El nuevo Boletín de la Biblioteca de Menéndez Pelayo reivindica a las novelistas a través del Premio Nadal

Una luz sobre esa sombra fundamenta esta reivindicación de la labor de las novelistas. El volumen ha sido coordinado por Marisa Sotelo, catedrática de Literatura de la Universidad de Barcelona, y Blanca Ripoll, profesora de la misma universidad, cuyos trabajos se centran «en la relación fundamental que se dio durante la dictadura franquista entre la entrada de la mujer escritora en el campo literario español y los premios como recurso visibilizador de la labor de las narradoras». Y, en concreto, los estudios abordan los casos principales de ganadoras o finalistas del Nadal «durante las primeras décadas de historia del certamen».

La importancia y proyección en la historia literaria venidera del Premio como «mecanismo de presentación de la mujer escritora en el mundo literario» copa el artículo de Ana Cabello, de la Universidad de Málaga, 'Una habitación propia: el Premio Nadal y la escritora profesional en España', «minucioso trabajo que abre este monográfico y que presenta, a partir de la recepción crítica de los galardones y de los testimonios de las propias escritoras, su relevancia y proyección tanto en las trayectorias de las autoras como en nuestro sistema literario».

Entre los colaboradores del volumen se encuentran varias investigadoras, catedráticas y profesoras, más un catedrático, de la Universidad de Barcelona, entidad que acogió a finales del XIX a Marcelino Menéndez Pelayo en sus aulas.

Destacan los trabajos de Marisa Sotelo, que se ocupa de estudiar la trayectoria novelesca de la segunda ganadora del Nadal: la autora santanderina Elena Quiroga, con 'Viento del norte' (1950), y se detiene en el análisis de una de sus novelas menos atendidas, 'Escribo tu nombre'.

Adolfo Sotelo estudia la naturaleza testimonial de la novela de Carmen Martín Gaite 'Entre visillos' (1957), una narración que abrió «una ventana privilegiada a un mundo silenciado para la literatura hasta el momento: las expectativas y temores de las mujeres españolas en el contexto de una asfixiante ciudad de provincias». El artículo dibuja «las relaciones que antes y después del galardón unieron a la novelista salmantina con el grupo de Destino», editorial de los Nadal.

Ana María Matute, que se reveló literariamente cuando fue finalista del Premio en 1947, año en el que Miguel Delibes obtuvo el galardón con 'La sombra del ciprés es alargada', y que consiguió el premio con 'Primera memoria' en 1960, es el objeto del documentado estudio de Blanca Ripoll y María Calvo. El artículo de Gemma Márquez analiza el singular caso de Lluïsa Forrellad, ganadora en 1953 con 'Siempre en capilla', quien tras medio siglo de silencio regresó al panorama literario con una obra escrita en catalán: 'Foc latent' (2006). Rosa Navarro, catedrática de la Autónoma de Barcelona, presenta un estudio sobre la incidencia que tuvo la obtención del Nadal para Carmen Laforet por su novela 'Nada', y se centra en especial en sus cinco novelas: desde la ópera prima hasta la inacabada 'Al volver la esquina', pasando por 'La isla y los demonios', 'La mujer nueva' y' La insolación'.

Luca Cerrullo (Universidad de Bari) presenta una disección de una escritora «muy interesante y poco estudiada», Eulalia Galvarriato, que fue finalista con una novela titulada 'Cinco sombras'.

A la tercera ganadora del Nadal, Dolores Medio, y a su magnífica novela 'Nosotros, los Rivero' (1953), dedica un trabajo Dolores Thion Soriano-Mollá, catedrática de Literatura española en la Universidad de Rennes II y miembro de la Junta de la Sociedad Menéndez Pelayo. Y cierra el monográfico el estudio de Noémie François, 'La alternativa al Nadal: el caso de Concha Alós y el Planeta', un texto que, sin salir excesivamente del círculo del mundo editorial barcelonés, trata otros ejemplos de galardones que, imitando o intentando ensombrecer al Nadal, funcionaron en su misma órbita. Los nueve trabajos del número radiografían «un panorama muy interesante de las obras de estas narradoras y demuestran que, en efecto, debemos seguir estudiando y analizando los relatos de estas mujeres que tantas dificultades tuvieron para abrirse camino en el mundo literario a partir de los años 40 y que con tanta brillantez resaltaron en él».

Estas escritoras, subrayan las coordinadoras, «vivieron y crearon en unos años difíciles y tuvieron que liberarse de muchas ataduras, sin poder, en muchos casos, tener a su alcance la educación y las posibilidades de difusión de sus textos que estaban reservadas a los hombres». Como escribió Martín Gaite, «sin saber muy bien lo que estaban haciendo, estas mujeres rompieron, salieron, escribieron, en ocasiones, para liberar su alma, en un ejercicio de autoanálisis, en una huida hacia lo imaginario, pintando certeros retratos literarios de la sociedad que las encorsetaba».

Una «triste pero necesaria» rúbrica al volumen se plasma en la necrológica de María Cruz García de Enterría, «lebaniega de corazón, fallecida en 2021, maestra del hispanismo, gran especialista en la literatura de cordel y en las letras del Siglo de Oro, cuya figura y obra glosa la profesora de la Universidad de Valladolid, María Jesús Díez Garretas. Un homenaje «pertinente a una mujer tan sabia como humilde que supo transmitir el amor por la literatura y sus ingentes conocimientos a muchas generaciones de filólogos».