![El virus se lleva al patriarca del jazz](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202004/02/media/cortadas/EllisMarsalisJr-krKI-U1007705015917oE-1248x770@RC.jpg)
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«Fue un gigante como músico y profesor, pero un padre incluso más grande. Aportó todo lo que tenía para hacer de nosotros lo mejor que pudiéramos ser», recordaba Branford, el mayor de los hijos de Ellis Marsalis. El reconocido pianista y docente, con décadas de jazz a sus espaldas y toda una institución en Nueva Orleans, murió «a los 85 años como consecuencia de complicaciones del coronavirus», informaba el reconocido saxofonista en su página web. En su comunicado, apuntaba también que «ingresó en el hospital el sábado y falleció en paz esta noche» (en la madugada de ayer).
Nacido en Nueva Orleans en 1934, Ellis Marsalis Jr. era el patriarca de la gran saga de músicos que lleva su apellido, con el ya mentado Branford -que al principio no quería dedicarse al jazz-, el productor y trombonista Delfeayo, el batería y vibrafonista Jason y el trompetista Wynton. Este último, impulsor de Jazz at the Lincoln Center y compositor de la 'Vitoria Suite', recordaba en Twitter que su progenitor «se fue como vivió: aceptando la realidad».
Sin embargo, en su nota el primogénito recordaba a través de un texto de su amigo el profesor de Harvard David Wilkins la valentía de Ellis «al creer que podía enseñara a sus chicos negros a ser excelentes en un mundo que negaba esa posibilidad, y ver cómo iban a redefinir para todos los tiempos lo que significa la excelencia». Esa dedicación a sus hijos ha marcado en buena medida la biografía del finado, no solo de cara a los seis con su apellido, incluidos el fotógrafo y poeta Ellis III y Mboya Kenyatta, que padece autismo (Ellis eligió estar más a su lado que ir de gira).
También ha dejado huella en quienes han tenido en él un maestro y padre musical. Bueno, él matizaba a este periódico hace unos años que se sentía «más como los entrenadores cuando los jugadores logran llegar a algo». «No tengo muchas oportunidades de verles, porque suelen están lejos, pero es bueno saber que están ahí y que yo he tenido alguna influencia o les he ayudado».
Entre ellos, el cantante y pianista Harry Connick Jr., el trompeta y compositor Terence Blanchard, el bajista Reginald Veal, el trompetista Nicholas Payton o los saxofonistas Jesse Davis, Donald Harrison y Victor Goines. Como este último, Ellis fue clarinetista, luego abrazó el saxo tenor y después se centró en el piano.
Trabajó con artistas como Courtney Pine, Canonball y Nat Adderley o el también pianista Marcus Roberts, con quien actuó en dúo en 1992 en el Festival de Jazz de Vitoria, donde hizo otro memorable concierto con Wynton en 2001. Entre sus múltiples grabaciones, colaboró con Wynton en 'The Resolution of Romance' o en 'Joe Cool's Blues', inspirado por los dibujos de Charlie Brown y Snoopy. O con Branford en 'The Loved Ones' y 'Marsalis Family: A Jazz Celebration', también con Jason y Delfeayo.
Quien era -junto al clarinetista Michael White- uno de los más profundos conocedores de la música nacida en Nueva Orleans fue asimismo referente de una ciudad cuya alcaldesa, LaToya Cantrell, le calificó de «leyenda». Y como «el prototipo de lo que queremos decir cuando hablamos del jazz» con pedigrí de la llamada Crescent City. Ellis había interrumpido este año tres décadas de actuaciones en el Snug Harbour, un club de French Street donde cada viernes hacía dos pases de 75 minutos.
Todo un caballero del jazz, fue homenajeado en 2016 por el Jazzaldia donostiarra y ejerció la cátedra de estudios de jazz de la Universidad de Nueva Orleans. En una de sus visitas al ciclo de Vitoria reflexionaba que «si quieres estudiar música clásica, tienes escuelas». «El jazz ha sido desarrollado principalmente por individuos, y no existen escuelas para el desarrollo de individuos, sino para comportamientos colectivos. Todo el mundo estudia lo mismo, como en una clase de matemáticas», explicaba.
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