«Parece que para escribir bien tienes que tener pinta de atormentado»

-Regresa con 'Delparaíso'. ¿Qué ha planteado en esta novela?

-Fue un reto como autor. Las dos novelas anteriores que escribí en solitario eran novelas de personaje, en torno al cual pivotaban todos los secundarios, en una historia que solo tenía que ver con ese personaje principal. Ahora, sin embargo, he querido hacer una historia coral, donde hay varios protagonistas sin haber, en realidad, ninguno claro salvo la propia urbanización Delparaíso. La trama gira en torno a esta urbanización de lujo construida en base a la seguridad, aunque en realidad la trama es una excusa para hablar de los personajes y de todo aquello que les pasa por dentro. No es una novela 'de ricos' porque en ella de alguna forma se ve toda la sociedad. Los que están dentro tienen un bien nivel adquisitivo, pero también está el personal de mantenimiento, el de seguridad... A partir de ese marco planteo un retrato de la sociedad actual desde distintas vertientes.

-¿Cuáles son esas vertientes?

-Hablo de las apariencias, de la dictadura de tener que ser feliz, de la importancia de lo que pasa por encima de lo que se ve. En la trama hay un robo, un asesinato, un suicidio... Con ese argumento, que hace la novela entretenida, he querido hablar de personajes y, a través de ellos, de lo que nos pasa a todos por dentro. Hay personajes enormemente reconocibles, en los que todos nos podemos sentir bastante reflejados, tanto los que son un poco mejores como aquellos que son un poco más miserables.

-Pone esa tendencia del ser humano a querer controlarlo todo en el foco. ¿Por qué?

-No intento hacer ningún tipo de crítica social ni nada por el estilo. Lo que me interesa es reflejar cómo veo la realidad y, a partir de ahí, los juicios de valor corresponden al lector. No soy dogmático ni pretendo juzgar o dar lecciones de nada, solo intento contar lo que veo. En este caso quiero contar qué les pasa a los personajes respecto a su insatisfacción, la desolación en algunos casos, las dudas... Pero sin juzgar y ni siquiera plantear si algo me gusta o me disgusta.

-A través de los distintos personajes plantea un retrato que contempla la cara más luminosa y la más oscura de las personas. ¿Cómo es ese retrato?

-He tratado de dibujar en cada uno de ellos cómo sienten realmente, algo que muchas veces es contrario a lo que la gente ve desde fuera de ellos. Es a es la idea general, en la que me gusta mucho ahondar porque me interesa lo que pasa y no lo que se ve o lo que se interpreta, porque lo que se ve muchas veces induce a error. Lo que realmente pasa por dentro es lo que constituye esa autenticidad que es la que a mí me interesa.

-Por las críticas de los lectores parece que a ellos también...

-Creo que es algo que está muy relacionado, porque los lectores encuentran en la novela mucha verdad. En ella se ve lo que realmente les pasa a los personajes.

-Ha trabajado mucho en el mundo audiovisual. ¿En qué medida le ha influido ese enfoque visual a la hora de escribir su novela?

-La forma de narrar de cada uno, por encima de aquello a lo que se dedique, que evidentemente tiene cierta importancia, como la tienen sus referentes, creo que tiene mucho más que ver con una manera de ser. En mi caso me gusta mucho entrar a fondo, hasta donde pueda llegar, en el pensamiento y los sentimientos de los seres humanos. En cuanto a la forma, he escrito una novela directa, algo que hay gente que entiende como 'lectura fácil', y creo que quien lo vea así no se ha enterado muy bien de lo que he planteado en ella.

-¿A qué responde esa manera «directa» de escribir?

-Escribo de una manera directa porque soy directo y hablo siempre de esa forma, pero eso no quiere decir que me quede en la superficie. Otra cosa es que no le hago perder demasiado tiempo al lector, que es una característica que tiene que ver con mi forma de entender la comunicación audiovisual.

-¿En qué sentido?

-En la medida en que siendo lenguajes totalmente distintos no me puedo desprender de la idea, por así decirlo, de que el tiempo es oro y de que hay que buscar la emoción y el pensamiento de una manera directa, y no dando demasiadas vueltas porque si no al final creo que la idea original pierde fuerza.

-Los comentarios son muy positivos y en muchos casos la ven como una obra sorprendente. ¿Cómo está siendo la respuesta del público a 'Delparaíso'?

-La verdad es que estoy muy feliz por el hecho de que a la gente le esté gustando tanto la novela. Yo escribo para la gente y si al final a la gente le gusta será porque algo habré hecho bien. Respecto al tema de la sorpresa, es curioso porque muchas veces se dice como si fuera un halago y a mi me llama la atención. ¿Por qué sorprende exactamente? ¿Porque salgo en la tele, porque no pongo cara de intenso, porque cuento chistes...? No deja de llamarme la atención.

-¿A qué cree que se debe?

-Creo que tiene que ver con los complejos del mundo editorial. Parece que para escribir bien tienes que tener pinta de atormentado y por supuesto no puedes caer en la barbaridad de hacer un programa de entretenimiento en la televisión. Creo que quienes se expresan así en el fondo se han acercado a la novela con bastantes prejuicios. No es obligatorio que te guste, pero si te gusta creo que tampoco tiene que provocarte esa sensación de sorpresa.

-Presenta 'Delparaíso' este sábado en la Feria del Libro de Santander. ¿Qué supone para usted este encuentro con los lectores, máxime tras la pandemia?

-Desde que se han abierto de nuevo las firmas de libros y los encuentros estoy viajando a bastantes sitios y la verdad es que es una felicidad alucinante. Ver en persona a tantísima gente que se interesa por la novela, ver en las firmas a tantos lectores que ya se la han leído y que viene encantada a comentarla es maravilloso. A mí me gusta mucho la gente. La necesito para escribir y hablo de ella en las novelas, no de mí. Me gusta mucho escuchar y no tengo ese complejo de superioridad de muchos autores que se sienten por encima del lector.