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Invisibles unas veces, cambiantes otras, sujetos a una exhibición entre lo público y lo privado, los fondos de arte de muchas instituciones no culturales suelen ser bastante desconocidos. Aunque la reunión de obras y piezas a lo largo del tiempo no responde a criterios artísticos ... como prioridad, sí abunda la calidad o una importante representación de nombres, etapas, periodos y movimientos. Ahora, por primera vez en su historia, el Parlamento de Cantabria abre al público la Colección de arte de la institución que reúne 126 obras de creadores cántabros, en una propuesta vinculada a los actos de conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía. Esta cita expositiva pretende «acercar la institución a los ciudadanos para que la sociedad conozca y disfrute este patrimonio público, obras de destacados artistas cántabros», en palabras del presidente de la institución Joaquín Gómez.
Los cuadros y piezas escultóricas estaban hasta ahora colgados en las paredes de despachos y salas y no han sido exhibidos nunca. Durante estos días se ultima el montaje de las 17 piezas que se expondrán en una primera cita, exposición que tendrá continuidad en una segunda muestra con otras diez obras más.
Bajo el epígrafe 'Colección Parlamento, muestra de artistas cántabros' se reúnen en este arranque de año quince creaciones de Juan Uslé, Esteban de la Foz, Juan Navarro Baldeweg, Antonio Quirós, Enrique Gran, Eduardo Gruber, Roberto Orallo, Pedro Sobrado, Ricardo Cavada, Gloria Torner, Pancho Cossío, Fernando Sáez, Mario Rey y Concha García. A estos fondos se suman una escultura de Isabel Garay y una fotografía de Ana Díez.
La exposición que se inaugura el próximo viernes 28, a las siete de la tarde, se podrá visitar durante todo el mes de febrero de lunes a viernes de 9 de la mañana a ocho de la tarde.
La colección, que atesora desde 1982 la institución cántabra, reúne más de un centenar de piezas, la mayor parte de las cuales se encuentran expuestas en las distintas dependencias del edificio de la calle Alta santanderina. Pinturas, esculturas, fotografías y numerosos grabados que han sido incorporados al fondo artístico bien a través de adquisiciones o donaciones directas de los propios autores, personas particulares o instituciones.
En pintura destacan, entre otras, obras de Juan Uslé, Navarro Baldeweg, Cossío, Antonio Quirós, rallo, Esteban de la Foz, Eduardo Sanz, Arancha Goyeneche, Enrique Criach, Luz de Alvear, Helio Gogar, Eduardo Gruber, Gloria Torner, Jesús Hoyos, Pedro Sobrado, Fernando Bermejo, Ana Bedia, Juan Martínez Moro, Pérez Castaños, Indalecio Sobrino, Mario Rey y Xesús Vázquez.
En el patio de la institución se exponen de forma permanente las históricas esculturas con forma ovoide de Raba, la de Manuel Torre dedicada a los 25 años de democracia y el bisonte de Jesús González de la Vega.
Los fondos artísticos de la institución se completan con la galería de retratos de los presidentes del Parlamento de Cantabria, obra de pintores de reconocido prestigio: Fernando Calderón retrató a los dos primeros: Isaac Aja y Guillermo Gómez Martínez-Conde, Ángel Doreste a Eduardo Obregón y Marnay a Eduardo Pajares.
Más recientemente, Rafael de la Sierra eligió el pincel de Fernando Bermejo y Miguel Ángel Palacio confió en Alicia Cañas, la primera mujer artista que forma parte de la galería. A estos pintores se suman los fotógrafos Pablo Hojas, que retrató a José Luis Cagigas, y Belén Pereda, cuyo objetivo inmortalizó a Dolores Gorostiaga. Todos los retratos están expuestos en la primera planta del edificio.
Curiosamente se cumplen ahora dos décadas de un acto ligado a la institución y a estos fondos. El Parlamento, en la persona del entonces presidente Rafael de la Sierra, recepcionó el trabajo de inventario y catalogación de las obras de la Colección generada a lo largo de más de veinte años (las dos última décadas del siglo XX), tiempo de vida de la institución, y que se formó mediante una política de adquisición de obras de autores cántabros o vinculados por alguna razón a la región.
El trabajo de inventario, catalogación y valoración de estas obras fue realizado por la historiadora del arte, gestora cultural y museóloga Mónica Alvarez Careaga (Torrelavega, 1964), con experiencia en este tipo de encargos ya que catalogó para la Consejería de Cultura sus fondos de arte contemporáneo y el patrimonio mueble del Palacio de Sobrellano, en Comillas.
La finalidad radicó en «conocer de primera mano la realidad de la colección, de cara a programar nuevas adquisiciones, cómo disponer de un registro actualizado de las obras, características, ubicación, exposiciones en las que han participado, estado de conservación, valoración, datación, bibliografía...». Para ello, Alvarez Careaga elaboró una base de datos que permitía una actualización permanente. La colección del Parlamento en ese momento la integraban 100 obras, entre pintura (53), escultura (5), grabado (35) y fotografía (3).
Sin ser una de sus finalidades, la creación de una colección de arte contemporáneo adquiere sin embargo un significado especial porque en cierto modo supone un reconocimiento a los creadores plásticos de Cantabria. «El que la muestra tenga lugar en el patio de su sede, el antiguo Hospital de San Rafael, añade un importante valor simbólico», en palabras de Luis Salcines, comisario de este proyecto de doble proyección.
Cantabria es una comunidad en la que, sin retrotraernos al arte parietal, tan abundante, ha tenido siempre una gran cantidad de artistas. Los paisajistas Casimiro Sainz, Manuel Salces y Agustín Riancho, el maestro Gutiérrez Solana, los vanguardistas María Blanchard, Cossío y Quirós fueron un referente y contribuyeron a crear un ambiente en el que surgieron tantos artistas a lo largo del siglo XX. No se debe olvidar la importancia de los dos encuentros de la Escuela de Altamira en Santillana del Mar en 1949 y 1950 como catalizadores del ambiente artístico.
La colección está integrada por artistas de diversos lenguajes creativos, tendencias y generaciones. Por ejemplo, los citados Cossío y Quirós inician un recorrido que tiene su continuidad en la de los sesenta, en su doble dirección figurativa (Pedro Sobrado, Ángel Medina, Gloria Torner...), e informalista (Esteban de la Foz, Enrique Gran, Manuel Raba, Julio de Pablo...); la de los setenta (Eduardo Gruber, Roberto Orallo); los que se incorporan en la bulliciosa movida de los ochenta (José Gallego Cuenca, Isabel Garay, Ricardo Cavada, Juan Uslé, Pérez Castaños, Juan Moro), hasta llegar a las corrientes más recientes (Mario Rey, Ana Díez, Concha García, Antonio Mesones).
De todos modos, subraya Salcines, «estas adscripciones no dejan de ser discutibles, dada la rabiosa independencia que caracteriza a los creadores y su reivindicación de autor isla. Por otro lado, «hay artistas que se dan a conocer en un periodo pero su madurez y proyección tiene lugar unos años más tarde, lo cual da lugar a que se les integre en corrientes posteriores», como sucede con Baldeweg o Uslé, por ejemplo, los artistas cántabros más internacionles.
Predominará en la doble selección el lenguaje pictórico. Pero está presente la escultura en distintos materiales, representada por obras de Garay, González de la Vega y Concha García. La segunda fase expositiva tendrá lugar en octubre. Las dos están estructuradas siguiendo el mismo criterio: «Combinar artistas, lenguajes y estilos creativos sin establecer jerarquía alguna».
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