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Asier Etxeandia tiene muy bien diferenciada su faceta de actor y de músico. La primera le trajo por última vez a Cantabria en abril del ... año pasado, para rodar 'El molino' a las órdenes de Alfonso Cortés-Cavanillas. La segunda, la que según afirma le permite mostrarse al público tal y como es, le trae de nuevo mañana, a las 19.30 horas, a Santander, al Palacio de Festivales, con su proyecto musical Mastodonte, una banda liderada por él mismo y Enrico Barbaro que convertirá la Sala Argenta en una fiesta. El 'show', que lleva por título 'Belleza y perdón' será una fiesta y una reivindicación de la verdad.
-¿Que trae Mastodonte esta vez?
-El show que hemos creado para presentar el segundo disco, 'Belleza y perdón'. Un disco más maduro y mucho más profundo porque venimos de un lugar, la pandemia y pospandemia, en el que han pasado muchas cosas. En muchos sentidos hemos tocado fondo, pero también ha sido un caldo de cultivo maravilloso porque a nosotros nos ha servido para saber de qué es lo que queremos hablar y no solamente cómo queremos que suene el disco.
'Belleza y perdón' Recital de Mastodonte, grupo formado por Asier Etxeandia (voz) y Enrico Barbaro (bajo, sintetizadores y programaciones).
Escenario y horario El concierto será mañana, viernes, a las 19.30 horas, en la Sala Argenta del Palacio de Festivales.
-¿De qué quieren hablar?
-De algo que empiezas a descubrir cuando te haces mayor y que tiene que ver con que el gran poder del perdón. Perdonarte a ti mismo y a los demás, por mucho que cueste o te hayan roto por la mitad, es balsámico. Y lo mismo pasa cuando te perdonan.
-¿Y eso como lo trasladan al escenario?
-Creo que la gente va a disfrutar mucho porque la banda suena mejor, el show tiene una escenografía muy limpia también el vestuario es mucho más limpio. Utilizamos el concepto del predicador para decir la palabra o la verdad y para reírnos de ello y huir de todo lo que tiene que ver con los dogmas, con lo que nos enseñan las religiones y buscar la verdadera esencia de la verdad, quién es cada uno y no tener que estar permanentemente de cara a la galería para encajar.
-¿Tiene muchos pecados que deban ser perdonados?
-Todos. Pero ¿sabes lo que pasa? que eso de los pecados es una cosa de la Iglesia y de las religiones y justo yo me quiero liberar de eso. La lujuria, la envidia, la pereza... es algo que tenemos todos en mayor o menor medida y hablar de ello hace que uno lo viva desde otro sitio. A mí la lujuria me parece maravillosa. Y hay una serie de dioses a los que se considera paganos que fomentaban alguno de esos pecados como algo bueno y si no mira a Baco. Luego ya llegó el cristianismo, nos metió miedo y todo era pecado. Y nos metió el sentimiento de culpa dentro, pero para mí la vida es una celebración.
-¿Mastodonte ha encajado ya en la industria musical
-Que va. Seguimos sin ninguna discográfica detrás que nos apoye. Está claro que no encajamos, pero fíjate eso, que al principio nos parecía injusto y nos hacía sentir mal, ahora hace que nos sintamos orgullosos. Estamos felices de no encajar porque la verdad es que llenamos teatros y la gente sale de ellos motivadísima después de vivir un fiestón y algo espectacular. Estamos en un buen momento en Mastodonte.
-¿Qué es para usted Mastodonte?
-Un sueño cumplido. Poder hacer mi música con Enrico, escribir las letras que quiero. Es una prolongación de mi ser y de lo que he soñado desde pequeño que es poder cantar y contar que es para lo que estoy en este mundo. Mastodonte me permite utilizar todo lo que he aprendido como artista. Y, sobre todo, sentirme realizado porque es lo más personal que he hecho. Creo que Enrico, un tipo al que admiro y el mejor músico que he conocido en mi vida, y yo hemos conseguido encontrar un sonido y un discurso muy concreto que nos define mucho que es poder hablar del mastodonte como ese peso que llevamos en la vida y que son los problemas, las inseguridades, el dolor, el amor... Lo que nos ahoga, nos crea ansiedad y nos hace caminar. Todos llevamos el peso de un mastodonte, pero tenemos que bailarlo, que vivirlo y poder manejar a ese mastodonte nos hace héroes. Así que hablar de ello, poder bailarlo y convertirlo en una fiesta nos parecía muy poético.
-Habla con mucha pasión de Mastodonte, ¿siente la misma devoción por su oficio de actor?
-Claro. Es mi arte y también me apasiona que me contraten para hacer una película o una serie. Adoro mi trabajo y mi oficio y por lo tanto soy un enamorado del cine, del teatro y de interpretar personajes y ponerme en la carne de otro. Pero hay una gran diferencia con lo que hacemos en Mastodonte porque esta banda me permite llevar al escenario mis propios textos. Nuestras canciones y nuestra piel en carne viva. Es lo que queremos contar sin un personaje detrás. Cuando salgo al escenario con mi música este se convierte en una prolongación de mi. Soy más libre ahí que en mi vida real. En mi trabajo como actor estoy haciendo personajes y es un oficio que amo, pero esto es personal.
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