Pablo Hojas, última mirada

«La fotografía es, por su misma naturaleza, una manera promiscua de ver, y en manos talentosas un medio de creación infalible». Los pensamientos de Susan Sontag estaban muy presentes en la creatividad de Pablo Hojas. En la última etapa de su vida, cuando ya no podía expresarse a través de la imagen, asomaron reflexiones del fotógrafo santanderino que reflejaron claramente su manera de entender la mirada. Entre sus inquietudes una sentencia resumía con claridad su vínculo con el hecho de fotografiar: «Se ha perdido una gran parte de la sinceridad de la imagen». Aunque han sido varios los homenajes e iniciativas que han evocado y reivindicado la huella de Pablo Hojas desde su fallecimiento en julio de 2022, de la Fundación Caja Cantabria a la UIMP, pasando por La Caverna de la luz, es en este inicio de año cuando se publica una obra que abarca la relación poliédrica de Hojas, entre lo personal y lo profesional, con la fotografía. Es esa panoplia integrada por facetas, espacios, creaciones, modos de ver que cultivó y potenció durante décadas.

Del fotoperiodismo a la publicidad, de la docencia a la creación artística, de la divulgación a las series más creativas y singulares. Bajo el epígrafe 'Pablo Hojas Cruz. Última mirada', la edición reúne así por primera vez la obra clave de todos los periodos de creación de la extensa carrera del reconocido fotógrafo Pablo Hojas Cruz. El artífice de este proyecto, que se ha gestado durante más de un año, en diferentes periodos y fases, es el editor Raúl Reyes, que ha sido capaz de aglutinar a personas de ámbitos muy diferentes que conocieron a Hojas para que aporten perfiles plurales de su figura y obra, pero también de reunir a administración y entidades vinculadas a la evolución de Pablo Hojas, donde plasmó su trabajo.

El objetivo del libro, que será presentado en las próximas semanas, ha sido precisamente el de reunir por primera vez en una cuidada publicación «una minuciosa selección de la obra clave de la extensa trayectoria del fotógrafo, abordada a partir de la revisión de todo su archivo fotográfico y en estrecha colaboración con su familia». Una «poliédrica visión de su buen hacer en las diferentes disciplinas de la imagen, y con la que también queremos homenajear el sincero trabajo que realiza el colectivo de fotoperiodistas, que siempre considerarán a Pablo Hojas Cruz como uno de sus maestros», en palabras del editor.

Quizás en el título del prólogo 'El libro que Pablo siempre quiso hacer', expresado por Elena Cuevas, pareja de Hojas, está contenido el sentido de esta publicación que, en su itinerario, traza los principales hábitats donde se forjó su mirada a través de textos escritos por quienes le conocieron y evocaron su labor: la fotoperiodística.'Pablo Hojas: solo hay una luz', que retrata Jesús Ruiz Mantilla, periodista y escritor; la de fotopublicista, 'Reflejo de su tiempo', expresada por Esteban Cobo, fotoperiodista; la del fotógrafo retratista, 'Huella indeleble en la historia visual de la UIMP', que recorre Carlos Andradas, rector de la Universidad Internacional. la del fotógrafo artista. 'Pablo Hojas Cruz, el buen entendedor', que reivindica Fernando Zamanillo, historiador y crítico de arte, y finalmente, el perfil aportado por Juan Muñiz, director de la Fundación Caja Cantabria, 'el fotógrafo maestro. Pablo Hojas. Nuestro Capitán'.

La edición ha sido promovida y al cuidado de Raúl Reyes, editor y gestor cultural, que acaba de ejercer de comisario de la muestra sobre la Colección de arte del Colegio de Arquitectos. Una edición que ha contado con el apoyo de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santander y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Para urdir el libro se ha realizado una profunda revisión de todo el archivo fotográfico de Pablo Hojas y, en estrecha colaboración con David Hojas Cuevas, hijo y colaborador del fotógrafo, se han seleccionado las imágenes que contiene. David ha sido también el encargado de la labor de digitalización y ajuste de las imágenes. La edición contiene cerca de 200 fotografías, que generalmente están reproducidas a gran tamaño. Y el original diseño gráfico editorial ha sido realizado conjuntamente por María José Arce y el propio Reyes.

En las miradas plurales que habitaban en Pablo Hojas, como quedó ratificado en muchas de su exposiciones, asomaban o compartían expresión el fotoperiodista que persigue el relato; el docente accidental; el fotogalerista consciente de que el escaparate tiene fecha de caducidad; el fotopublicista de burbujas y pompas de neón; el heredero de esas sagas que en el noble oficio de usar la cámara vieron un ejercicio de estilo...En la mayor parte de las fotografías que se han reunido con destino a esta publicación se albergan la textura de la curiosidad, la comunicación frágil pero decidida de quien tiene en cuenta los espacios críticos, los rincones extraordinarios, las posibilidades de los retratos que siempre esconden estrías de fantasmas, huellas de lo no fotografiado, planos desacostumbrados.

Elena Cuevas subraya en el prólogo que Pablo Hojas «dejó un archivo ingente que refleja el mundo que le tocó vivir. 'No se hace una fotografía solamente con una cámara. Llevas al acto de fotografiar todas las imágenes que has visto, los libros que has leído, la música que has escuchado, las personas que has amado'. Esta reflexión del fotógrafo Ansel Adams me lleva a pensar que este libro est á lleno de viajes, de otros muchos libros de fotografía, de rock and roll, de familia y, especialmente, de amigos».

El escritor y periodista santandeino, Jesús Ruiz Mantilla, recuerda en el libro lo que definía la entrega de Hojas con su cámara: «Hallar ese instante preciso se convertía para él en algo obsesivo por irrepetible: «Solo hay una luz», revelaba Pablo Hojas. Una luz para cada disparo, para cada foto. Una y no más». En su retrato del fotógrafo el rector de la UIMP, Carlos Andradas destaca su destreza técnica, pero además su pasión por la fotografía y su labor de mentor, que «inspiró a las generaciones futuras a ver el mundo a través de la lente de la creatividad y la perspicacia».

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