Javier Alcíbar: «Soy músico y poeta»

La novedad se titula 'Como si nunca hubiéramos venido', compila 14 cortes entre los que adapta cinco poemas ajenos (tres de Goytisolo, uno de Bécquer y otro de Emily Dickinson) y oyéndolo nos ha evocado a Sanchís y Jocano, Doctor Deseo, Corcobado, Sabina, Dylan, Elliott Murphy, Aute, Diego Vasallo… Lo dedica a la memoria de su madre y nos sirve para interrogarle superficialmente. «Vivo entre Bilbao y San Sebastián y me dedico a tiempo completo a la música y a la poesía» asevera ubicándose el cantautor dylanita, adjetivo que le adjudicamos por eso de tocar guitarra y armónica a la vez que canta.

- ¿Por qué sigue picándole el gusanillo de la música a estas alturas de la película, a los 55?

- Es inherente a mi educación, a mi vida. Es una necesidad. Estoy muy seguro de mis canciones: son buenas y quiero que se conozcan. Ese es mi trabajo. Pero yo empecé muy tarde a hacer canciones, a darme cuenta de lo mucho que me gustaba componer y cantar. Con más de 30 años. Tengo el deber de dar a conocer mi trabajo de músico. La música no tiene edad.

- ¿Ha tocado en otros grupos anteriormente?

- Sí. En Los Golfos de Bizkaia, un grupo de rhythm and blues. En él componía canciones y tocaba la armónica. Y después trabajé con músicos muy competentes.

- También toca la guitarra… ¿Por qué la eligió y cómo aprendió?

- Siempre he tocado algún instrumento. Empecé a componer canciones para el grupo con la armónica. Hacía una melodía y le metía una letra. Cuando me percaté de mi afición a crear canciones, cosa bastante complicada con una armónica, es cuando quise aprender a tocar la guitarra. No soy guitarrista, pero he conseguido que quede muy compactada con la voz. Aprendí a base de trabajo.

- ¿Se considera más cantautor o poeta, si es que hay diferencia entre ambas facetas?

- Soy músico y poeta. Las dos cosas forman parte de mi vida. La poesía y la música son cosas diferentes, aunque la poesía también tiene un ritmo y una musicalidad. A veces escribo un poema y otras veces cojo la guitarra y hago una canción. Mi logro es conseguir que los poemas, tanto míos como de otros, suenen con naturalidad.

- ¿Qué opina de esta manía, cada vez menos frecuente, de cantar en inglés?

Es primordial que un músico crea en la letra que está tocando y por tanto es lógico que cante en el idioma en el que mejor se exprese. En el idioma en que piense, por ejemplo. El materno es una opción. Y si es cierto eso que dices de que ya es menos frecuente lo de cantar en inglés, me alegro por ello.

- Y yo.

Los anglosajones muchas veces componen primero la música y luego introducen una letra, y al ser el inglés un idioma monosilábico resulta más fácil. En español muchas veces tienes que cambiar algunas cosas para adaptarlo. Requiere mucho más esfuerzo.

- Su voz a veces me recuerda a Francis de Doctor Deseo, algo evidente en la canción 'Nana de la niña triste'. ¿Le gustan?

Sí. Alguno ya me lo ha dicho y a otros les recuerda al cantante de los Ilegales o al de Los Suaves. ¡Y hasta a Sabina! Me han dicho de todo. Cada persona tiene sus opiniones y son respetables.

- En ocasiones el tono general del disco resuena a Aute. ¿Le atrae?

- A mí no me recuerda a Aute. Yo le escuché de muy joven. Lo vi con 16 años y me impactó. A Aute le gustan mucho mis canciones e intentó ayudarme con mi trabajo, aunque al final no cristalizara nada.

- A veces canta de modo susurrante textos líricos, como Diego Vasallo, el de Duncan Dhu. ¿Le sigue?

- La verdad es que no sé lo que hace últimamente Diego Vasallo, pero no canto de modo susurrante aunque no tenga un gran chorro de voz.

- Sopla la armónica y es inevitable pensar en Dylan. ¿Le ha marcado de alguna forma?

- Sí. Le he escuchado mucho. Y mucho en directo. A partir del álbum 'Oh Mercy' (1989) le he seguido menos.

- Y, oye, Javier, físicamente se parece a Kiko Veneno. ¿Se lo han dicho alguna vez?

- Ja, ja, ja… Sí me lo han comentado. Muchas veces. El primer disco de Veneno lo empecé a oír con 18 años y lo sigo haciendo. Mucho me gusta. Pero Kiko es un artista muy desigual, aunque al primer disco le doy un 10.

- Hablemos un poco de su segundo CD, 'Como si nunca hubiéramos venido'.

- En un principio iba a salir con el sello Autor de la SGAE, pero se cerró. Luego con la Warner, ya que a Juan Ibáñez, el director creativo, le parecen muy buenos mi trabajo, mis canciones y mi disco.

- ¿Es una autoedición? Lo han tocado todo entre usted (guitarra, armónica y voz) y Johnny Vincent (guitarra, coros y banda).

- Al final lo ha grabado con Joni Records. Con Joni he aprendido técnica, sobre todo. Y a trabajar y trabajar. Joni entendió todo acerca de la sencillez que buscaba. Y me ayudó mucho a estructurar mis canciones. Es un gran profesional.

- De producción va un poco justo este 'Como si nunca hubiéramos venido'. Parece muy desnudo, pero quizá es parte de su encanto. ¿Qué le habría gustado añadir? ¿Más instrumentación?

- No. Lo tenía claro. Quería algo básico. Que se defiendan las canciones. Son válidas. Aunque también me atrae otro tipo de producción.

- Los textos… ¿Cómo los ha elegido? Varios son adaptaciones de poesías.

- Sí. Bueno, hay también alguna letra, que no es poesía, pero en general son poemas. El libreto ayuda mucho a entender el porqué de las canciones. Son canciones amenas y es importante escuchar, fijarse en la letra.

(Arriba, Alcíbar en vivo en el Kutxa Kultur Kluba donostiarra interpretando 'A veces el amor', un texto de Goytisolo)

- ¿Cuántas veces ha presentado este disco en vivo? Por ejemplo en la Biblioteca de Bidebarrieta, en Bilbao, ahí con buen presupuesto, imagino.

- Primero estuve en la FNAC de Bilbao y luego en la sala de conciertos Kutxa Kultur Kluba en San Sebastián.

- ¿No se anima a divulgarlo por los bares o piensa que la gente puede hablar demasiado al fondo, en la barra?

- No tengo inconveniente en tocar en los bares si me pagan. He toreado en muchas plazas.