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La obra de Ramón Dorado centra la muestra 'Nostalgia. Un tiempo recobrado', que será inaugurada hoy viernes en la Sala Mauro Muriedas donde se exhibirá hasta el próximo 8 de diciembre. Bajo comisariado del galerista Antonio Castillo Rubio, la sala de Torrelavega albergará las ... pinturas realizadas por el artista durante estos últimos años bajo un denominador común: la necesidad de plasmar todo un itinerario vital -en su madurez como artista- revisitando con nostalgia las distintas etapas pictóricas por las que ha pasado a lo largo de su dilatada trayectoria. Castillo comenta la génesis de este proyecto: «Al coincidir un día, durante uno de sus habituales paseos por Torrelavega -ciudad donde reside desde hace varios años- me comentó la idea de esta muestra, y casualidad que yo acababa de releer 'En busca del tiempo perdido' de Marcel Proust, así que me ofrecí a comisariar la exposición». ¿Qué relación tiene la pintura de Dorado y la obra de Proust? «Para mí, mucha, ya que la joya de la literatura francesa y universal es todo un canto a la nostalgia y al paso del tiempo, pero desde una mirada llena de fina sensibilidad y de búsqueda de la belleza», los mismos atributos que transmiten las pinturas de Ramón Dorado, subraya el comisario.
En la exposición estarán presentes tres grupos claramente diferenciadas de obras: «Las abstractas, que son un canto a la naturaleza exuberante de las Islas Canarias de su infancia, con un protagonismo destacado de colores ocres y pigmentos matéricos», aunque también incluye alguna obra de su etapa madrileña, marcada por su dedicación profesional al diseño y al dibujo de planos. Un segundo grupo, conformado por sus retratos poéticos del universo femenino -tan importante también en la obra de Proust- y un tercero configurado por los paisajes realistas de los lugares en los que ha vivido el artista. Ramón Dorado (Madrid, 1948) entiende la pintura como una creación donde lo estático cobra movimiento: «El arte es el fluir de la vida, porque la vida es el arte». El conocimiento y la experiencia le permiten trabajar por igual tanto lo figurativo como lo abstracto y en su obra se evidencia la práctica acumulada en el diseño arquitectónico y la orfebrería. La sala del Aula de Cultura de El Diario, la propia Sala Mauro Muriedas y Espacio Garcilaso han sido testigos de su creación en estos últimos años.
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