«La prensa en España ha sido derrotada por los poderes políticos y económicos»

-¿Qué le impulsó a escribir 'El director'?

-Los periodistas nos dedicamos a vigilar, juzgar y criticar a políticos, empresarios, deportistas, cocineros... a toda la sociedad. En cambio, lo que no habíamos hecho hasta ahora era investigarnos a nosotros mismos y denunciar lo que va mal en nuestro oficio. 'El director' intenta romper la ley del silencio y desvelar cómo es el periodismo por dentro, sus luchas, triunfos, miserias, la corrupción y el lado oscuro.

-¿Y lo ha contado todo o quedan cosas por contar?

-Siempre quedan cosas por contar. El libro ha sorprendido por lo mucho que cuenta y ha llamado la atención porque se habla de las personas más poderosas del país y se cuenta qué hacen con nombre y apellido. Pero cuando uno escribe un libro siempre hay cosas que no cuentas por dos razones: porque no lo puedes demostrar o para evitar daños colaterales y no perjudicar a gente que no se lo merece. Pero quien sabe... viendo que el libro va por la quinta edición y ha sido un éxito igual tengo que hacer una secuela.

-Aváncenos un poco... ¿cómo son las relaciones entre los poderes económicos y políticos y los medios de comunicación?

-En todo el mundo el poder económico y político trata de controlar a la prensa. Lo que ocurre en España es que en los últimos años la prensa ha sido derrotada en gran parte por esos poderes. Son muy pocos los espacios de absoluta libertad a pesar de la democracia. Hay una relación incestuosa entre la prensa y el poder económico y político que se basa sobre todo en acuerdos y pactos secretos. A cambio de que nos den más dinero del que nos corresponde, nosotros callamos sus vergüenzas. El problema es cuando la prensa en vez de vigilar se convierte en parte del sistema. Los lectores, oyentes y espectadores esperan que nosotros estemos de su lado y no apoyando a otros intereses económicos o políticos. Aquí es donde hemos fallado. 'El director' desnuda una verdad incómoda sobre los periodistas que desvelamos esas verdades incómodas.

-¿Qué va a pasar en los próximos años?

-Es fundamental que la prensa se aleje del poder y vuelva a estar del lado de la sociedad porque sino nunca recuperaremos la credibilidad perdida. Tenemos que ser más valientes y aceptar las consecuencias negativas de denunciar estas verdades incómodas. Yo sabía que en el mundo de los medios de comunicación iba a tener dificultades para desarrollarme profesionalmente, pero decidí que la verdad del libro tenía que ser conocida. Eso es el periodismo, tomar decisiones a sabiendas de que te van a perjudicar.

-Habrá recibido todo tipo de llamadas...

-El libro ha generado polémica. A 'El director' se le quiere o se le odia. Es normal, cuando escribí el libro no esperaba flores ni bombones... Si hubiera querido un oficio en el que todo el mundo te quiere y te da palmaditas, hubiera sido panadero. La realidad es que el periodismo es un oficio difícil que enfada a la gente y la esencia del periodismo es ser lo suficientemente honesto y franco como para enfadar a la gente y aceptar sus consecuencias.

-¿Cómo ve hoy el mundo del periodismo?

-'El director' está dedicado desde sus primeras páginas a los futuros periodistas y la razón es que en mi generación y la que está por encima, es difícil una regeneración y nos van a tener que empujar los jóvenes. Ellos son los que tienen que cambiar algunos vicios y ataduras. Pero también veo esperanza en un mundo de nuevos medios, podcast y proyectos digitales. En los próximos años habrá proyectos que nos van a sorprender y pondrán en un serio aprieto a alguno de los medios tradicionales.

-¿Usted es de lo que piensan que el papel morirá?

-Cuando llegué a la dirección de El Mundo algunos compañeros de la redacción me dijeron 'has venido a matar el papel'. Y yo contestaba que era al revés. Empecé en el papel, he sido corresponsal de guerra y soy lo suficientemente mayor como para haber dictado a las secretarias de redacción mis crónicas. La realidad es que ni los directores ni los directivos vamos a decidirlo. Son los lectores los que dirán dónde quieren consumir la información y a día de hoy es en su móvil. Hay que darles calidad en el móvil sin olvidar otros soportes. El objetivo de un medio debe ser dar la mayor calidad, rigor y contar la verdad en todos los soportes.

-¿Y qué opina del periodismo ciudadano?

-Hoy cualquiera que hace una fotografía y la cuelga en Instagram se cree fotógrafo profesional; cualquiera que coloca un vídeo en Youtube se cree un cineasta y cualquiera que pone un tuit se cree periodista. Está bien que los ciudadanos aporten información pero al final se necesita un profesional que sepa distinguir lo superficial de lo relevante, que haya aprendido el oficio de separar la propaganda de la información.

-¿Internet vino para ayudar?

-Los periodistas somos muy resistentes al cambio y cuando llegó internet, en vez de verlo como una oportunidad lo vimos como amenaza. Fue una llamada a la guerra contra la tecnología y fue un error porque podíamos haber aprovechado las cosas buenas de internet.

-¿Seguirá escribiendo sobre corrupción, acuerdos secretos...?

-Llevo en la sangre el periodismo y quiero descubrir cosas y contárselas a la gente. Empecé en el periodismo porque es un oficio para mejorar la vida de la gente.