Pablo Burgos aporta una visión pop a los bodegones del siglo de oro holandés

Pablo Burgos (Torrelavega, 1968) cerró 2022 con la que él mismo definió como «la exposición más importante de su carrera». Fue en el CN Foto de la capital del Besaya y en ella revisaba sus veinte años de trayectoria en 160 obras de dibujo, grabado, pintura y escultura. La muestra que hoy presenta se centra más en sus nuevas inquietudes, en ese proyecto de las naturalezas muertas en el que estuvo enfrascado desde 2017 a 2022 y que supone un importante cambio de registro en su obra. El resultado es un exposición en la que «despojadas de toda visión religiosa o alegórica, los objetos, el fondo de rayas, las frutas o las flores tienden a coexistir en un ambiente surrealista que es a la vez inquietante y relajado», tal y como la describe Bedia Casanueva.

Uno de los aspectos destacables de esta propuesta es la inclusión de objetos de vidrio y metal en esos bodegones, unos elementos en los que en ocasiones se refleja su propia imagen, haciendo así una referencia explícita a la pintura holandesa del siglo XVII que inspira todo el proyecto. Estos objetos, como la cerámica de Delft o la porcelana china, comparten escenario con textos, flores o souvenires kitsch propios de la cultura pop. «Audazmente, permite que los dibujos iniciales a lápiz permanezcan parcialmente visibles junto con diferentes texturas y niveles de viscosidad de la pintura», según Bedia Casanueva.

Por otro lado, el juego de claroscuro se acentúa con la deformidad que ofrecen las sombras en cada uno de los cuadros, y en los que, como contrapunto, emplea una esmerada gama de tonos pastel con una gran luminosidad. Cabe destacar también los formatos circulares donde las propias figuras parecen escaparse del soporte.

Formado como restaurador y artista en Bilbao, Valencia, Londres y Ámsterdam, Pablo Burgos, un artista inconformista e investigador ha estado siempre en contacto con las obras de arte con su materialidad, sus técnicas y muy especialmente con la irradiación de su mensaje que a menudo han abordado temas como sociales, vivencias personales, la homofobia o incluso temas eróticos, una carrera artística que ha compaginado siempre con una faceta docente pues, además de dirigir la Escuela Municipal de Artes de su ciudad, también es profesor del IES Marqués de Santillana también en Torrelavega.