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El género de la 'literatura de cordel', fomentado y difundido a lo largo de más de 500 años en España y la «humilde eficacia del papel impreso» se aúnan tras 'Historias para contar y cantar: la vida en papeles'. Bajo este epígrafe, la Universidad ... de Cantabria, en colaboración con la Fundación Joaquín Díaz, sumará una nueva cita en primavera a su calendario expositivo -primera bajo el nuevo rectorado- fundamentada en una premisa: el tiempo ha demostrado que hay muchas clases de historia. Cien de esas «historias de la historia, con sus símbolos y emblemas, con sus himnos y alardes, con sus glorias y bajezas cotidianas» constituyen el foco de la muestra.
La propuesta con la Fundación Joaquín Díaz se inaugurará el próximo mes de abril y permanecerá abierta hasta el 15 de junio. Mientras, puede visitarse la exposición permanente que alberga el Paraninfo de la UC desde el pasado año, 'La construcción del conocimiento en la época de la ilustración: la mirada científica de Tadeus Haenke', prevista hasta el día 15 de este mes, además de los diferentes talleres didácticos para centros escolares y visitas guiadas, así como la oferta de exposiciones virtuales.
El citado género «contribuyó a impulsar la creatividad artística y amplió el campo de la interpretación musical gracias a los socorridos contrafacta utilizados por los ciegos cantores que multiplicaron la difusión de las canciones populares».
La reflexión e identidad de la exposición que exhibirá la UC apunta que la denominada «historia real» -esa que se supone describía objetivamente los hechos sucedidos- solo se comprende si va acompañda de otras esenciales: «De una historia poética, de la historia legendaria, de la historia soñada, de la historia social, de la historia de las creencias, de la historia de los individuos que protagonizaron actos heroicos o de los relatos -ciertos o no- de personajes a quienes el pueblo admiró y protegió en su memoria y en sus cánticos. Muy lejos de la sofisticación de los medios de comunicación actuales, se transmitieron «lo que hoy se llamarían 'fake news' o noticias falsas, no porque hubiese un interés especial en mentir sino porque su intención real era la de despertar la imaginación de su audiencia y jugar con ella».
Personajes, parejas célebres, sucesos, costumbres y creencias, la salud, diversiones guerras y conflictos, castigos ejemplares, las 'actualidades', milagros y sucesos sobrenaturales, pronósticos y almanaques son los temas y territorios que quedarán reflejados en la muestra. La literatura de cordel sirvió siempre de excusa para comunicar noticias y relaciones.
Los antiguos, al tratar de justificar con historias sus más remotos orígenes -fuesen o no legendarios-se encontraron con un problema que trataron de solventar creando distintas categorías en las que pudiesen caber la realidad y la fantasía. Según recuerda el contexto de este proyecto, Aristóteles en su Poética escribía: «La distinción entre el historiador y el poeta no consiste en que uno escriba en prosa y el otro en verso; se podrá trasladar al verso la obra de Herodoto y seguiría siendo una clase de historia. La diferencia estriba en que uno relata lo que ha sucedido, y el otro lo que podría haber acontecido». Aleluyas, estampas, pliegos, abanicos y libros de papel de fumar ya se recopilaron en una muestra anterior de la Fundación sobre esa historia real, poética y soñada que no está en los libros de texto y que por encargo se condensaban en apenas dos versos, en los 'tuits' de los siglos XVIII, XIX e inicios del XX para conocimiento ciudadano.
'Historias de la historia' que el musicólogo y etnógrafo Joaquín Díaz seleccionó de entre los miles de estampas, libros y objetos de gran valor cultural y que atesora en la colección que comparte con Jesús Martínez-Leis.
Las relaciones de sucesos destacados, la historia cotidiana, la 'gran historia', «las falsificaciones y mentiras, la crítica y el comentario o la opinión partidista «tienen cabida presentados en forma de pliegos, aleluyas, abanicos, estampas, recortables y grabados que se podían comprar a la entrada de los mercados y calles más conocidas pero también en despachos al uso». Al contenido de la diversidad de papeles se fueron integrando sin dificultad diferentes géneros en que se desarrollan los temas épicos y líricos: «Las canciones, los trovos glosados, el romance octosilábico y asonantado pero siempre 'nuevo', las décimas, las jácaras, los tangos, los gozos -tanto los de tono espiritual como los compuestos a lo profano-, las jotas, las redondillas glosadas, los pregones, los chistes, los disparates, las bromas y todo lo representable, desde aquello que podía 'echarse' en el reducido ámbito de un cuarto de estar, como un sainete, a lo que precisaba de una tramoya y unos actores, como una tragedia».
Los pliegos de cordel, precedente de los modernos comics, surgen en el siglo XV tras la creación de la imprenta. Se llamaban de cordel porque para mostrarlos y venderlos se colgaban de una cuerda. Joaquín Díaz, a propósito de esa tradición, destaca cómo algunos de los papeles siquiera se acompañan de texto de forma que lo escrito y lo oral se conjugan, y «la lectura de la imagen produce la lectura del texto».
'Pliegos, Aleluyas, Abanicos, Naipes, Estampas, Galerías de argumentos, Libros de papel de fumar, Periódicos, Partituras, Programas, Recortables (soldados, teatro), Revistas, Grabados (batallas, personajes) y Almanaques y calendarios'.
Joaquín Díaz apunta que ese papel estuvo presente en las vidas de muchas personas con más frecuencia que el otro -el encuadernado y bendecido por los sabios- ya que su liviandad, su carácter fungible o la temporalidad de su contenido no menoscabaron en absoluto su belleza o su interés como objeto coleccionable y funcional».
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