Nuevas narrativas artísticas para pensar

En el calendario expositivo de Cantabria, la de 'Itinerarios' es una de las citas más esperadas. No solo porque reúne los trabajos que los becarios de la Fundación Botín han preparado en los dos últimos años, sino también porque es un escaparate de las nuevas herramientas artísticas y de los distintos lenguajes creativos.

En esta edición, la número 29, las instalaciones y las piezas audiovisuales predominan para contar media docena de historias que provocan la reflexión. Los seis proyectos que se presentan en estas salas son obras de Patricia Domínguez, Laura Fernández Antolín, Antonio Menchen, Alice dos Reis, Belén Rodríguez y el dúo formado por María Salgado & Clarisa Navas.

Todos ellos reivindican el arte como una herramienta fundamental para la investigación sobre formas de trabajo arraigadas en un contexto, al tiempo que tejen narrativas sobre comunidades y conocimientos ocultos y desconocidos en diferente medida. Estos 'Itinerarios', trazados por seis mujeres y un hombre de nacionalidades española, portuguesa y brasileña son los testimonios de unos artistas comprometidos con su tiempo y su sociedad.

Unos trabajos que deben verse sin prisa para poder detenerse en los detalles porque cada uno de ellos tiene un significado. Desde los objetos personales que te han acompañado durante décadas a los instantes compartidos de un viaje por dos países. La poesía y lo audiovisual dan forma a unos mensajes en los que también se reivindican las raíces familiares, la forma de vida sencilla en una época de celeridad; la fascinación por lo sobrenatural, la importancia de las cosas pequeñas, la cultura como refugio o lugar de encuentros...

De alguna manera, todos los visitantes podrán sentirse identificados con una muestra que permanecerá abierta hasta el 27 de abril de 2025. Estos becarios ya forman parte de la historia de la Fundación Botín y sus obras, de la nuestra.

'Drive Your Dreams' ('Conduce tus sueños') es el título del proyecto de esta artista que ha realizado una investigación sobre los rituales del sueño en el programa AEP (Alternative Education Program), del Centro de Arte Rupert en Vilnius (Lituania). Laura Fernández Antolín plantea estos rituales como un tiempo y un espacio para la resiliencia, el descanso y la productividad no mercantilizada. Para dar vida a estos ecosistemas de ensoñación ha experimentado y compartido diferentes rituales de su rutina diaria en el contexto de instalaciones y talleres participativos con una audiencia más amplia como una invitación a diálogos entrelazados de nuestro inconsciente, recuerdos e imaginación, a través del dibujo el movimiento y la escritura automática.

En esta muestra presenta una instalación que realizó durante su residencia en el edificio de la fábrica textil Lelija, que se encontraba semiabandonada. La obra está hecha de materiales desechados de automóviles como símbolo de nuestra cultura como refugio para encuentros. Por eso, en el espacio expositivo, el visitante encontrará materiales de dibujo, un paisaje sonoro, espacios de descanso y una pieza meditativa de audio narrada por la propia artista, que invita a utilizarlos.

El trabajo que ha desarrollado esta artista, gracias a la beca de la Fundación Botín, la ha llevado a visitar lugares como el desierto de Atacama, donde se desarrolla el proyecto astronómico más grande del mundo, el ALMA (Atacama Large Milimiter Array), o el Centro Científico y Tecnológico (CERN) en Ginebra. Un viaje en el que recurre a mitos, símbolos, rituales y prácticas curativas, combinando su imaginación artística con la investigación en las ciencias, como la etnobotánica o la física cuántica, en su búsqueda por decodificar cómo entendemos la realidad y cómo podemos ampliar nuestras perspectivas.

El resultado es un vídeo, que acompaña con una serie de acuarelas, que componen una obra especulativa, ancestral y futurista que reflexiona sobre cómo entre los espacios espirituales y los cuánticos no existen distancias. Bajo el título 'Tres lunas más abajo', ese vídeo de casi 54 minutos presenta a una mujer y un ave robot que peregrinan juntos al Radiotelescopio ALMA y al Gran Colisionador de Hadrones y Detector de Neutrinos del CERN. La protagonista aspira a adquirir las capacidades de estas punteras tecnologías y a acoplarlas en su ser orgánico, biológico y espiritual. En su viaje, la mujer también consulta a un extraterrestre proveniente de Pléyades.

Esta artista portuguesa ha recurrido a sus raíces a la hora de presentar su trabajo. Procede de una zona en la que lo paranormal forma parte de la vida cotidiana y sobre ello ha explorado el arquetipo del ovni en Sierra de Gardunha, donde se encuentra la casa familiar de su familia paterna, y que es un lugar venerado desde antaño como lugar de apariciones de santos. La montaña, en la actualidad, es famosa por unos avistamientos de luces en los que incluso se dice que existe un hangar para ovnis oculto en su interior.

Durante el periodo en el que ha disfrutado de la beca, Alice dos Reis ha vuelto a bordar, una práctica que ya había desarrollado en sus orígenes artísticos, cuatro tapices que ha titulado 'Elementales' y en los que aparecen ovnis y montañas. Los tejidos completan su otro trabajo una película de ocho minutos algo atmosférica y onírica en la que cuenta una historia intergeneracional de enamoramientos en la que, paralelamente, dos amigos lamentan el embarazo de una gata, especulando sobre si la energía mística de la montaña podría interrumpir la gestación. Rodada en 16 mm. con un equipo pequeño e íntimo en este filme se expresan la geología del territorio y la biografía de una gestación corporal no deseada.

'Vía Versus' es como se llama el proyecto que esta artista ha realizado junto a la cineasta Marisa Clarisa Navas (Corrientes, Argentina 1989), aunque esta última no pudo viajar al Centro Botín para presentar la exposición. El 'Itinerario' de estas dos creadoras también tiene una pieza audiovisual como elemento central que se filmó en Formosa y Corrientes (nordeste argentino) y la aldea de Pousada y Verín (Ourense). Partiendo de estos lugares muy concretos y de las historias y las lenguas de quienes en ellos habitan, las becarias se propusieron contar aquello que es poco visible o apreciable bajo formas históricas de represión y silencio.

A la película se incorporan como voces dentro del sonido de la pieza, dos poemas escritos por María Salgado antes del rodaje en Galicia (Versus) y durante y después del rodaje en Argentina (Vía), pudiendo también ser leídos como textos impresos en las publicaciones que se encuentran en la sala a disposición del público. La película, más sensorial que racional, es el reflejo de un viaje durante el cual ambas artistas se desplazaron desde sus respectivos territorios y lenguajes artísticos hacia un lugar desconocido, todo ello en compañía del equipo formado por Lucas Olivares, Marta F. Salgado, Luis Molina, Marta Orozco y Chus Pérez Limia.

La creadora ha aprovechado su fascinación por la cultura japonesa para defender el estilo de vida sencillo. En su trabajo destaca la importancia de reconectar con técnicas tradicionales y valores perdidos en la vorágine de la vida moderna. Para ello ha realizado una serie de piezas escultóricas e instalaciones, en las que utiliza principalmente materiales textiles que ella misma teje, compone o tinta en su estudio, situado en una zona rural de Cantabria. Durante los últimos años, ha insistido en la necesidad de ser sostenibles en la producción textil, fomentando prácticas que respeten el medio ambiente, como la utilización de tintes autóctonos, y la preservación de recursos, como el reciclaje de los materiales de trabajo.

Así en la sala se puede ver su proyecto 'Chaqueta granjera', una instalación inspirada en el Bashofu, una prenda tradicional japonesa que se realizaba con la fibra del banano o la ortiga y que aunque se utilizaba para trabajar mantenía una gran elegancia. También ha recopilado distinto material desechado en la fábrica Textil Santanderina como llamada de atención sobre el reciclaje. Una banda sonora suena en la sala mientras dura la visita; se trata de una colaboración con el músico Tatematsu Masahiro que ha generado 22 piezas musicales para xilófono.

Durante el desarrollo de su beca, Antonio Menchen, que prefirió no posar de frente para la fotografía de este reportaje, ha partido de la imagen para llegar al volumen, entrando poco a poco en el terreno de la escultura. El artista entiende su proceso como un recorrido desde el ojo hasta la mano, desde el placer de mirar hasta las ganas de hacer. Tomando como punto de partida una colección de imágenes que ha ido recopilando durante los últimos quince años, las obras establecen una palanca para el deseo, entendido este como una fuerza capaz de empujar todo tipo de relaciones.

El becario ha realizado en el espacio expositivo una puesta en escena entre lo arquitectónico o constructivo y lo cinematográfico que recuerda un reloj en el momento en que se le está cambiando las pilas. Se trata de un ejercicio de traslación, donde se han ido apilando imágenes, tomando unas y dejando otras atrás. En cada una de esas estructuras hay objetos cuidadosamente escogidos que nos recuerdan una escena, como un vaso con restos de líquidos, o vestimenta, que nos interpelan desde una escala próxima al cuerpo. El título del proyecto es: '7:09:31' y en él vuelve a jugar con el tiempo y, sobre todo, con ese elemento central que es el reloj.

• Temas
• Argentina
• Cantabria
• Galicia
• Lituania
• Taiwan
• Verin
• Vilna
• Cultura en Cantabria
• Centro Botín
• Arte en Cantabria