Las obras de diecinueve artistas interpretan la Esperanza en el mercado santanderino

El Mercado de La Esperanza se transforma así, de nuevo, en un espacio para el arte y la cultura. Bajo el epígrafe 'Esperanza' el proyecto impulsado por la Concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Santander la casi veintena de creadores «invita al público al paseo por un espacio expositivo abierto y accesible que favorece al comerciante y establece un diálogo con los creadores al mismo tiempo».

Cada autor plasma su visión personal de la esperanza con su propio estilo, su técnica particular y su forma de concebir el arte, en este caso desde propuestas puramente realistas a las más simbólicas.

Los artistas participantes en la exposición 'Esperanza' son: Víctor Alba, Sergio Belinchón, Gloria Pereda, Pedro Calderón, Ana Junko, Paloma Álvarez de Lara, MO Gutiérrez Serna, Manuel Álvarez Diestro, Pepe Lamarca, Bernardo Aja de Maruri, Manuel Fernández Saro, Guillermo de Foucault, Javier Lamela, Sara Huete, ELE Equipo, Emma Meruelo, Olga Martínez, Juanjo Viota y Javier Vila. Como en citas recientes de similar espíritu urbano, vertebradas por el lenguaje del arte, María Vidal es la organizadora de esta actividad.

El objetivo radica en «ofrecer a los ciudadanos una nueva experiencia artística y cultural y favorecer al tiempo la actividad de este emblemático mercado y las ventas de sus comerciantes. La alcaldesa, Gema Igual inauguraba la muestra, en un acto en el que estuvo acompañada por la responsable municipal de Comercio, Miriam Díaz, junto a algunos de los creadores participantes y comerciantes del mercado. 'Esperanza' reúne a artistas locales, pintores, fotógrafos y escultores, que han interpretado el mercado y su visión de «la esperanza de vivir, soñar, experimentar, reencontrarnos y resurgir». La nueva mirada colectiva da continuidad a la muestra inaugurada el pasado viernes en el Mercado de México, donde se exhibe 'Entre Roma y Condesa' del fotógrafo santanderino Bernardo Aja.

Además, hay que sumar la colectiva 'Espacios Vacíos' presente en varios escaparates desocupados de la ciudad. Todos ellos ejemplos de que el espacio público se transforma en espacio expositivo como canal para transmitir su mensaje: «Rodeados de incertidumbre, inmersos en esta extraña realidad, el arte cobra especial importancia generando un impacto beneficioso en la vida diaria de la ciudad».