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Pulso bajo la alarma

Pulso bajo la alarma

EXTRACTOS DE UN CONFINAMIENTO ·

Domingo, 5 de abril 2020, 07:33

Domingo, 29 de marzo

Nuevas medidas que restringen la actividad colectiva. Ésta queda reducida a lo esencial. El concepto dice que estamos ante una realidad tan simplificada que solo puede describirse mediante su esencia. Nos hacemos aristotélicos sin saberlo.

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Evoluciona la luz con el día. Ahora, la tarde adopta un tono dorado. Sobre el cielo un águila. Su estampa se adueña majestuosa del aire y del espacio. Una imagen inédita que refleja cómo la civilización se confina mientras la Naturaleza recupera lo perdido ante el Antropoceno.

Lunes, 30 de marzo

No sé qué es peor: si la intensidad azulada del cielo días atrás o esta pastosidad varsoviana que pesa con gravedad soviética. Artículo de Javier Solana en El País que me recuerda el abrazo de hace unas semanas en Sant Cugat. Escrito desde el hospital, donde lucha contra el Covid-19, concluye que nos jugamos mucho «colectivamente, algunos también a título personal. Hoy por hoy tenemos pocas certezas sobre cómo será el mundo tras la pandemia, excepto que se erigirá sobre las palabras y los actos por los que optemos en estos instantes críticos».

Martes, 31 de marzo

Lluvia y frío, que transmiten tristeza a unos días de oscuridad y pena. Impotencia colectiva. El gobierno desbordado. Se reducen las opciones que contengan la hemorragia de serenidad que se palpa en las redes. Ojalá que no se traduzca en ira organizada a la búsqueda de culpables. El ejemplo húngaro es terrible. Orban ha logrado plenos poderes 'sine die'.

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Hoy necesito refugiarme en la poesía. Cuelgo en Instagram un poema de Josep M. Rodríguez. «En lo alto/un avión traza su estela,/dibuja su destino/ igual que el mar,/cuya estela es la espuma de la playa,/el reverso/de esa línea que es el horizonte./Yo contemplo mi sombra:/de noche se hace eterna y cubre el mundo».

Miércoles, 1 de abril

Más poesía. «Abril es el mes más cruel: engendra/lilas de la tierra muerta, mezcla/recuerdos y anhelos, despierta/inertes raíces con lluvias primaverales». Pienso en estos versos de Eliot que hoy caen a plomo. Por fin, el sol muestra su rostro, aunque tímido y bajo una atmósfera invernal que ha traído nieve a la Sierra. Momentos crueles. La cifra de enfermos supera los 100.000 y nos acercamos, en una triste competición, a Italia. Habrá que prepararse para cuando le sobrepasemos. Cifras crueles aquí, allí, en todas partes. Se acumulan y eso desbarata la eficacia material de la respuesta. Nadie en su sano juicio podría culpar a nadie. Pero no es así. Me asomo a chats que son bucles en los que se percibe esa ira colectiva que se organiza para el día después de la pandemia. Se palpa la amenaza que describe Michiko Kakutani en 'La muerte de la verdad'.

Jueves, 2 de abril

No sé qué fiabilidad tiene el dato pero me hace creer que algo cambia para mejor. Mi mesa de trabajo da a la calle Princesa y desde ayer se oyen menos sirenas. Puede parecer absurdo aferrarse a un dato que nace de lo que escucho directamente mientras escribo el libro, pero es como un tablón al que me aferro después de conocer las cifras de desempleo del mes pasado y los números que nos arroja la pandemia a la cara.

Viernes, 3 de abril

¿Otro día más o menos? Creo que 'más' porque no sabemos la fecha de la que restarlos. Se habla de alargar el Estado de Alarma hasta finales de mes. ¿Soportará el país esta hibernación? Ayer hablábamos en RNE de unos nuevos pactos de la Moncloa siguiendo a Juliana en La Vanguardia. Hoy, lo comenta Estefanía en El País. Ojalá, aunque conozco personalmente a todos los potenciales protagonistas. Quiero creer que el dolor de estos días habrá cincelado en ellos la madurez necesaria.

Revelador el informe de Google sobre geolocalización. Desde el 8 de marzo ha descendido en España un 94 por 100 nuestra movilidad asociada al entretenimiento; un 76 por 100 al comercio; un 89 por 100 a los parques; un 88 por 100 a los estaciones de transporte; y un 64 por 100 al trabajo. Sorprendentemente, aumenta un 22 por 100 a las segundas residencias. Evidencias del Ciberleviatán.

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Me olvido en estos versos de Abraham Grajera: «El olor a naranja en las gotas de frío,/bajo el sol de invierno./El sabor de la tierra al levantarme».

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