'Beef' con sabor a pudding de banana

Con perdón de Taylor Swift, cuyo reciente videoclip repleto de dardos envenenados contra media industria del entretenimiento americana sigue clavado y supurando en la espalda de más de una 'celebrity', la polémica musical del verano tiene nombre y apellidos: Watkin Tudor Jones; más conocido como Ninja, 33% de la banda de rap-rave sudáfricano Die Antwoord.

A principios de verano, el medio 'Vice' publicó una videoentrevista con Ninja. O más bien, publicó un videomonólogo, ya que la voz de Ninja —a la velocidad de una zarigüeya— acapara los casi 9 minutos del vídeo, titulado crípticamente 'Banana Pudding'. La narración viene acompañada de unas animaciones muy coloristas a cargo del artísta Julien Jourdain de Muizon.

El clip comienza con Ninja recibiendo la llamada de una Paris Hilton borracha, invitándole a una superfiesta en la que, entre otros famosos, está el rapero Kanye West. Al principio, Ninja no se muestra muy entusiasmado con la idea, pero finalmente decide aceptar la oferta, que lo lleva hasta la mansión «blanca, blanca, blanquísima, con caballos y una piscina del tamaño de un Parque Jurásico» de West.

Para sorpresa del rapero de Johanesburgo, al poco de llegar Kanye le dice que van a echar unas canastas a casa de Drake. La cara de Jones se convierte en un poema, de esos con endecasílabos. En 2015, Die Antwoord estuvo de gira con Drake por Australia, y la relación no terminó demasiado bien. El hecho de que Yolan-di, compañera de Ninja en los escenarios y excompañera en las sábanas, publicase en Instagram una foto-meme de Drake acompañada del texto «Soy un gran maricón» pudo tener algo que ver. En el vídeo, Ninja confiesa que fue él quién publicó la foto de la desidia. «Era para echar unas risas», se justifica.

Volviendo al presente —el vídeo no aclara cuándo sucedieron los hechos, pero posiblemente en algún momento de 2016— Ninja entra en la mansión de Drake, a la que bautiza como «Rap-landia» por la cantidad de clichés del hiphop que tiene. El propio rapero de Toronto, ataviado con un 'cosplay' de jugador de la NBA, provoca las risas de Ninja. El amistoso de baloncesto pronto se convierte en un duelo de proporciones bíblicas entre Kanye y Drake. Ninja, autoconfeso patán de los deportes, decide quedarse a un lado mientras las superestrellas del hiphop alardean de su técnica en la cancha.

«Lo unico de lo que me arrepiento en esta vida», confiesa Ninja, «es no haber practicado más baloncesto. Hubiese sido realmente hermoso saltar para hacer un mate y, al acercarme a Drake, golpearle en la cara con mi bolsa escrotal. Hubiese sido asombroso. Pero no pasó». Bum. El 'beef' está servido.

Tras el partido, Kanye West y Ninja se retiran a la mansión del primero para ver 'Star Wars'. La velada pronto toma un cariz más surrealista cuando Drake interrumpe la película para poner sexo anal. Este momentazo ya se lo había contado a Yolan-di y a todo internet en un vídeo casero que publicó hace un año aproximadamente, y el desenlace es el mismo. Con el chun-chun del porno de fondo, Kanye West le pregunta: «¿Te gusta el pudding de banana?».

Ninja, atónito, se pregunta si el pudding significa lo mismo en los 'Estates' que en Sudáfrica. La situación invita a pensar que se trata de algún santo y seña, pero no: Kanye West le está ofreciendo un genuino postre de plátano cocinado por Kim Kardashian. West telefonea al trapero Travis Scott, y los tres disfrutan del dulce. Al terminar, silencioso como su apodo, Ninja decide salir de esta escena tan kafkiana.

«Kanye West siguió llamándome durante una temporada, pero empezó a ponerse raro, así que lo bloqueé», termina diciendo. «Son como pirañas, se muerden los unos a los otros. No quiero ser un accesorio de moda. Si colaboramos, somos familia, podemos confiar los unos en los otros». Y se despide, gesticulando con las manos un crucifijo contra los vampiros del hip-hop.