'Pale blue eyes', de The Velvet Underground: romanticismo sin extravagancias

Es una balada, una canción de amor muy emotiva. Si inicialmente se dijo que Reed se la dedicó a Nico, compañera de grupo y musa del rock de los años sesenta del pasado siglo, en entrevistas posteriores el propio cantante lo desmintió y confesó que cuando la escribió pensaba en una antigua compañera de instituto, un amor frustrado.

'Pale blue eyes' es una muestra muy apreciable de un tipo de romanticismo sincero, sin extravagancias. Fruto de un artista del que se dijo que sufría un trastorno bipolar que le llevaba a pasar de la euforia a la depresión con facilidad. Esta composición procede, sin duda, de uno de sus períodos depresivos, cuando, sumido en la tristeza, se dedicó a escribir sobre la pureza que desprendían los ojos azules de la persona que amaba en silencio.

Salió a la luz en 1969, pero el tiempo no ha hecho mella en esta canción, hoy tan vigente como cuando la escribió. El neoyorquino logró sin duda una balada preciosa, con la velocidad precisa. Tan dulce, tan triste, tan acariciadora… tan hermosa. Una muestra sin igual de desamor en una época en la que, paradójicamente, reinaba el optimismo hippy, el power flower, el haz el amor y no la guerra.

The Velvet Underground comenzó su corta andadura en Nueva York, a principios de la década de los sesenta. Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen 'Moe' Tucker y más tarde Doug Yule, Nico, Angus Maclise, Walter Powers, Willie Alexander o Billy Yule fueron innovadores y pioneros a la hora de incluir en el sonido de las guitarras el llamado 'noise', compuesto por ruido y distorsiones.

Tomaron su nombre de una novela sadomasoquista titulada 'The velvet undeground' de Jim Takcer, amigo personal de Reed y Morrison. Sus letras sobre la droga causaron mucho impacto y al mismo tiempo rechazo en un período musical en el que en la costa oeste, en San Francisco, imperaban el movimiento hippie y la psicodelia.

Contaron como mánager con Andy Warhol, quien también introdujo en el grupo a la modelo Nico a pesar de la oposición de Lou Red. Fue una mera operación de márketing que obligó incluso a adaptar algunas de sus canciones para que las pudiese cantar Nico, con una voz poco potente.

La unión Reed-Nico-Warhol duró hasta 1967, cuando Reed decidió despedir a sus compañeros de aventura para adentrase en un estilo repleto de crudeza, atonalidad, distorsión… consciente de que ello le llevaba a la antibelleza. Fueron los tiempos también del choque de egos entre Reed y Cale. Venció el primero.

Para 1969, con Lou Reed como amo y señor de The Velvet Underground, adoptaron un estilo mucho más relajado y tranquilo, canciones mucho más melódicas y armoniosas. Una muestra evidente de la versatilidad del genio de Nueva York.

En 1970 llegó el fin, quedando muchos temas sin publicar, cuando Lou Reed abandonara las filas del grupo y sus excompañeros se mostraran incapaces de caminar en solitario.