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La conferencia que el miembro de la Comisión Europea, Alfredo Aguilar Romanillos, imparte hoy en la sede de Suances, '¿Qué futuro queremos construir? Economía Circular, Bioeconomía y Sostenibilidad-3 pilares fundamentales', no podría llegar en mejor momento. Hoy, 29 de julio, es lo que la ... Organización de las Naciones Unidas llama el Día de la Huella Ecológica, esto es, el límite del calendario en el que los humanos ya han consumido todos los recursos que el planeta produce en un año.
Desde este viernes, estamos en deuda con la Tierra. Otra vez. Aunque huye de recetas mágicas, el experto en Bioeconomía en la Fundación Cotec y exdirector de la Unidad de biotecnología en la Dirección General de Investigación en la institución comunitaria sí cree firmemente en «las tres erres»: reducir el consumo innecesario, reutilizar los bienes que tenemos y reciclar aquello que no podemos reutilizar. «Sólo así», confía, la biosfera y la humanidad podrán convivir de una manera más respetuosa.
-Porque el modelo actual no es sostenible, ¿verdad?
-No lo es, de forma clara e inequívoca. No es posible que 7.800 millones de personas estén viviendo a este ritmo de consumo de los recursos del planeta, unas por exceso y otras por defecto. Es absolutamente insostenible. Afortunadamente, los jóvenes han reaccionado en distintas partes del mundo y han movido la conciencia de los políticos rumbo hacia una economía y una forma de vida en nuestra sociedad más sostenible a largo plazo.
-¿Hablamos del capitalismo?
-Creo que hablar en esos términos es demasiado simplista. Los países desarrollados consumen mucho más de lo que su territorio puede suministrar, independientemente de su modelo. Ahí está China, donde el consumo es desaforado y se compran materias primas y recursos en África y Latinoamérica. El capitalismo puede que agudice este hecho, pero el problema real es esa sensación de que los recursos son ilimitados. Esa idea está en todos los ciudadanos, pertenezcan al país que pertenezcan, aunque desgraciadamente está más en los países desarrollados.
-¿Corremos el riesgo de que la sostenibilidad se convierta en un problema de ricos?
-Sí. Esa idea de la sostenibilidad como una especie de corriente buenista es cierta, pero creo que tras ello hay una necesidad absoluta de vivir más respetuosamente con el medio ambiente. Eso no quiere decir que volvamos a vivir como en el siglo XIX y de forma idealista, pero sí que nos toca pensar en términos de bioeconomía, de una gestión de los recursos naturales de una forma global y de biodiplomacia.
-Esa concepción de los recursos del planeta como un patrimonio de todos no es la que transmiten los países.
-Tenemos que ser conscientes de lo que ocurre, empezar a discutir este tema en foros internacionales, nacionales, pero también a nivel local y ver qué aspectos son sensatos y cuáles un ideal.
Salud mental Maite Rodrigo imparte una charla sobre el 'mindfulness' y la compasión, a las 09.30 horas en Laredo.
Motor Carlos Martínez comparte los retos de la introducción de los vehículos eléctricos, a las 11.30 horas en Laredo.
Sostenibilidad Alfredo Aguilar aborda los desafíos medioambientales del planeta, a las 19.30 en la sede de Suances.
-¿Y estamos ahí?
-Nos encontramos en un punto de inflexión. En los próximos años, la sociedad y sobre todo los jóvenes tendrán mucho que decir. Pensar que la vida va a seguir siendo como era antes de la pandemia es una ingenuidad. No hay que ser demasiado utópico ni pensar que vamos a gestionar todo de manera global, pero los aspectos básicos, como la seguridad alimentaria, deben ser garantizados. No puede ser que el 30% de los alimentos en España o Europa se desperdicien -el 50% en Estados Unidos- mientras unos 800 millones de personas estén pasando hambruna.
-¿Qué posición juega Europa con dos gallos como EEUU y China en el tablero?
-Creo que Europa ha tenido y aún tiene una autoridad moral que es respetada en el resto del mundo. Quizá menos hoy en día, pero Europa todavía es considerada. Tiene unos valores de respeto, de historia, etc. Eso nos puede servir de puente entre las grandes potencias. La promoción del Pacto Verde Europeo (2019) es un ejemplo de esa iniciativa que el continente quiere representar. Tenemos que imponernos moralmente y llamar la atención sobre este asunto.
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