El patio del Parlamento, residencia de Pisano y los pintores cántabros de la Escuela de París

Comisariada por la presidenta de la Asociación Amigos de Eduardo Pisano, la exgalerista Carmen Carrión, gran conocedora del creador y del contexto de la pintura del siglo XX, esta propuesta mantendrá hasta finales de marzo su vínculo con el público. Pisano, pintor de los Cristos y procesiones, de las flores y los payasos, de rojos y negros, cuenta con un espacio expositivo permanente en su ciudad natal, Torrelavega, en la Casa de Cultura, propiciado por la donación del mecenas francés André Lycois a través de su hijo Eric. Y otra pequeña sala que reúne dibujos, bocetos, catálogos, fotografías y diversos objetos sentimentales vinculados a Pisano, entre ellos, una paleta de pintor.

En la muestra del Parlamento está previsto que la mitad aproximadamente la integren obras del torrelaveguense y, la otra mitad, piezas de cántabros que por aquellas épocas centrales del siglo XX pasaron por París, en su mayoría en contacto con el propio Pisano. La cita reúne dibujos de Quirós, María Blanchard, Iturrino, Pancho Cossío o Ricardo Bernardo, entre muchos otros.

Hace 12 años, el Parlamento ya albergó una exposición sobre Pisano, con motivo de los actos conmemorativos del centenario de su nacimiento. En este caso, tanto por la selección especial de obra del pintor de Torrelavega, como por los cuadros de otros coetáneos que la acompañan, la propuesta va más allá en su mirada global e integradora. La iniciativa del Parlamento cuenta con la colaboración de la Consejería de Cultura.

La pasada década comenzó a fraguarse esta etapa de recuperación de la huella de Pisano. El coleccionista francés Eric Licoys, propietario de gran parte de la obra del pintor cántabro, fue el impulsor de este proyecto. La donación de 50 obras, valoradas en más de 150.000 euros, en lo que fue la primera fase de un museo dedicado al polifacético artista. Licoys firmó en 2018 un acuerdo con la Sociedad Regional de Cultura, en el que también se comprometió a costear las obras de acondicionamiento de la tercera planta de la Casa de Cultura de Torrelavega, donde se ubica la sala.

El coleccionista y filántropo francés, que heredó de su padre el gusto por coleccionar obras del torrelaveguense, donó en 2016 un año al Santuario de la Virgen Grande 14 obras inéditas del pintor de Torrelavega -en los años setenta pintó catorce cartones al óleo, con momentos del Viacrucis- y otras tres al Museo Diocesano Regina Coeli de Santillana del Mar.

Otra cita de los últimos años la propició en Torrelavega la galería Espacio Garcilaso, donde se mostraron treinta obras con sus marinas, payasos, desnudos, flores y naturalezas muertas. Pisano sobresalió por ser un pintor que utilizó el color, la línea, la energía y el drama como señas de identidad de un estilo profundamente original.

Hace poco más de un año se celebró un encuentro en Torrelavega en el que se oficializó la creación de la Asociación Amigos de Pisano. El acto estuvo presidido por Carmen Carrión y la sobrina del artista Merche Pisano. La pretensión es la de hacer intercambios con otros colectivos con fines similares de distintos artistas, sobre todo, de quienes tuvieron que exiliarse como Pisano. Además, los Amigos del creador cántabro intentan exportar su figura y su arte fuera de la región por medio de un calendario de exposiciones. Y trabajar en la catalogación revisada de su obra.