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Óscar Cubillo
Miércoles, 2 de noviembre 2016, 19:10
Una cincuentena de conciertos dio el roquero Ariel Rot en 2016. Fueron de él a solas alternando guitarras acústica y eléctrica más piano. Ahora que acaba de lanzar en la multinacional Warner el álbum 'La manada' (¡disponible también en LP!), ya tiene cerradas 17 fechas ... con grupo eléctrico hasta diciembre. Atención: asegura Ariel Eduardo Rotenberg Gutkin (Buenos Aires, 19 de abril de 1960) que quien falte a sus bolos, aun declarándose amante del rock, en realidad es un farsante.
Ariel, ex Los Rodríguez y ex Tequila, gira con Candy Caramelo (bajo), Toni Jurado (batería) y Mauro Mietta (teclados), que intervinieron también en la grabación de 'La manada', un disco que en entrevistas como esta define como roquero. Y sí, lo es, porque contiene 11 canciones vistas desde el prisma de un roquero culto como Elliott Murphy. Sin embargo, sacudidas no hay muchas: el R&R ejecutado a medias con sus epígonos Los Zigarros ('Espero que me disculpen') y pocas más.
Con motivo de su concierto en Bilbao, como somos fans de Ariel de toda la vida (la suya y la nuestra), madrugamos el pasado martes 25 y le entrevistamos en persona, ¡a las 10 de la mañana!, en un hotel bilbaíno sito en la otra acera de San Mamés (él rodó este vídeo promocional ante la fachada del estadio, se puede ver pinchando en la foto). Venga, que arranque la grabadora
Llegasteis ayer lunes por la noche a Bilbao. ¿Qué planes tienes para hoy?
Tengo un plan muy atractivo. Empiezo con una entrevista contigo y luego sigo así todo el día. Siete u ocho en total. Un día tranquilito.
¿Has estado en el gimnasio de este hotel?
Por supuestoooo Me levanté a las 6 de la mañana, corrí una hora, hice mis 150 abdominales Je, je, je Lo habitual, vamos, lo que hago cada mañana.
Has corrido por los alrededores. Por fuera, claro.
Por fuera y por dentro. He subido escaleras, he bajado
En esta visita promocional te acompaña David Bonilla. ¿Desde cuándo le conoces y qué hace para ti?
Joder, le conozco creo que desde el último disco de Los Rodríguez, que salió en Warner. A partir de entonces hemos trabajado juntos en cada disco mío y es una figura imprescindible para los momentos claves: en las decisiones del orden de las canciones, en las portadas Colabora mucho en todo lo que es la parte artística.
David trabaja para Warner. ¿Habéis venido a promocionar el concierto o el disco? O las dos cosas
Las dos cosas. Las dos. Si fuese solo el concierto, este viaje lo pagaría yo. Pero lo paga Warner y aprovechamos para hablar de las dos cosas. Contigo aún no he hablado de 'La manada' y el concierto es la semana que viene, o sea que va todo juntito.
¿Qué implicación tienen actualmente los sellos discográficos en los conciertos de sus artistas?
Bueno, me imagino que eso tiene un poquito que ver con la relación con cada artista. En mi caso esta gira es heroica, no es una gira en la que evidentemente Warner vaya a tener grandes intereses comerciales. En todo caso colaboraría en las pérdidas, ¿no?, ja, ja, ja Warner me está echando un cable, por supuesto. Para que no pase lo que pasó otras veces, que cuando hubo un concierto en alguna ciudad la gente me decía después: 'pero... ¿cómo, has estado tocando, qué clase de comunicación se ha hecho de este concierto?'. Aunque no son muchos mis seguidores, por lo menos que se enteren todos.
¿Qué vas a vender en el merchandising del concierto de Bilbao? ¿También discos? Antes a las multinacionales no les gustaba que se vendieran los discos en los bolos de sus grupos, preferían distribuirlos en las tiendas. Pero ahora, como casi no hay tiendas
Sí. Creo que, como disminuyó drásticamente la venta de discos, el concierto es un buen momento para ello porque la gente está eufórica por el concierto. Discos y vinilos son lo único que llevamos porque no me quise meter en demasiadas cosas. Yo ya debía organizar mucho en esta gira: preparar nuevo repertorio con un grupo y un formato nuevos, porque ahora voy como el único guitarrista del grupo. Es la primera vez que lo hago. Lo cual cambia el sonido de la banda, lo hemos refrescado. Es mucha tarea ésta como para meterme también a elegir diseños y materiales que vender.
En la rueda de prensa de presentación del BIME se contó ayer lunes que, ante el descenso de ventas de la industria discográfica, la industria musical en general es arrastrada por la música en directo. Más bien por los festivales. ¿Estás de acuerdo?
Se está sobrevalorando mucho el tema económico de los directos. Es cierto que hay un grupete de grupos y de artistas que están funcionando bien, muy bien, en directo. Son unos elegidos. Pero a los que en este momento no estamos dentro de este grupo de privilegiados, donde yo ya he estado en varios momentos de mi vida, a los artistas que como yo llevamos 40 años y nos dirigimos a otro tipo de público, ya te digo que el directo nos supone más bien una inversión que un beneficio.
Una inversión se realiza para obtener un beneficio. ¿Qué beneficio buscas tú?
Es un deber que debo cumplir. Una misión.
¿Con quién? ¿Con el público? ¿Con tu grupo, que fue el argumento con que convencieron a Fito para que volviera a las grandes giras con los Fitipaldis, contándole que 50 familias dependen de él?
Bueno, de mí no dependen tantas... Básicamente es un deber conmigo mismo y con el público. El sábado toqué en Valencia y vinieron varios colegas al camerino a decirme que hacía seis años que no me veían tocar con una banda. Y eso no puede ser. Creo que es un buen momento para refrescar y que la gente venga a verme en directo con una banda. Que la gente sea consciente de que podemos dar conciertos gratuitos y en festivales y tal, pero que un concierto de rock en una sala, en una buena sala, es un caso excepcional que no sé si muchas veces más me lo voy a poder permitir.
¿Por qué no se ve a menudo tu nombre en los carteles de los festivales?
No lo sé. A veces me da la sensación de que los festivales son un poco sectarios. Creo que hay oficinas que tienen mejor feedback con los festivales y son las que convierten a sus grupos en indies realmente. Podrías llamarlos grupos de pop, grupos de rock, pero son indies porque tocan en festivales indies.
¿Quizá consideren los contratistas que tu público no se adapta al de los festivales?
No. Yo hago una música que podría encajar ahí perfectamente. Digamos que manejo un repertorio con el que puedo hacer festivales, ja, ja, puedo hacer plazas mayores de pueblo, puedo hacer pequeños garitos tocando solo y puedo hacer una master class si me lo piden. Soy un todoterreno en ese sentido. Me parecen muy bien los festivales, pero tengo la sensación de que, una vez más, son un evento en el que la música no es lo principal. Hemos inventado un nuevo modelo en el que no diría que la música es secundaria, porque sería muy cruel afirmar eso, pero donde la música solo no es suficiente, ¿no? Los festivales, los gratuitos, la televisión con sus realities La música or la música parece que no es suficiente para movilizar al gran público.
¿Cuántos conciertos diste en 2015?
Sé que di 50 conciertos en formato solo.
Ya, actuabas en solitario con guitarra acústica, eléctrica y piano.
Sí. Era un espectáculo que he dejado aparcado por un tiempo, obviamente. Y no era simplemente coger la guitarra y devaluar mis canciones, sino todo lo contario. Fue un trabajo exquisito en el sentido de que reconstruía el repertorio en otro formato y dando una nueva vida, una segunda vida a esas canciones, totalmente distinta a la de la canción original. Me llevó mucho tiempo conseguir que eso cuadrara, lograr un show lo mejor posible, con una buena narrativa. Y fue un éxito.
Y este año, con la salida del disco, llevarás menos bolos de momento. Se supone, porque acabas de empezar.
El sábado (22 de octubre) fue el segundo concierto de la gira. Hasta diciembre tenemos 17 fechas. Y a partir de ahí, ya veremos. Yo ya no me arriesgo más. A partir de ahí, que me contraten, je, je
El concierto del jueves en Bilbao será eléctrico, ¿no?
Sí. Totalmente eléctrico. Vamos en cuarteto. Guitarra, teclado, bajo y batería. O sea, un músico por instrumento. Lo cual requiere un compromiso mucho más completo por parte de todos los músicos. Con un instrumento por músico, nadie puede pasar inadvertido. Creo que es un show muy espectacular para ver en este tipo de sala, porque habrá un gran despliegue. El rock no es virtuoso, pero yo diría que lo que hacemos sobre el escenario está cercano al virtuosismo. Cantamos los cuatro y estamos muy compenetrados. El concierto tiene ciertos grados por momentos, puede ser muy emocionante y vertiginoso. Y yo creo que los que se dicen amantes de este género, si no vienen a este concierto, no lo son. Son unos farsantes, ja, ja
Presenta a tus músicos.
Todos son estrellas del rock y sex symbols. Está Candy Caramelo al bajo y voz, que es como tener a Ibrahimovic a mi izquierda. Tiene una planta espectacular y es un musicazo que te mueres. Graba sus propios discos, es productor Toni Jurado viene a la batería y es un batería supermusical que toca la guitarra también y compone y graba sus propias canciones. Y Maurito Mietta en el teclado, un flaquito que ahora mismo se ha convertido en un contrapunto fundamental a mi guitarra. Al no haber otra guitarra más, el teclado está muy juguetón y muy presente.
¿Qué tipo de público va a verte? No solo roqueros.
En un concierto al que se entra pagando, yo diría que es un público de rock gourmet. Lo definiría así.
Y se ven muchas mujeres, que ya sabes no frecuentan los conciertos
Es que son todos sex symbols en la banda. Yo soy 'ex symbol' Soy el único 'ex symbol' de la banda. Pero desprendemos mucho sex appeal, je, je, je No sé Creo que lo importante es que no me convertí en una especie de souvenir del pasado, de los años 80 y todo eso. Sino que seguí en activo constantemente y eso ha hecho que el público se renueve en cada disco que saco.
Eso le comentaba a Loquillo hace poco. Que tiene la suerte de que su público se va renovando. Hay mogollón de chavales en sus conciertos y eso es una garantía que te libra del mercado nostálgico, de acabar actuando en La Pérgola para jubilados.
Ya, seguir sacando discos y manteniendo el listón lo más alto posible. Incluso tratar de seguir superándote, ¿no? Es muy difícil en las carreras largas que tus últimos discos, por muy buenos que sean, digamos que estallen y que haya una subida de tu estatus muy marcada. Pero sí hay un goteo de nuevo público, de público joven.
Comenta 'La manada', tu novedad. ¿He podido leer que es un disco variado que has compuesto con distintos instrumentos?
No. No. Al revés. Todo lo contrario. Lo he compuesto sólo con guitarra, y básicamente mucho con guitarra eléctrica. Así que lo compuse de una manera distinta, no de una manera tan reflexiva y tan íntima como mis discos anteriores, sino de una manera como más desbocada, la manada desbocada. Encerrándome en un sitio que tengo insonorizado, donde poder poner buen volumen, colgarme el micro y dejarme llevar sin tener un objetivo muy claro. Sino de una manera casi terapéutica, para sentir el pulso del rock and roll.
¿Qué te sale más fácil, la música o la letra? Supongo que la música.
Pues no te creas Una vez le dijo Dylan a Hendrix: 'Cuida la letra, la música se cuida sola'. Yo sé que cuando tengo una buena letra, ya tengo una buena canción. Sin embargo, sé que cuando tengo una buena música, no tengo nada.
¿Y has pasado largas temporadas de sequía, que no te salían letras?
Por supuesto. Sabes que yo no soy un compositor constante, ¿eh? Desde que entré a grabar este disco, hace cuatro meses, hasta ahora, ni se me ocurrió coger un boli. No estoy con esa especie de radar puesto, o de caña de pescar que sueltas ahí. Todavía no. Pero claro, al principio del proceso de composición, hasta que pescas el primer pececito, cuesta, ¿no? Luego ya fluye todo y llega un momento en que estás tan entrenado, tan absorbido por ese estado mental y emocional, que prácticamente de todo puedes sacar una canción. Pero sí, las primeras etapas de cada disco son un poco alarmantes a veces. Empiezas a repasar tus discos anteriores y te dices: 'cómo hice para sacar estas letras tan buenas'.
¿Qué te parece la polémica por el Nobel a Dylan? Sobre todo por gente que no ha leído un libro en el último año, digamos.
Ya Me parece un poco absurda tanta polémica. Es un premio importante, pero no deja de ser un premio del sistema, un premio formal. ¡Qué más da! Dylan no necesita ningún premio. Hablemos del ahora de Dylan, de cómo gracias a él en un momento el mundo se puso a temblar. Como no hay mucho de qué hablar, esto del Nobel ha servido para llenar páginas. A los detractores fanáticos, fundamentalistas, no los entiendo. Ni en este ni en ningún tipo de debate. Y los defensores me parece que también entraron al trapo. Hoy en día a la gente le gusta mucho opinar y ver que su opinión sale con su nombre. Así sienten que su vida tiene algún sentido, ¿no?
¿Qué estás leyendo ahora?
Buf, estoy con tres libros. Estoy leyendo uno de cuentos de Murakami, justamente (el japonés Haruki Murakami, otro aspirante al Nobel), el libro de Pablo Carbonell 'El mundo de la tarántula', y estoy leyendo 'El día de la independencia' de Richard Ford. Los voy alternando según tenga yo la cabeza para concentrarme.
¿Es tan revelador, tan bestia, el libro de Carbonell?
Yo no lo compraría desde el lado amarillista, sino por la sensibilidad, el ingenio, la profundidad, la inteligencia y el humor.
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