Parejas prodigiosas

Este lunes Felisa, esta mujer con forma de libro, de plaza, de corazón, rodeada de una multitud sin prisa, ha conjugado varias parejas prodigiosas. Fue pareja prodigiosa el diálogo entre Conchi Revuelta y Regina Carral. La primera en el centro, la segunda logrando centrar. Fue pareja prodigiosa Silvia Prellezo poniendo poesía a una tarde de destellos e Imanol Gómez Martín ayudando a que la cuña del verso abriera un espacio de posibilidades insospechado. Fue pareja necesaria, sensible y cercana la que conformaron Rosa Montero -tan querida por la ciudad-y Marta San Miguel -tan necesaria en la ciudad-. Fue pareja la de William Blake y Nick Drake… dos hombres separados por el tiempo y tejidos bien prieto por cuatro hombres osados dispuestos a que la música convocara a la palabra y a que la palabra se hiciera cuerpo colectivo.

Pero… ¿Qué amalgama los unos?, ¿qué o quiénes hacen posible que lo que sólo parece solo sea en realidad un dos mágico, un dos provocador y juguetón? La amalgama es la ciudadanía. «Me gusta mucho lo de Plaza de la Palabra», me dice Marisa Samaniego, la IX Premio de las Letras Ciudad de Santander. «Me gusta mucho lo que somos aquí», me explica una lectora tan anónima como emocionada convertida en ciudadana activa e imprescindible de este teatro activo en el que las parejas prodigiosas se multiplican al ritmo de esa esperanza nada bobalicona; esa que sabe que este devenir sólo es la antesala de un porvenir tan soleado como el día en que los dúos se multiplicaron hasta lo improbable.