Pablo Hojas, la mirada iniciática del fotógrafo

«Volverse 'pasado' es volverse 'arte'» escribió Susan Sontag en 'La conciencia uncida a la carne'. A la escritora y ensayista, autora de 'Sobre la fotografía', la retrataron en La Magdalena Juantxu Rodríguez (asesinado por soldados estadounidenses en Panamá) y Pablo Hojas. El veterano fotógrafo santanderino protagonizará la transición expositiva del otoño al invierno con una mirada que en cierto modo responde al espíritu reflejado por la pensadora.

Así, un itinerario configurado por cuarenta imágenes fundirá un azaroso trayecto emocional, un relato personal de este incesante cazador de imágenes. Hojas, que lleva desde los años sesenta explorando el entorno, la actualidad, el paisaje, los rostros, los hechos y los acontecimientos a través del territorio común del lenguaje fotográfico, exhibirá en el CDIS, Centro de Documentación de la Imagen /Ayuntamiento de Santander, ese conjunto de imágenes que abarcarán casi veinte años de creación, 1965-1986. Desde las raíces y la mirada iniciática a su consolidación en campos como el fotoperiodismo y la fotografía de autor que fueron anticipando otros hitos posteriores, caso de sus talleres o la apertura de la primera galería de Santander dedicada a la fotografía.

El CDIS enmarca esta muestra en su serie de exposiciones dedicadas a autores consagrados, veteranos o históricos de los que se desvelan sus raíces o sus trabajos menos conocidos o anclados en el tiempo. La muestra de Hojas será la última de esta temporada para el Centro de Documentación de la Imagen de Santander.

Hojas, que reunirá para esta ocasión- la muestra será inaugurada hacia finales de noviembre y permanecerá en exhibición hasta entrado 2019- permitirá acercar su trabajo y, en paralelo, trazar un concepto y evolución del propio lenguaje fotográfico. Como escribió la propia Sontag: «El resultado más importante del empeño fotográfico es darnos la impresión de que podemos contener el mundo entero en la cabeza, como una antología de imágenes». Y Hojas hurga en la memoria para extraer una serie de citas visuales ocasionales -nunca una colección al uso con ánimo de retrospectiva o representativa antológica-, que desprende querencias, recuerdos, descubrimientos, miradas reveladas, hallazgos y espacios recobrados.

Vertebrada por el blanco y negro como terreno común, la muestra del CDIS se enmarca en el proyecto que el Centro concibió para dedicar a autores ya consagrados y de larga trayectoria mediante determinadas muestras temporales que suponen un acercamiento diferente de sus creaciones y de sus respectivos estilos. Todo desde que el nombre del nonagenario Ángel de la Hoz, ahora decano de los creadores cántabros, quedara ligado al Centro dando nombre a su sala principal.

En el caso de Pablo Hojas no hay más fijación que la que se deduce de la posible crónica de ese periodo de casi dos décadas que enmarcan las fotografías. Pero el fotógrafo ha subrayado que en ningún momento ha recurrido a un selección convencional, representativa o sintética de su trabajo. En el espacio, que coordina Manuela Alonso, podrán verse algunas imágenes inéditas como un significativo retrato de la artista Pilar Cossío, tomado en los años ochenta, que supone un juego metafórico y reflexivo sobre mirar y ver, sobre el acto del revelado y la representación, sobre el proceso analógico entonces, hoy digital, del hecho fotográfico.

El artífice durante una década del Polientes Photo ha recordado que nunca se ha ceñido a una única temática o a un territorio monográfico. La diversidad de creaciones, los trabajos en medios de comunicación, el mundo del retrato, o los reportajes lo alejan de un proyecto uniforme. De ahí que esta exposición eluda cualquier factor común o de síntesis de una trayectoria que abarca numerosos y, a veces, contradictorios ámbitos. Una apuesta por tanto por la evocación personal en la que cabe el recuerdo, la anécdota, el retrato irrepetible, el hito profesional, y que en muchos de los casos conllevará registros inéditos y el reflejo de todo tipo de imágenes.

Pablo Hojas no descarta afrontar a medio plazo un proyecto de publicación ambiciosa, configurado por cientos de fotografías, y un sentido más icónico de lo que ha sido una trayectoria profusa desde su adolescencia hasta el presente. Quizás un libro en el que, a modo de crónica generacional, daría cabida a los antecedentes fotográficos de su familia, especialmente el de su padre Pablo Hojas Llama, cuyo archivo ingente forma parte de los fondos del CDIS.

Entre el fotoperiodismo y la luz, eje de de la revitalización fotográfica en Cantabria, Premio Estrañi, con ese reconocimiento a sus mayores, «a mi padre que me inició en la fotografía», Hojas (Santander, 1945), tras un paréntesis regresó esta primavera al escaparate expositivo con una colección de miradas temáticas reunidas bajo el epígrafe 'Reverberaciones, los misterios del Camino'. El fotógrafo santanderino, que se arriesgó con la primera fotogalería de la ciudad, impulsó la creación reciente de Espacio Imagen y construyó un proyecto personal como 'Miradas en Blanco y Negro' de la UIMP.

Sus trabajos han enriquecido medios como El Diario Montañés, Cifra Gráfica, EFE, El País, La Vanguardia, La Stampa, Cambio 16, Newsweek, Le Figaro, o The New York Times, entre muchos otros. Desempeñó el cargo de jefe del Departamento de Fotografía del semanario 'El Norte' y ha ocupado la corresponsalía de El País durante décadas, además de ser fotógrafo oficial de la UIMP. En sus incursiones en la fotografía publicitaria, se ha responsabilizado muchos años de la foto fija de los anuncios de Freixenet.