Pepe Lamarca, verdad diáfana

La relación humana, cercana e intensa, el respeto y la admiración que desprenden sus imágenes. El documento étnico, antropológico, sobrio, escueto y directo. El claroscuro barroco, el encuentro de la textura de la piel y la fotográfica. José Lamarca está asociado al retrato como lenguaje dominante. Pero el fotógrafo argentino afincado en Cantabria contiene muchas otras miradas. Lo dice Javier Vila: «Pepe, el maestro, se inició en la fotografía de la mano del compromiso. Pero su compromiso es con la verdad. Con la mirada clara y directa. Con la defensa del desprotegido. Con el trabajo de fotógrafo». La reivindicación de su trayectoria, el redescubrimiento, o el desvelo de muchos de sus primeros trabajos constituyen los fundamentos y objetivos de la muestra que ultima el Centro de Documentación de la Imagen de Santander dedicada a Lamarca. Será la exposición de apertura de temporada de otoño en el CDIS y una nueva entrega de la serie que la entidad documental dedica a las etapas iniciáticas de los creadores.

Una propuesta, bajo el epígrafe de 'Documentos latinoamericanos', integrada por cerca de medio centenar de fotografías que conforman lo que podría aglutinarse como mirada representativa de los inicios del trabajo de Lamarca. En paralelo a su labor de estudio, como retratista para portadas de discos y con trabajos destinados a editoriales y labores publicitarias, Lamarca desarrolló una fotografía «social y comprometida, con fines muy prácticos y concretos: Defender y mejorar las condiciones de trabajo a través de su colaboración con sindicatos gremiales; y reivindicar el derecho a la tierra de los pueblos indígenas y de los colonos aparceros».

Bajo comisariado de Vila, que ya albergó la imagen de Lamarca la pasada primavera en la serie 'Expatriados' de su espacio La Caverna de la luz, esta exposición del CDIS que coordina Manuela Alonso, acogerá un trayecto conformado no solo por sus fotografías sobre los 'Trabajos insalubres', los 'Treintañeros' y 'La reforma agraria del Chile de Allende'. También podrán visionarse un conjunto de retratos a modo de homenaje a personas que fueron claves en su vida y en su trayectoria como fotógrafo empezando por la de sus colegas: Cristina Betanín y Jaime Colmenares.

Ella era una fotógrafa compañera del estudio de Lamarca y Jaime el laboratorista de ambos. Los dos fueron detenidos y asesinados en 1977, durante la dictadura militar de Videla, en Rosario, Argentina. O el caso de Leonardo Favio, cineasta de culto que grababa discos para financiar sus películas. Lamarca realizó varios retratos con el fin de ilustrar sus portadas.

Asimismo, en este apartado se incluirán imágenes de las personas que fueron claves en su llegada a España y en su acceso al mundo discográfico y a la cultura flamenca, como fueron Antonio Gades y Francisco Moreno Galván. Asimismo, otra figura clave en la participación de Pepe Lamarca en los ambientes culturales y literarios más cosmopolitas, que le abrió las puertas a muchos de los retratos más conocidos realizados por él, fue la galerista y gestora cultural chilena Carmen Waugh, que durante su estancia en España dirigió la Galeria Aele (Arte Latinoamericano) y con la que mantuvo una estrecha amistad y colaboración profesional documentando obras de arte y estudios de artistas.

Vila incidirá en este conjunto de la obra de Lamarca en el propio texto del catálogo y vinilo que aportará una semblanza de Pepe Lamarca y del contexto de la exposición.

Keruin P. Martínez, historiador y fotógrafo, cuyo retrato de Pepe Lamarca precisamente ilustró la Carpeta de la Colección de La Caverna del pasado mes de abril, señala que en el trazado biográfico de José Lamarca hay una línea divisoria clara, que tiene que ver con su condición de exiliado. En efecto, nacido en Buenos Aires en 1939, la primera parte de su vida transcurre en su país natal, con algún eventual desplazamiento por motivos de trabajo a países vecinos. Fue a principios de los años setenta que, envuelto en causas políticas, tuvo que acogerse a la Ley de Extrañamiento, renunciar a su nacionalidad y marchar al exilio, lo cual le traería a España, donde reside desde entonces». Una segunda vida que ha transcurrido a caballo entre su estudio de Madrid, por el que pasaron los flamencos clásicos de la última mitad del siglo XX, y de su casa y estudio en Polanco, donde a día de hoy sigue ejerciendo el retrato. Cuando Lamarca dio sus primeros pasos en la fotografía «era consciente de que uno de los valores fundamentales de la disciplina tenía que ver con el registro de los hechos. También del uso potencial de tal registro en el espacio público. Lamarca trabajó como fotógrafo para la Unión de Obreros y Empleados Municipales. Su cometido era claro: «Apoyar con imágenes los informes periciales sobre las condiciones de salubridad de los trabajadores. Entre ellos, aquellos que se dedican a la tarea funesta de «los desalojos», es decir, vaciar tumbas para dejar espacio a los muertos que aún pueden pagar las cuotas del cementerio. Los cuerpos morosos eran arrojados a una fosa común y al olvido definitivo». El golpe militar de mediados de los 60 desemboca en la persecución de la disidencia.

Lamarca protagonizó también este año un encuentro testimonial en la Torre de Don Borja donde se revisó su trayectoria. Destaca en ella, al igual que durante más de cuatro décadas se convirtió en los «ojos del flamenco». Suyos fueron los carteles de la brillante etapa de Gades al frente del Ballet Nacional y sus retratos de Camarón de la Isla y Paco de Lucía tienen ya la categoría de iconos. Pero ante su cámara han posado además escritores, poetas, actores y otros músicos. Es el caso de Octavio Paz, Julio Cortázar, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Escobar, Mercedes Sosa o Pepa Flores.

Un itinerario geográfico, humano y vital vertebró las series fotográficas del trabajo de Pepe Lamarca como se reflejó en la gran exposición que dedicó la Sala Robayera al fotógrafo. En Miengo su obra incluyó desde los rostros históricos, como el del Nobel Octavio Paz, a recorridos de gentes y lugares en series como las de Santiago del Estero, Cementerio de la Chacarita, Usina de basuras y Chiloé.

Muestra. 'Documentos latinoamericanos'. CDIS. Fotografías de José Lamarca. Inauguración en octubre. 46 imágenes. Contenido. 'Trabajos insalubres', 'Treintañeros' y 'La reforma agraria del Chile de Allende', más un homenaje a personas que fueron claves en su vida y en su trayectoria.

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