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Pereda de la Reguera, la agitación creativa de la cultura

Pereda de la Reguera, la agitación creativa de la cultura

La exposición en la Biblioteca Central rescata la figura del escritor y escultor para la memoria colectiva

Guillermo Balbona

Santander

Domingo, 16 de agosto 2020

No es baladí que la muestra dedicada a recobrar la memoria y la huella del escritor y escultor Manuel Pereda de la Reguera (1919-1981) se exhiba en la Sala de la Biblioteca Central de Cantabria que lleva el nombre del editor Piti Cantalapiedra. Ambos pertenecen a una generación donde el hecho cultural forma parte del ADN, en la que cabe un particular concepto renacentista y además, en el caso concreto de estos creadores, una última acepción no siempre bien valorada: la de compartir activismo y agitación cultural. Como ya avanzó este periódico, la exposición se enmarca en el Centenario de Pereda de la Reguera y, a su vez, en el programa 'La cultura contraataca', impulsado por la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria. Una recuperación del perfil de Manuel Pereda de la Reguera, sí, pero sobre todo un itinerario documental (fotografias, escritos, vitrinas con publicaciones...), que revela una personalidad poliédrica, un creador que lo mismo fue el artífice de la reforma y decoración escultórica de la Puerta del Perdón de Santo Toribio de Liébana como ejerció de historiador con estudios tan singulares como 'Cantabria raíz de España', entre otras muchas publicaciones, además de novelista y polémico agitador cultural.

La conclusión es obvia: estamos ante «Una figura indispensable de la cultura cántabra de la posguerra». Hace unos meses se cumplía el Centenario del nacimiento de Pereda de la Reguera, escritor, escultor y hombre público, al que la muestra retrata y refleja en todas sus facetas. Especialmente como historiador de Cantabria, de los artistas y artífices que hicieron posible el rico patrimonio histórico artístico de esta Comunidad, así como de sus orígenes y su papel en la Historia de España y del castellano. En su citado libro 'Cantabria, raíz de España', que sitúa en Liébana el principio de la Reconquista, y en tierras cántabras, siguiendo a Ramón Menéndez Pidal, la cuna de la lengua castellana, cristaliza buena parte de sus investigaciones anteriores, especialmente las recogidas en su libro 'Liébana y Picos de Europa', que «ofrece algunas de las razones que sustentan nuestra autonomía». Acercar su figura a las generaciones actuales es el objetivo de una exposición que aborda desde la innovación inherente a una personalidad que registró más de 40 patentes de inventos, a su vinculación con otros históricos nombres inquietos como Vital Alsar y Eulalio Ferrer.

Creador poliédrico, además de amante y estudioso de su tierra, apasionado e inquieto, patriarca de una familia de artistas-sus hijas, la periodista y escritora Rosa Pereda y la artista y diseñadora María José Pereda, y sus nietos, el cantante y actor Jimmy Barnatán y el artista y diseñador Manuel Ángel Pereda-, estuvo al frente del Ateneo de Santander entre 1975 y 1981, en una de las etapas que se recuerda como más activa de esta institución cultural. Tertuliano, frecuentó los ambientes literarios. como el Café Gijón cuando iba a Madrid, y era un habitual de la histórica cafetería santanderina La Austríaca de Puertochico. Escribió novelas, poemas, relatos, obras de teatro, además de ensayos. En su prolífica y plural diversidad creativa cabe mencionar incluso la autoría de una zarzuela.

El estudio del patrimonio histórico artístico llevó a Pereda de la Reguera a preocuparse por su defensa. A su iniciativa se deben leyes como la que creó la categoría de Monumentos Regionales y Locales, y legisló su protección.

Imagen principal - Pereda de la Reguera, la agitación creativa de la cultura
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Como escultor se desempeñó en dos vertientes, la escultura pública, ya mencionada, y la de estudio. De esta se reúnen una docena de esculturas casi todas abstractas procedentes de la colección del artista. Pereda de la Reguera fue un personaje polémico y muy activo en todos los aspectos de la vida cultural de su época. Durante su renovadora presidencia del Ateneo, se instituyeron los premios Eulalio Ferrer de novela y Miguel Angel Argumosa de poesía, y comenzaron a otorgarse las distinciones de Montañeses del año.

Su actividad, que fue reconocida académicamente desde muy temprano, le llevó además a una intervención pública continua, desde la prensa y desde las instituciones. Las comisarias de esta cita son precisamente sus hijas. El diseño y dirección del montaje, y del catálogo, ha corrido a cargo de la museógrafa María Teresa Alvarez Traseira. Y los autores de los textos del catálogo son, ademas de las propias comisarias, José Ramón Sáiz, Mario Crespo y Gabriel Rodríguez que abordan el retrato del historiador de Cantabria, su actividad en el Ateneo y en el Centro de Estudios Montañeses, y su labor como escultor, respectivamente.

Este recorrido en torno al fundador del grupo MAS de artistas, supone «recuperar para la memoria colectiva la obra de un personaje que quiso mucho a Cantabria, que dedicó su vida a estudiar esta tierra y que además tenía otras muchas facetas y ha dejado huella en toda la Comunidad».

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