«Nunca se puede dar por finalizada una personalidad tan rica como la de Semprún»

Fue 'La autobiografía de Federico Sánchez' (1978), Premio Planeta ese mismo año, el libro que despertó su curiosidad y, desde entonces, Cabezón siguió su trayectoria, profundizando en las diversas facetas. Acercarse a su figura puede hacerse a través de esa obra, «fundamental» para saber «quién era, qué hizo y cómo lo hizo». Un libro que tenía en la cabeza desde el día en que en Praga se decidió la expulsión del Partido Comunista de Federico Claudín y del propio Semprún.

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Escritor, intelectual, guionista cinematográfico, desde que salió «siendo un muchachillo» de España, toda su trayectoria fuera del país sin renunciar nunca a su condición de español: su paso por el campo de concentración de Buchenwald, su incorporación al Partido Comunista de España cuando llega a París, que más tarde le mandará a su patria para articular células en el país, y «todo ese bagaje cultural y personal», que Cabezón tratará de reflejar en su charla en la que, «obviamente tengo que restringir los datos y anécdotas», dada la largo colección de pinceladas que habitan en la vida de Semprún. Su mencionado confinamiento durante 15 meses en el campo de concentración de Buchenwald durante la II Guerra Mundial le dejó una profunda huella, aunque no será hasta sus últimos libros ('La escritura y la vida' y 'Viviré con su nombre, morirá con el mío'), cuando hable sobre estos hechos. Entre sus novelas destacan 'El largo viaje', centrado en sus días como miembro de la resistencia francesa; 'Aquel Domingo', donde analiza con visión certera, la dialéctica marxista y el nacimiento y ocaso de las ideologías en el siglo pasado. De todas sus facetas, al escritor cántabro le interesa la parte política, pero más aún la parte personal. «Su capacidad de reflexión, su compromiso contra los totalitarismos». Confesó que se afilió a un Partido Comunista «del que iría descubriendo después determinados defectos y errores», e hizo «un gran trabajo de oposición a la dictadura franquista dentro del régimen».

Si bien la Universidad Internacional Menéndez Pelayo celebró el pasado año algunas actividades vinculadas al centenario de Semprún, Jesús Cabezón cree que su figura no concluye con un seminario o una conferencia, sino que «hay que seguir debatiendo y profundizando en lo que significa su compromiso». Asegura que durante 2024 se añadirán nuevas actividades de la mano de distintas entidades y «nunca se dará por finalizada una personalidad tan rica en matices como la de Jorge Semprún». Cuando ejerció como ministro del Gobierno de Felipe González, Semprún recibió la Medalla de Oro de la institución académica. El prolífico creador no fue, sin embargo, como subraya Cabezón, académico. «Obtuvo el premio Formentor, el Planeta, otros galardones internacionales, pero en España se decía que era muy francés y en Francia que era muy español». De su charla en Santander, Cabezón espera generar interés y motivación para seguir, leyendo, indagando, buceando en la biografía del creador. «Con eso habremos cumplido el objetivo».

Entre las anécdotas que abordará en la charla, está esa leyenda urbana que convierte al escritor en vecino de Santander. «La visitó en distintas ocasiones, pero nunca vivió en la ciudad», explica Cabezón. Sí acudió de forma recurrente a la UIMP, en los nutridos meses de verano. Semprún intervino en numerosos encuentros, impartió conferencias y cursos sobre arte y literatura francesa, presentó sus libros, y, no menos importante, intervino en el ciclo el autor y su obra ante un público numeroso y admirado de la brillante revisión de sus libros más destacados. Fue ahí, de hecho, doce años después de su muerte, donde el pasado mes de junio, se celebró un encuentro enmarcado en esa conmemoración 'Jorge Semprún en su centenario, 1923-2023', bajo la dirección del profesor cántabro Felipe Nieto. Hace una década el profesor de Historia Contemporánea y del mundo actual de la UNED, obtuvo precisamente el Premio Comillas de la editorial Tusquets por su obra 'La aventura comunista de Jorge Semprún'. Nieto fue, asimismo, el encargado de leer la laudatio en la ceremonia en la que en 2004 la UIMP entregó su medalla de Honor a Jorge Semprún. Salvador Ordóñez, entonces secretario de Estado de Universidades y más tarde también mandatario de la UIMP subrayó que «hay muchos Jorge Semprún». Está el escritor, el político, el exiliado, el comprometido, el hombre de partido... Y reivindicó al autor de 'Viviré con su nombre, morirá con el mío' por «haber sabido acercarse a la utopía, haciendo un maravilloso ejemplo de su vida con soluciones imaginativas y éticas».

Cabezón suma este testimonio y retrato a una profusa sucesión de comparecencias destinadas a acercar figuras literarias o a divulgar huellas de intelectuales imprescindibles por su legado.

También los Martes Literarios, que patrocina este periódico, acogieron a Semprún. Y participó en los Encuentros sobre la edición impulsados por Pancho Pérez y en la tribuna del Ateneo, por lo que esta sesión cierra de forma simbólica un círculo de merecido recuerdo y homenaje en torno a su figura.