El pulso de Javier Gutiérrez y Luis Bermejo revisa las miserias humanas en 'El traje'

Chus Samperio y Javier Uriarte adaptan el clásico en 'Cyrano, una historia de narices'. Sobre el escenario estarán, además, José Carlos González y Fernando Rebanal para contar la historia de Cyrano, seductor, noble y con una descomunal nariz que marca su vida y su relación con los demás.

Cyrano, bravucón, seductor y noble, vive enamorado de su prima Roxana, de quien no se cree merecedor de su amor, debido a su descomunal nariz, que marca su vida y su relación con los demás. Incapaz de declararle su amor, cuando descubre que Roxana está enamorada de Cristián, apuesto cadete a las órdenes del propio Cyrano, decide ayudarle a conquistarla mediante cartas de amor.

Con numerosas interpretaciones de su vida y obra, la versión que más ha trascendido data de 1987, en un drama heroíco compuesto por Edmon Rostand.

Ya el viernes y el sábado, representación de 'El traje', con texto y dirección de Juan Cavestany, protagonizada por los actores Javier Gutiérrez y Luis Bermejo , cuenta una historia que parte del primer día de rebajas en unos grandes almacenes de la capital. 'El traje' está considerada una comedia de tono realista y atroz, en la que se muestra cómo la voracidad del sistema convierte a los ciudadanos en depredadores.

Como explica Cavestany, 'El traje' es una comedia que pusieron en pie hace ya más de diez años. «Entonces estábamos todavía padeciendo muy de cerca los efectos de la crisis de 2008 y los casos de corrupción nos escandalizaban a diario. Javier, Luis y yo necesitábamos sacudirnos esa suciedad a base de humor negro. Hoy no sabemos si todo aquello ya pasó, se transformó o simplemente nos hemos anestesiado».

Los personajes de la obra «de algún modo han seguido vivos», querían volver a ese sótano a negociar su posible salvación con ellos mismos y sus fantasmas. «Así que volvemos con este montaje que aparentemente es sobre un traje, que habla de los anhelos y miserias humanas, algunas congénitas, otros implantados o heredadas a nuestro pesar» y que se propone llevar al espectador por una especie de túnel del terror y la risa «de la mano de dos gigantes de la simulación, la verdad y la máscara». En el epicentro, la corrupción política y la corrupción del alma, de la soledad y de un momento, el actual, en el que quizá estemos a tiempo de cambiar todo eso».

Los dos personajes mantienen un pulso intelectual y físico lleno de «tensión, crudeza, suspense y humor delirante». La venta anticipada de entradas para las dos funciones previstas se ha agotado hace días.