así como la mejor banda del blues del año en Europa. Desde el grupo recuerdan lo que les ha supuesto este galardón, «es un premio de mucho nivel, cada país lleva a sus mejores músicos allí. El nivel que hay en Europa es tremendo, por lo que ganar es algo increíble, indescriptible. Es un evento anual muy importante en el que se reúne mucha gente del negocio y si lo haces bien, como fue nuestro caso, puede abrir muchas puertas y permite trabajar mucho en Europa, como nos está ocurriendo ahora a nosotros», reconocen. Este premio deja a la banda en una posición privilegiada en la escena del blues en el Viejo Continente y les permite afianzar el trabajo de años anteriores y asentarse en el circuito europeo.
El blues en Euskadi
Todos los veranos sucede lo mismo. Llega el buen tiempo (es un decir) y parece que el blues florece en nuestro territorio. Durante el resto del curso, nada de nada. O eso es lo que pensamos. «Aquí hay cosas todo el año, hay una actividad muy grande pero no sé por qué no acaba de llegar al gran público. Pero oferta como tal la hay, y nosotros podemos dar fe de ello ya que giramos todo el año, ya sea invierno, primavera o verano», señala el guitarrista de eioa. Las comparaciones con lo que sucede en algunos países europeos nos deja en mal lugar en lo que se refiere al blues, «es cierto que en el resto de Europa hay una gran cultura de la música negra, sobre todo blues y jazz y por lo tanto, tienen una escena muy grande, circuitos de clubes y salas estables. Por ejemplo, solo en Noruega nos comentaban que hay un circuito de 150 clubes y salas especializados en blues, es una pasada, aquí eso sería impensable».
Lo que sí estamos viviendo en Euskadi es un nuevo boom musical. Cada día hay más salas que ofrecen conciertos, hay decenas de grupos girando, sellos independientes y grandes festivales que no obstante, y salvo honrosas excepciones, no cuentan con el blues entre sus preferencias. Es decir, en los festivales más multitudinarios de este mismo verano podemos encontrar carteles que mezclan grupos de rock, hip hop, pop, electrónica, punk y hasta Los Chichos en el Primavera Sound. ¿Por qué no tienen cabida los grupos de blues en estos eventos? Aitor Cañibano reflexiona al respecto: «En el resto de Europa tienen una gran cultura musical, y existen festivales especializados, pero los hay también más abiertos donde tienen cabida todo tipo de músicas, el blues por supuesto. Hemos tocado, y tocaremos, este año en alguno más en Holanda por ejemplo, junto a bandas indies, de hip hop y de infinidad de estilos. Aquí están ocurriendo dos cosas muy extrañas: por un lado, el indie se está apoderando de todo, no sé muy bien por qué, pero es así, y en breve explotará, no se puede tocar desafinado y sin ganas toda la vida, o eso espero; por otro lado, ocurre que en festivales de música negra, suelen programar soul o funky y suelen dejar fuera el blues, cuando curiosamente es la música más negra de todas y es la madre de todas las músicas negras de raíz americana. Pero en fin, es lo que hay, son modas. Todo se pasa y el blues sigue ahí, y tanto la moda indie como la moda soul post Amy Winehouse también pasarán, es solo cuestión de tiempo».
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