«Las palabras gracias y cuídate ya no son un simple saludo»

-Me la imagino en su casa rodeada de tijeras, papeles y pegamento. ¿Me equivoco?

-No, y además estoy rodeada de revistas y otros objetos que utilizo para hacer mis collages. Pero también trabajo para reorganizar la programación del Centro Cultural Doctor Madrazo. No sabemos cuando va a acabar esta situación y hay que hacer muchos reajustes.

-En cada una de sus obras cuenta una historia. ¿Qué argumentos salen de esas tijeras?

-Supongo que a todos los artistas nos está inspirando la situación tan inesperada que estamos viviendo y que no sé como definir. En mi caso he terminado dos cuadros que llevan por título 'Aislados 1' y 'Aislados 2' y ahora me pillas con el tercero. No sé muy bien por qué están protagonizados por pingüinos. Es el animal que me viene a la mente ahora mismo. Pero no sólo los artistas plásticos estamos trabajando con estos temas, no creo que tardemos en ver una película inspirada en la pandemia o una novela. Ahí tenemos por ejemplo esos artículos que escribe cada día Marcos Diez en El Diario y que son un ejemplo de literatura.

- ¿A nivel social saldrán historias bonitas de esta crisis?

-Espero que sí, porque como no aprendamos nada de todo esto que estamos viviendo no sé lo que va a pasar. Habrá un montón de gente con historias bonitas que compartir. Ya estamos conociendo algunas de ellas que emocionan. Esto es como un cortocircuito en el que cada día descubrimos la importancia de la gente anónima. De trabajadores de supermercados o limpiadoras de hospitales que son, entre otros, los que nos sostienen durante este horror. Tenemos una gran oportunidad para aprender a decir gracias a todos.

-¿Qué otros aprendizajes se podrán aprovechar?

-La importancia de dos palabras que nos decimos continuamente como una forma habitual de saludo sin percatarnos de su verdadero significado: gracias y cuídate y que creo que ahora han recuperado todo su significado. Durante los primeros días de la cuarentena, además, me vino a la cabeza lo bien que estaría ahora en lo que llamamos la España deshabitada. Huimos de los pueblos a las ciudades y ahora me parecen un lujo. También me ha hecho reflexionar mucho una serie sobre la Primera Guerra Mundial que he estado viendo en la plataforma Filmin. Si después de todo ese horror caímos en la Segunda Guerra Mundial es porque no aprendimos nada. ¿Nos pasará lo mismo ahora?

-¿La cuarentena le ha pillado con algún proyecto artístico entre manos?

-Estaba pendiente de la publicación de un libro con una portada mía. 'Una habitación compartida: conversaciones con las escritoras mas influyentes de nuestro tiempo' de Inés Martín Rodrigo de la editorial Debate. Se ha retrasado su publicación hasta el 11 de junio, en principio.

-La cultura está siendo el gran aliado de la gente que permanece en casa y que aprovecha para leer, ver películas, escuchar música. ¿Qué pueden aportar las artes plásticas?

-Es cierto que en este confinamiento estamos echando mano de series, libros y todo lo que tiene ver con la cultura. El arte también es cultura y hay un buen número de visitas virtuales a museos o actividades que se proponen desde ellos que se pueden hacer estos días. El arte está implícito en la educación y esto me lleva a pensar que quien nos dirija en un futuro va a contar más con los artistas.

-¿Se siente capaz de calcular cuánto perjudicará esta crisis al sector cultural?

-El sector vivirá un época muy dura, pero soy optimista y creo que, como siempre, resistirá. Las actividades culturales son muy importantes para el desarrollo del ser humano y por eso confío en que todos las apoyaremos casi al mismo nivel que a la educación o la sanidad.

-¿Cómo le afecta esto al Centro Cultural Doctor Madrazo?

-Tendremos que reorganizar la programación y buscar nuevas fechas. Teníamos un buen número de actividades cerradas como un curso de filosofía que ofrece los martes por la mañana Manuel Abascal o el ciclo de conferencias de arte de Patricia Alonso. También están las charlas de la asociación Astrocantabria o una representación de la obra 'Pensión Conchita' que iba a ofrecer el Aula de Teatro de la Universidad de Cantabria. En fin, muchas cosas como la inauguración de las exposiciones de Juan Antonio Sánchez y Marco Diez Acebo o las proyecciones de Cineinfinito... Ahora tenemos mirar como encajar todo esto de forma que no se perjudique a nadie. También espero que la gente sea comprensiva con la situación.

-¿Y no teme que los ciudadanos tengan miedo a volver a concentrarse en lugares cerrados como se venía haciendo hasta ahora?

-Supongo que sí, que el miedo perdurará un tiempo y que al principio, por lo menos, costará volver a reunir a la gente.