«En este país, por desgracia, se escucha más música de fuera que de aquí»

–El refrán dice que veinte años no son nada. ¿Cómo han transcurrido para David De María?

–No todos los días se cumplen veinte años de carrera y me pareció que era el momento para sacar un disco en directo con distintas colaboraciones que sirviera de resumen. También aprovechamos para actualizar algunas de esas canciones con los instrumentos con los que trabajamos en directo: batería, piano, bajos... Y nos ha salido un disco muy bonito, en el que estas canciones han cobrado otra dimensión.

–En este tiempo ha vendido más de un millón de discos. ¿Se le han pasado rápido?

–Hay veces que pienso que sí ha pasado todo muy rápido y otros en los que me parece que en este tiempo yo no he cumplido años, he cumplido discos, giras y canciones.

–¿Sigue teniendo la misma pasión por la música que en sus inicios?

–Sí. Tengo la suerte de seguir teniendo la ilusión del chaval que se montó por primera vez en una furgoneta para ir a tocar. Y creo que es buena señal que esa llama siga viva.

–¿Cómo será el concierto que va a ofrecer hoy en Colindres?

–Muy energético. Creo que el público tiene en su memoria emocional a un David DeMaría un poco más tranquilo y este es un disco muy rockero. Creo que he sacado una vena más Miguel Ríos y mucho menos melódica.

–No es la primera vez que viene a Cantabria.

–No. He estado muchas veces, incluso la portada de 'Barco de papel', el disco más importante de mi carrera, está hecha a orillas del mar en Cantabria.

–¿Cómo acoge su público ese nuevo David De María más rockero?

–Estoy muy sorprendido de lo bien que ha respondido el público a este nuevo disco. Está grabado en directo, pero en estudio, y teníamos muchas ganas de comprobar como lo acogían. Afortunadamente vemos que las canciones funcionan. Yo me siento un artista muy del pueblo porque he tenido la suerte de tocar en las fiestas patronales de casi todas las comunidades y es muy bonito comprobar que este repertorio de mis veinte años de carrera llega a toda la gente. Es todo muy familiar.

–¿Qué ha sido lo peor de estos veinte años?

–Si el resultado de esos veinte años es que haya podido vivir todo ese tiempo de la música, algo que es un milagro, y haber tenido un hijo precioso, no cambiaría nada.

–¿Qué momento vive la música actualmente?

–Vive con un gran peso encima. Todos los tiempos tuvieron sus complicaciones y ahora también. Me parece que en este país desgraciadamente escuchamos más cosas de fuera que de dentro y en ese aspecto estamos un poco jodidos. Me gustaría que se apoyase un poco más la música que hacemos aquí y que los que intentamos mantener una carrera de largo recorrido no tengamos que sufrir modas pasajeras. Parece que si no haces el estilo que predomina no eres nadie. Está complicado para los que hacemos música pop.

–En febrero presentó un libro de poemas 'Navegantes en un barco de papel'. ¿Qué es para usted la poesía?

–Me ayuda a ordenar las ideas y a perderme para encontrarme. Creo que es una forma de sentir y de vivir. Prefiero a la gente que vive en poesía que a la que vive estresada o que no es capaz de valorar lo que tenemos. La poesía es educación, cultura, principios, valores...

–¿Cómo surgieron esos poemas?

–Me costó como cinco o seis meses escribir el libro. Lo fui compaginando con la grabación del disco, con una gira y cambiando pañales y haciendo biberones. Así que aproveché las madrugadas. Es un libro creado totalmente en el silencio y en la soledad de las madrugadas cuando mi niño dormía y podía escribir.

–En las ultimas semanas se han publicados muchas cosas sobre su divorcio y su vida personal. ¿Se siente bien o mal tratado por los medios de comunicación?

–Muy bien tratado cuando es a nivel profesional o con cosas relacionadas con mi carrera. Desgraciadamente aunque hagas sesenta o setenta conciertos y te dejes la piel; hagas feliz a la gente con tus canciones y vivas en la carretera prácticamente todo el año, todo eso parece que interesa menos. En fin, intento salir cuanto antes de todo eso que no tenga que ver con mi carrera.

–¿De quién es fan David De María?

–De mis padres y de mi hijo. Por supuesto que tengo mis referentes y la buena comida, el buen vino, la buena música... soy fan de las cosas buenas y naturales.

–¿Dónde le gustaría estar dentro de otros veinte años?

–Ojalá que vivo y acompañando los pasos de mi hijo. ¿En lo musical? No sé si aguantaré veinte años más como David De María, pero ya ¡que me quiten lo bailao!