Pasado y supervivencia, luz y sombra, en la ópera prima de Álvaro García

La película cuenta con un extenso reparto que incluye a intérpretes como Gustavo Fernández Cuenca o Beatriz Toyos, entre otros. El acceso a la sala solo será posible con invitación y el aforo está limitado en correspondencia a las medidas sanitarias anti covid. El argumento plantea en el epicentro del conflicto «una mutación del virus de la rabia común, la B249, transmitida a los humanos. Los infectados atacan a todo ser viviente que se encuentre en su camino; una mordedura basta para quedar infectado y sus efectos se manifiestan a los pocos segundos. No hay energía eléctrica, ni comunicaciones, ni ejército, ni gobierno. Un grupo de cinco supervivientes huye hacia el campo alejándose de las zonas más pobladas.

La temática apocalíptica, desde las pandemias al terror nuclear, pasando por todo aquello desconocido que nos amenaza, ha sido plasmada en el cine con profusión con medios tanto digitales como materiales, lo que ha supuesto altísimos presupuestos para la producción de dichos proyectos.

'El hambre de invierno' es un proyecto de temática apocalíptica, que se planteó desde su concepción para ser autofinanciado, dice su director. Desde mis comienzos en el mundo del audiovisual, me interesaron los personajes con personalidades complicadas y múltiples aristas, y fue a partir de estos personajes y su psicología, como comencé a construir la historia. «El hecho de que exista una pandemia de infectados a nivel mundial, convertidos en asesinos, es únicamente una excusa para colocar a estos personajes en una situación límite y en un mismo lugar». La historia «no habría variado sustancialmente –asegura García– si los personajes hubiesen naufragado en una isla desierta, o hubiesen quedado encerrados en un edificio durante varias semanas». Alvaro García confiesa que le encanta el cine clásico, el suspense y las historias contenidas que generan tensión, y, sin lugar a dudas, algo de todo ello aparece en 'El hambre de invierno: elementos de películas del maestro Alfred Hitchcock (una casa, enemigos cercanos, personajes ambiguos), de Alejandro Amenábar en 'Los Otros' (El uso de la luz, ruidos extraños en la noche…)».

El proyecto a pesar de haber sido grabado en su mayor parte en la provincia de Palencia, también tuvo como localizaciones a Torrelavega, Santander y Piélagos.

El proyecto está especialmente vinculado a Cantabria gracias al equipo humano que lo ha hecho posible. «Tanto el equipo artístico, como el técnico es cántabro en un 90%, destacando especialmente la vinculación con la ciudad de Torrelavega de su director, Álvaro García, el director de fotografía, Pedro García Argumosa, así como varios de las actrices; Ana Luisa Pérez de la Osa, Beatriz Toyos o Pilar Revuelta». Destaca igualmente la alta implicación de todos ellos en diferentes áreas de la cultura de nuestra región: cine, teatro, danza y música.

Álvaro García, nacido en Cabezón de la Sal, se instaló en Torrelavega con su familia a los siete años hasta el presente. Ha estado muy vinculado al mundo del audiovisual en la ciudad y a su Festival Internacional de Cortometrajes; en el que ha resultado ganador en cuatro ediciones con trabajos como: 'The Gift', 'Beautiful Pepa', 'Cuestión de Fe' y 'Al final del día'. Todos ellos trabajos multipremiados y con más de cien selecciones acumuladas en festivales del resto de España y del extranjero. En la actualidad dirige desde hace 10 años el Festival Internacional de cine de Piélagos.