Sumergido en la música

Cultivando tal faceta, Kike debutó en solitario con el disco 'Jazz Project' (Baga-Biga, 11), muy funk. Y el martes, durante la rueda de prensa, vio por primera vez el resultado final de su reválida, el CD 'Evolución Natural' (Errabal), un collage bien trabado de jazz, étnica, progresividad, etc. Explicó: «Mi segundo disco plasma un recorrido de seis años tocando con distintas formaciones por todo el mundo. He conocido culturas y festivales que van más allá de la realidad que tenemos aquí».

En su segundo repertorio a su nombre colaboran muchos amigos: flamencos como Yago Santos y Enrique El Vaca, jazzmen como Juan Ortiz y Freddy Peláez, bluesmen como el saxofonista de los Travellin' Brothers Alain Sancho, el vocalista bereber Musta Agharban... Algunos de ellos participan como invitados este jueves, Día de la Hispanidad (no se dieron cuenta cuando eligieron la fecha), en la sala superior del Kafe Antzokia (21.30 horas). Por los 10 € de la entrada se regala una copia legal del CD. «Yo digo a quien vaya que paga por el concierto y le regalo el disco. O al revés, que paga por el disco y le regalo el concierto. Va a ser una fiesta y ese dinero es para pagar al Antzoki», comercializa el artista.

Evoquemos esa rueda de prensa del mediodía del martes en el Teatro Campos. Abrió la exposición Xarra, rector del sello de Soraluze Gaztelupeko Hotsak, cuya filial dedicada al jazz, llamada Errabal, alcanza su referencia número 94 con este artefacto de Kike Mora. Y tomó la palabra el protagonista agradeciendo la oportunidad a la discográfica, «que apoya en estos tiempos a los artistas emergentes, o emergidos, o sumergidos... Sumergidos en la música», atinó a la cuarta.

Mora, que además de bajista y contrabajista es guitarrista, aseguró que en 'Evolución natural / Berez datorrena', «junto el jazz, la música de la que parto, con músicas del mundo, flamenco, rock, funk, etc., para hacer una fusión jazz abierta a todo. Está abierta a todo, y empezando por los colaboradores». Al preguntarle un periodista qué música del mundo tiene más presencia en el repertorio del CD, concedió el compositor e imrpovisador: «Han ido llegando no de un modo sesudo, pero la hindú y la meditativa están de modo fuerte. También el flamenco, porque cuento con dos guitarristas: Enrique El Vaca y Yago Santos».

En efecto, son dos tocaores vizcaínos, como él. El Vaca acompaña últimamente al cantaor de Bilbao Juanjo Navas, y Yago Santos atesora una prometedora proyección mundial, como informó Kike: «Yago es de Bilbao, euskaldun, y se fue a Sevilla con una beca. Ganó el primer certamen Paco de Lucía de Sevilla, ha grabado un disco con Universal y va a dar que hablar. Uno de Bilbao va a ser influencia del flamenco», augura Mora.

El miembro de Korrontzi ha podido afrontar la grabación gracias a que es dueño del estudio K.M.T. «Si no, no se podría haber hecho. No cuento con subvenciones, solo con el apoyo de Arrabal», y señaló a Xarra, el representante de la discográfica. «No tengo apoyo financiero. Grabar en mi estudio no me cuesta dinero y me da libertad. Es como cocinar un guiso que no sabes del todo qué sabor va a tener hasta el final. A veces vas por otro lado al previsto. Tener un estudio, además de ojeras y dolor de cabeza, te permite meter tiempo».

Con paciencia ha ido añadiendo las pistas y construyendo el repertorio. A menudo sin necesidad de que pasaran por el estudio sus colaboradores, con la ayuda de la tecnología. «Por ejemplo, el pianista Juan Ortiz vive en Hiroshima, y Yago Santos nos envió su pista desde Boston, porque estaba en Berklee, en un curso impartido por Javier Limón». Además, Kike Mora contó en la grabación con el apoyo de César Ibarretxe, técnico de sonido de Korrontzi (y antaño también de Kepa Junkera). Le elogia el músico: «Ha sido mi mentor en las labores de producción. Me sirve como un ojo externo, para no comerme yo todo el marrón. Me gusta la escuela clara de Elkar, la de César Ibarretxe y Jean Phocas».

Kike Mora anda girando por el mundo con Korrontzi, pero disponer de su propio estudio le ha facilitado la tarea. «Esa es la gran cuestión. He estado grabando entre gira y gira. Hemos estado viajando desde marzo hasta el otro día, como quien dice. Hemos ido a Canadá dos veces, hemos salido a Europa... Venía de Canadá, tenía cuatro días antes de partir a Chequia, y me metía en el estudio, aún con jet lag, a ordenar pistas».

El concierto de estreno, con invitados, tendrá lugar el jueves en el Kafe Antzokia (9.30 horas, 10 €, con CD de regalo, ya se ha dicho). No se podrá repetir la experiencia por cuestiones de logística. «Ayer (por el lunes) estuvimos ensayando hasta las 3 de la madrugada». En próximos conciertos Kike Mora lo presentará en trío o cuarteto. Ya tiene fechas cerradas en La Hacería de Zorrozaurre, en La Perdiz de Portugalete...

Kike Mora revela que se siente «en un momento de creación. Además del disco participo en 'Feedback', un proyecto de danza contemporánea más jazz étnico». El martes en la rueda de prensa también estaba de ponente la bailarina Ana Capilla, que contó sobre 'Feedback': «Es de danza contemporánea más música en vivo. Se trata de extrapolar herramientas del jazz a la escena contemporánea. Se acerca a lo más mínimo del sonido, a la vibración». Y aportó Kike: «Muchas piezas del disco han nacido en 'Feedback', y al revés».

Y Kike proseguía pensando en alto: «Estoy con ganas de hacer cosas diferentes, de crear espectáculos pero sin afán mercantil, aunque a la gente le está gustando esto de 'Feedback'. No lo hemos hecho para ir a festivales. Va a contracorriente incluso para la música de jazz. Tengo la suerte de poder hacer lo que me da la gana. Me da igual que haya delante 50 o cinco personas, quiero mostrar la creación sin juicios, sin que nadie me diga que no voy a vender. Con el primer disco, que era más jazz fusión, también me decían lo mismo y al final tocamos en un montón de sitios. Haber tocado para Kepa Junkera me dio esa visión más mainstream». O sea lo transversal, lo que puede gustar a la mayoría.

Y remató Kike Mora: «En este disco 'Evolución natural' yo tengo un papel más solista, pero no es por ego, sino por no estar siempre en la retaguardia. Me apetece hacer melodías. Es como desnudarse y decir 'este soy yo'. Esto es lo que hago cuando me levanto y hago mis 'escalitas'. Yo toco también guitarra. Toco rock, fusión, folk, jazz...».