Pedro Crespo de Lara, un poeta «claro e intenso» con su tierra muy presente

Su poesía, afirma el jurista y escritor, tiene que ver con sus meditaciones sobre la verdad, la justicia, la libertad, la belleza, la razón… «Esas grandes palabras que nos animan a levantar el espíritu». Cuando se encuentra en situaciones de ánimo «distinto» siente ganas de escribir y echa manos de lo que tenga a mano, sea un trozo de papel o el teléfono. En ese proceso se exige tres cosas. Que lo que haya de escribir se entienda con facilidad, «sin ningún esfuerzo». Que se ajuste a la métrica tradicional. Y que lo que resulte, «sea grato de oír y el oído lo reciba con agrado». Tal vez por eso en uno de sus poemas define su estilo como «poesía musical». Villanueva respondió «sin esfuerzo» a la propuesta de Crespo de Lara pare presentar el libro. «Venir a Santander es siempre una regalía». De hecho, estuvo no hace mucho en el Ateneo presentando su libro 'Morderse la lengua'. Definió el poemario de Crespo de Lara como «muy santanderino, muy cántabro en muchos aspectos», por tener un sector «profundamente vinculado al terruño, algo a lo que todos estamos agradecidos aunque sea fruto del puro azar». Entre anécdotas y recuerdos personales fueron trazando algunas reflexiones en torno ese vínculo y a sus obras. Recordó así el reconocido con la Estela de Oro de las Letras de Cantabria 2021, que hablando con Pepe Hierro alguien le preguntó si la poesía le había dado para vivir, y el poeta respondió que para una merienda. «Lo mío ni para una merienda», bromeó el Crespo de Laraq cuando el gallego planteó que tendrían que hablar sobre los derechos de autor, «ya que afirmas que el prólogo es lo mejor del libro».

La literatura no fue el punto de contacto entre ambos, sino «la defensa de la libertad de prensa y de la justicia y la ley». «Esas dos dimensiones suyas van por delante a la del poeta, complementario de las previas». Y añadió: «Pedro escoge las palabras con suprema precisión y las ordena de una manera clara y coherente». La familia, la infancia, los recuerdos o la amistad, son algunos de los temas que aparecen en sus páginas, combinados con poemas que «ponen el dedo en la llaga de asuntos delicados y comprometidos». Finalmente, aparecen los poemas dedicados a la experiencia constante de su pertenencia a la ciudad. «Santander puede jactarse de un pedigrí cultural verdaderamente extraordinario», afirmó Villanueva. Pereda, Galdós, Menéndez Pelayo, pero también «todo lo que floreció tras la Guerra Civil». Manuel Arce o la Escuela de Altamira, hicieron de la ciudad «un emporio cultural».

Poesía de «sentimientos y de ideas» se ampara en esta recopilación de textos de Crespo de Lara, según el académico de la lengua. Un poeta «claro, directo e intenso». Palabras «bellísimas» que agradeció emocionado a su compañero de presentación.

Citando al poeta y músico Ataúlfo Argenta, que en un acto tan solo dio las gracias, antes de invitar al público a escucharle a través de su música, Pedro Crespo de Lara hizo lo propio y recitó algunos de sus poemas, entre aplausos de los asistentes. En concreto, versos dedicados a la Bahía de Santander, a la Península de la Magdalena o el recuerdo a la casa del pueblo, poniendo de manifiesto lo expresado por Villanueva, sobre la presencia de ese terruño en las composiciones del cántabro. Al fin y al cabo, como dijo, 'Mi poesía soy yo, con todas mis contradicciones, dolores y esperanzas y alegría de vivir'.

Entre los asistentes se encontraban además del presidente del Ateneo, Manuel Ángel Castañeda y el presidente de Editorial Cantabria, Luis Revenga, el director general de Cultura, Juan Antonio González Fuentes, el director de El Diario Montañés, Íñigo Noriega, la presidenta de la Asociación Plaza Porticada, Elena García Botín, el economista Manuel Pizarro o la política navarra Yolanda Barcina.