-kis-U80837237664BPD-624x385@Diario%20Montanes.jpg)
-kis-U80837237664BPD-624x385@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
«La fotografía puede ser un espejo y reflejar la vida como lo que es, pero también pienso que es posible caminar, como Alicia, a ... través del vidrio de un espejo y encontrar otra clase de mundo con la cámara. Estoy interesado en llevar las imágenes al borde de la cordura». Las suyas eran miradas irónicas, hachazos de luz nostálgica que rezumaban compasión y humor. Un caleidoscopio de la sociedad en la que vivió, a modo de radiografía, sutil y en apariencia amable, pero fruto de un objetivo que indaga y disecciona la realidad. Sus pequeños placeres y gustos cotidianos conforman un álbum de la Inglaterra sesentera que es tanto sociología como análisis del entorno. «La fotografía para mí es un emocionante y personal modo de reaccionar y comentar el propio entorno y me da pena que más gente no la considere como un medio de auto expresión en lugar de venderse al mundo comercial del periodismo y de la publicidad».
El fotógrafo Tony Ray-Jones (1941-1972), pese a su corta vida, trazó una huella muy personal dentro de una trayectoria artística que le permitió dejar un importante legado todavía desconocido para muchos. La forma en la que abordó sus temas con la fotografía de calle marcó un punto de inflexión en la Inglaterra de mediados de los 60.
Este verano, PHotoEspaña, en la agenda de su Festival para Santander, afronta su tramo final con una exposición de Ray-Jones, 'Small Pleasures' (Pequeños placeres), que celebra el trabajo de un fotógrafo cuya obra siempre cargada de humor, no deja al espectador indiferente. Fue crítico con las desigualdades sociales y, aunque él no pertenecía a la clase obrera, dedicó gran parte de su tiempo a convivir y trabajar con ellos.
El Centro de Documentación de la Imagen de Santander, que coordina Manuela Alonso, acogerá desde el proximo mes de agosto esta propuesta que se prolongará hasta final de octubre. En realidad centra el tramo final de esta temporada especial del Festival de fotografía y de la Imagen que ha abordado desde primavera una treintena de exposiciones en instituciones públicas y privadas. El CDIS ya había albergado en el arranque del festival la muestra 'El pensador óptico' Rodchenko. Museum Series Portfolios con fondos del Archivo Lafuente.
A su regreso de EE UU en 1965, Ray-Jones se encontró una Inglaterra en la que se estaban produciendo importantes cambios sociales. «Conocedor de los usos y costumbres locales y consciente de la influencia que la cultura americana iba a ejercer en Europa», la mirada fresca de Ray-Jones, producto de su estancia en el extranjero, le hizo dedicarse a documentar las desigualdades de la sociedad inglesa con humor y sobre todo, espíritu crítico.
Imágenes como la de una elegante pareja que disfruta de un picnic rodeada de vacas en Sussex, configuran esta muestra comisariada por María Millán.
Tomadas entre 1966 y 1969, recogen los 'pequeños placeres' que la gente de su país se permite en su vida diaria, como el momento del té o el descanso en la playa. Millán califica a este artista, que falleció a los 31 años, como «un perfeccionista a la hora de componer, revelar y maquetar», que estudió en la London School of Printing antes de ser becado por la Universidad de Yale en 1961, antes de ser becado para estudiar diseño en la universidad de Yale –Connecticut, USA- en 1961. Se graduó dos años más tarde y enseguida pasó a formar parte de un selecto grupo de fotógrafos emergentes que participaban en el Design Club en el estudio de Richard Avedon.
Allí impartía clases el influyente e internacionalmente venerado director creativo Alexey Brodovitch, quien reconociendo el ojo fotográfico de Ray-Jones y su conocimiento y cualidades como diseñador gráfico, optó por contratarle para que trabajara como subdirector creativo en la revista 'Sky' en Manhattan.
En datos: Tony Ray-Jones (1941-1972). Festival PHotoEspaña en Santander. Organiza: Centro de Documentación de la Imagen de Santander, Ayuntamiento de Santander y Universidad Internacional Menéndez Pelayo
Fechas Inauguración el 7 de agosto. Exhibición hasta el final de octubre.
Perfil Esta exposición celebra el trabajo del fotógrafo , quien, a pesar de tener una corta vida de apenas 30 años, traza una trayectoria artística que le permitió dejar un importante legado todavía desconocido para muchos. La forma en la que abordó sus temas con la fotografía de calle marcó un punto de inflexión en la Inglaterra de mediados de los años 60.
Brodovitch siempre le apoyó y fue un importante referente en la vida y obra de Ray-Jones. Su primer libro 'A Day off: An English Journal' se publicó en 1974. La importancia de su legado perdura cinco décadas después. «Las imágenes pueden tener también hoy, como él quería, una lectura incisiva al hacernos pensar en las diferencias sociales. Nos invitan a contemplarlas ahora no con la nostalgia del pasado, sino relacionándolas con la realidad del presente», asegura Millán. Su trabajo es muy poco conocido en Europa, pese a haber sentado escuela y a contar con muchos seguidores, entre ellos Martin Parr, quien mostró su reconocimiento al trabajo realizado por Tony Ray-Jones por lo que le supuso de inspiración personal.
«Con un sentido del humor bastante afilado, muy irónico, recogió la vida de las diferentes clases sociales. Pero no estaba interesado en hacer fotos bonitas, sino en captar la belleza de estar vivos, los placeres de la vida». No pertenecía a la clase obrera, «pero se sintió siempre muy conectado con la clase trabajadora», asegura Millán, quien destaca que Ray-Jones nunca obtuvo sus fotografías de posados, pese a interactuar de manera muy cercana con los protagonistas de unas imágenes «en las que siempre hay dos o tres narrativas». Además de las fotos de ocio y descanso de su gente, casi un tercio de las obras que integrarán la muestra proceden de la colaboración que realizó para Manplan, nombre que recibieron los números temáticos que editó la revista 'Architectural Review' para examinar la arquitectura y el urbanismo de su país. El objetivo de su obra lo resumió con estas palabras: «Quiero que mis fotografías, como las películas de Buñuel, muerdan, que inquieten a la vez, que hagan pensar. Quiero que sean crudas, que emocionen y que además tengan humor».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.