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Ales Orduna
Miércoles, 26 de octubre 2016, 17:06
Mientras una pareja de orondos irlandeses intenta con poco éxito mantener el equilibrio sin caerse de su asiento, el tabernero seca con un trapo las jarras de cerveza. Al fondo un músico anónimo arranca notas a su instrumento, mientras entona una canción a la que ... ninguno de los allí presentes presta especial atención, narra la historia de un bandolero al que le abandona su mujer. El estribillo es pegadizo. A pesar de que el alcohol ya ha convertido sus lenguas en trapo no pueden evitar un sonoro tarareo, «Musha rain dum-a-doo dun-a-da»: «El whisky me convirtió en un necio».
El 24 de noviembre de 1998 en la famosa sala neoyorquina Roseland Ballrom, Metallica cuelga el cartel de 'sold out'. El sexto tema arranca con los acordes reconocibles de la canción popular de aquella taberna irlandesa. Revestido con el sonido eléctrico de una guitarra y una potente batería, ahora el estribillo es jaleado por una multitud de fans. Quién sabe con exactitud cuánto tiempo habría pasado, pero la pegadiza melodía sobrevivió al tiempo relegada al folclore local hasta colarse en el repertorio de una de las bandas de metal más importantes de la historia. En el año 2000, esta versión de 'Whiskey in the Jar' interpretada por la banda americana Metallica recibe un Grammy, la revista 'Billboard' la reconoce como uno de los mejores temas de rock y se coloca en un digno puesto 29 de la lista de sencillos del Reino Unido. Todo un honor para su autor desconocido, que no vivió para ver cómo su canción se hizo famosa y, por supuesto, no dejó apellido ni familia que se lucrara durante años con los consabidos derechos de autor.
Muchas de estas canciones sin firma han acabado por convertirse en parte de la herencia musical tradicional. Baladas y romances de origen desconocido canturreadas de generación en generación. En ellas se describen tabernas de serrín y mujeres fatales, y hasta importantes pasajes de la historia local. Muchas han sido versionadas por músicos y bandas que las han convertido en himnos de medio mundo, desde canciones tradicionales bañadas en whisky en cualquier pub de Dublín, a melodías de tradición algodonera que se susurraron durante años alimentando el germen de la rebelión contra la esclavitud. Recopilamos algunas de las más conocidas.
'The house of the rising sun'
The Animals han convertido esta canción en uno de sus símbolos
Se ha convertido en uno de los temas más emblemáticos de la banda británica 'The Animals'. Esta canción tarareada en medio mundo y traducida a más de 50 idiomas ha sido versionada en multitud de ocasiones. Desde Dylan a Hendrix, pasando por Bon Jovi y White Stripes, así como su versión y lavado de cara más conocido interpretado por The Animals en 1964. Esta última alcanzó el puesto 123 de la lista de Rolling Stone dentro de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Es difícil encontrar la raíz de 'The house of the rising sun', especialmente en Luisiana, lugar del que se cree su origen. En este estado americano cada bar de mala muerte, salón de baile o burdel, se atribuye el origen del tema, en la mayoría de los casos como artimaña publicitaria para atraer clientes y turistas despistados.
'Whiskey in the jar'
En versión tradicional, por The Dubliners
Su interpretación más conocida de Metallica
El tema con el que arranca este reportaje ha tenido versiones para todos los gustos. The Dubliners, The Pogues, Peter, Paul and Mary, The Highwaymen, Roger Whittaker, Clancy Brothers, Tommy Makem, The Irish Rovers, Poxy Boggards, The Limeliters,King Creosote, Nolwenn Leroy, The Shatilla Shakers, The Brobdingnagian Bards Pero sus versiones más conocidas han venido de la mano de Thin Lizzy, que en 1972 sienta precedente con su interpretación más roquera. Grupos como U2, Pulp, Smokie, Belle and Sebastian y Metallica se inspiran en esta última y cañera 'Whiskey in the jar' para convertirla en un éxito de ventas.
'When the saints go marching in¡'
Louis Amnstrong convirtió esta marcha funeraria en una alegre balada
Quien escuche la alegre versión de 'When the saints go marching in' (o 'La Marcha de los Santos') de Louis Amstrong no acertará a imaginar que esta canción nació como marcha funeraria. La tradición de Nueva Orleans dictaba una primera versión mucho más fúnebre- que ponía sonido al camino procesionario con el que se acompañaba el ataúd al cementerio. Hoy en día, convertida en un himno gospel americano, es recurrente en repertorios de jazz. Su letra ha sido versionada tantas veces que no se sabe con exactitud cuál es la oficial. La canción se dio a conocer, en parte, gracias al cine. La versión de ritmo trepidante aparece en una secuencia de la película 'The five pennies' (1958) en la que Louis Armstrong junto al actor Danny Kaye, recrean la vida del trompetista Red Nichols.
'Scarborough Fair'
Los madrileños Mago de Oz la interpretaron en castellano
Esta canción medieval data del siglo XII y nos transporta a una famosa feria inglesa de la época. La canción de aires románticos trata el desamor de una pareja. La balada ha sido versionada en multitud de ocasiones, pero es sin duda la versión del dúo estadounidense Simon y Garfunkel para la película 'El graduado' la más popular. Ha tenido también su interpretación en castellano de la mano del grupo madrileño Mago de Oz.
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