![«Al público de ahora hay que hacerle reír en 30 segundos porque si no desconecta»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/12/07/100496793-kXqG--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Risas, reflexiones, la vida misma... pero con más humor y sarcasmo. El humorista Goyo Jiménez (Melilla, 1970) regresa hoy al Palacio de Festivales con su espectáculo 'Misery Class'. Una doble cita -habrá dos funciones una a las 19.00 horas y la otra a las ... 21.30 horas, en la que compartirá con el público los asuntos de actualidad que más le preocupan.
-Dice que en 'Misery Class', el espectáculo se presenta por primera al vez ante el público como persona y no como personaje.
-Sí porque forma parte más de lo que está en mi cabeza que lo que creo que se espera de mí. Normalmente la gente espera chistes de americanos o de otros temas de ficción y en este show hablo de cómo está el mundo y como lo veo yo.
-¿Y qué tipo de persona es?
-La peor... (ríe)
-No lo creo
-Soy una persona que, como todas las de mi generación, estoy con un pie en lo analógico y con el otro en la Inteligencia Artificial. Con un pie en una forma de entender la sociedad más pausada y con el otro en este frenesí en el que nos están metiendo. Intento hacer equilibrios en esta especie de locura en la que vivimos en el que no hay un día sin un 'supermegaescándalo' y en la que todo el mundo quiere defender su chiringuito.
-¿Le ha costado mucho mostrar su lado más personal?
-Sí. No lo voy a negar. Dar tu propia visión del mundo siempre es un riesgo porque no tiene por qué interesarle a nadie y estaría en su derecho. Pero también es cierto que yo trabajo desde la honestidad, aunque mi idea, que quede claro, es no imponer nada. Me limitó a hacer lo que hacemos siempre los humoristas que es que nos damos cuenta de qué muchas de las cosas que nos ocurren son ridículas y que estamos haciendo el tonto en muchos sentidos.
-Hablaba de los cambios que ha vivido desde lo analógico hasta la Inteligencia Artificial. ¿También ha habido muchos cambios el mundo del monologo?
-En mi caso los monólogos son muy distintos porque lógicamente yo también he cambiado y soy otra persona. Si miro los monólogos que escribí hace 20 años eran mucho más esquemáticos que los de ahora. Estábamos en el jurásico de este tipo de shows. Ahora son otra cosa. Si a los 30 segundos no has conmovido a la gente o no la has hecho reír desconecta. Los mejores momentos del espectáculo siempre son cuando ya has alcanzado el punto de atención o interés del público y ya no hace falta que vayas corriendo y eso es lo bonito porque es cuando te das cuenta de que estás gustando.
-¿Qué tiene que ver King África con 'Misery Class'?
-(Ríe). Pues una anécdota muy divertida que me pasó en un avión. A mí que me habían pagado el billete porque iba a presentar una gala me habían puesto en business class y cuando lo ví en el aeropuerto dí por hecho que a él también y cuando se lo pregunté porque ví que no se sentaba conmigo me dijo que no, que es que él viajaba 'misery class' y me pareció una definición maravillosa.
-Seguro que desde entonces estaba deseando incluirla en alguno de sus monólogos.
-Así es, pero es que me pareció perfecto para definir el mundo en el que vivimos. Un mundo de gente rica y de otra que no lo es. Y las noticias nos lo demuestran Hay un 1% de personas que tienen la mayor parte de la riqueza del planeta. La diferencia que hay entre una persona de clase baja en occidente y otra de una sociedad menos desarrollada es menor de la que hay entre una persona rica y otra que no lo es en occidente. Son diferencias abismales. Nos hemos cargado la calidad de vida de la gente y un 'modum vivendi' en el que se estaba bien y nos lo hemos cargado para que unos pocos tengan más pasta que el resto. Las cosas como son.
-¿Qué proceso sigue para escribir sus monólogos?
-La diferencia entre escribir un monólogo y otro tipo de guion u otro tipo de literatura es que no es un trabajo de mesa. Yo voy tomando notas porque lo que sí sé es de lo que quiero hablar que suelen ser de los que para mí son grandes temas: el odio, el amor, la ambición, la frustración... Genero un tablero con esas notas y luego voy viendo donde encajan mejor y cuando ya lo tengo es cuando me siento a escribir. Un espectáculo de este tipo tiene que ser como un cohete de fuegos artificiales y tienes que construir una dramaturgia que vaya a más y crezca hasta que explote. Luego es un proceso muy raro porque tienes que ir al escenario y probar que sobre el papel se sostiene todo, pero después ante el público hay cosas que no funcionan y cosas que te parecen chorradas y que le encantan. Así que es un proceso en el que voy de la mesa al escenario y del escenario a la mesa.
-¿De qué se ríe Goyo Jiménez?
-Cada vez de menos cosas. Lo reconozco. No sé si es porque me estoy haciendo mayor. A mí me hacen gracia las cosas en las que mi cerebro tiene que hacer una sucesión de ideas y una secuencia y cada vez hay menos de esas. Claro que como todo el mundo me río con los memes de gatitos pero también me parece que el humor tiende a ser más básico y que estamos volviendo hacia atrás, pero bueno, los gustos mandan.
-¿No le parece que ahora en una gran parte de los espectáculos de humor se sube a alguien del público al escenario para que sea este el que haga la gracia?
-No me gusta generalizar con esto porque no deja de ser un tipo comedia y yo valoro mucho el trabajo que hacen mis compañeros. Otra cosa es lo que me gusta como espectador. Lo bonito de este trabajo es que es una democracia pura porque al final el espectador es el que elige lo que quiere ver y aunque luego sea lo que más aparezca en las redes sociales no solo se hace esto. Es como si dijéramos que la tele es solo 'Gran Hermano'. Es cierto que ese tipo de shows hacen más ruido, pero vivimos una época en la que hay una variedad infinita de monológos y ojo que ese tipo de comedia, que se llama crowd work, hay que saber hacerla. Es muy complicada porque cuando juegas a improvisar tienes que saber salir muy bien del paso.
-Regresa a Santander y al Palacio de Festivales, ¿qué opinión tiene del público?
-Llevo mucho tiempo sin ir. Justo al acabar la pandemia. Y tengo ganas porque me encanta el Norte. Mi mujer es asturiana y me encanta ir allí y a Cantabria.
-¿Tiene nuevos proyectos en mente?
-Si no se tuercen la cosas voy a hacer un programa en televisión. Estamos ahora en plena negociación y además estoy con un par de guiones de cine que, de momento me han comprado los derechos. Sigo en la radio y cuando acabe este gira volveré a hacer teatro en Madrid. Así que aburrirme no me aburro.
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