

Secciones
Servicios
Destacamos
Dos aportaciones clave subyacen en la nueva muestra en torno al santanderino José de Madrazo: «Un examen de su técnica y erudición» y, por ... otro lado, una reflexión sobre «un periodo de profundas transformaciones históricas y artísticas». Bajo el epígrafe 'Cambio de forma: Mito y metamorfosis en los dibujos romanos de José de Madrazo', el Museo del Prado comparte expositivamente, desde ayer y hasta junio, la nueva entrega de la línea de trabajo de investigación iniciada con 'Juramentos de papel', de la que ya se hizo eco El Diario, y que profundiza en el estudio y revisión del Fondo Daza-Madrazo, adquirido por la pinacoteca en 2006.
La sala 60 del edificio Villanueva acoge hasta el próximo 22 de junio esta reflexión sobre un periodo de profundas transformaciones históricas y artísticas. Una cita enmarcada en los años en los que mientras Goya retrataba la crudeza de la guerra y Napoleón reconfiguraba Europa, Madrazo, desde su exilio en Roma, exploraba los mitos clásicos «como un espejo de su tiempo y de su propia capacidad para reinventarse». En este nuevo acercamiento a la huella de José de Madrazo y Agudo (Santander, 22 de abril de 1781-Madrid, 8 de mayo de 1859) se ha reunido un conjunto excepcional de dibujos y retratos que exploran la fascinación del pintor santanderino, primer director artista de la institución, «por las metamorfosis mitológicas, un tema que le permitió reflexionar sobre la transformación, tanto en el arte como en la vida».
La propuesta de la exposición pone el foco en un momento crucial de la historia europea, los años finales de la expansión del imperio napoleónico, en los que Madrazo, como tantos otros artistas, vivió un difícil equilibrio entre la tradición y la modernidad. En este contexto de revoluciones e imperios, Madrazo desarrolló una obra que dialoga con los grandes maestros del pasado, como Rafael o Mengs, pero también con las inquietudes de su tiempo o con referentes artísticos contemporáneos. «El escenario de Roma, donde coincidió con Carlos IV y su corte en el exilio, fue clave para la creación de los dibujos» que ahora se presentan.
El núcleo de la exposición se organiza en torno a dos grupos de obras que plantean interrogantes sobre su destino original. Por un lado, ensayos de argumentos destinados, al menos uno, a ser grabados, y, por otro, composiciones en forma de medios puntos que podrían haber sido diseñadas para decorar espacios específicos, como las estancias del palacio en el que residió Carlos IV en el convento de San Alejo, en el Aventino. Estas obras, vinculadas iconográficamente por temas como la disputa entre Apolo y Cupido, revelan la capacidad de Madrazo para reinterpretar los mitos desde una perspectiva personal y erudita.
La muestra también incluye un significativo ejemplo de cómo Madrazo incorporó la mitología en sus retratos. Se trata del retrato de Josefa Tudó, amante y luego esposa de Manuel Godoy, junto a sus hijos, representados como Afrodita, Eros y Anteros, adorando un busto del que fuera ministro de Carlos IV. Esta obra, cargada de simbolismo, «combina la exaltación de unos lazos familiares no normativos con una iconografía mitológica que subraya la complejidad de su contexto».
Además, la muestra ofrece una reflexión sobre la representación del propio Madrazo a través de su enigmática silueta negra, su retrato litográfico y su fotografía. Estas imágenes, realizadas en tres momentos biográficos distintos, revelan su permanente interés por las tecnologías emergentes y su espíritu experimental, convirtiendo su propia figura en un campo de investigación artística.
Con 'Cambio de forma', el Museo del Prado no solo propone un examen de la técnica y la erudición de José de Madrazo, sino que también invita a reflexionar sobre un periodo de profundas transformaciones históricas y artísticas. En los años en los que Goya retrataba la crudeza de la guerra y Napoleón reconfiguraba Europa, Madrazo, desde su exilio en Roma, exploraba los mitos clásicos como un espejo de su tiempo y de su propia capacidad para reinventarse.
El fondo Daza-Madrazo, adquirido por el Museo del Prado en 2006, es una herramienta fundamental para el estudio de la práctica dibujística de Madrazo. La entrega anterior, desde finales de 2024 al pasado día 2, 'Juramentos de papel. El pacto ciudadano en los dibujos de José de Madrazo', constituyó una «oportunidad única para acercarse a la evolución ideológica del artista a través de una cuidada selección de dibujo». Desde sus estudios anatómicos, reflejo de su pasión por la estatuaria clásica, hasta las composiciones preparatorias para sus grandes lienzos, las obras constituyen una guía reveladora del «proceso creativo del artista y también de su versatilidad ideológica, capaz de amoldarse a mensajes aparentemente contradictorios». El pintor y grabador neoclásico, del que parte una famosa dinastía de artistas, de Federico Madrazo, a Mariano Fortuny y Madrazo, empleó su arte «para plasmar las tensiones y debates de una nación en plena transformación».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.