Las raíces fotográficas de María Gorbeña recalan en el CDIS

Esos años ochenta en los que María Gorbeña consolida una mirada personal que luego se reflejaría en una trayectoria de fotografía con su plena personalidad visual y paralela a su vida profesional. La muestra se enmarca en la programación de la temporada del CDIS, que dirige Manuela Alonso, y en ese apartado de exposiciones temporales destinadas a recobrar los inicios y periodos creativos inéditos de fotógrafos de la comunidad.

El ambiente privado, las casas familiares, el descubrimiento de la importancia de adquirir una comprensión del mundo a través de la fotografía son factores implícitos en la génesis de las imágenes que se exhibirán en el Centro. Gorbeña (Santander, 1947) estudió fotografía en varios talleres y encuentros con fotógrafos como Jorge Fernández, además de la docencia ligada al Aula de Fotografía de la Universidad de Cantabria, caso de Tony Catany, Koldo Chamorro, Humberto Rivas, Daniel Canogar y Carlos Cánovas. Fotógrafa de interiorismo, ha trabajado regularmente durante más de dos décadas en la revista 'Nuevo Estilo' y otras publicaciones del sector en el ámbito de la decoración. Aunque con cierta distancia pero sin dejar nunca de ahondar en una mirada personal, desde los noventa se han sucedido sus exposiciones colectivas e individuales. Una manera de mirar y sentir el entorno, un lenguaje para adentrarse en la realidad, una forma también de relacionarse, además de lo profesional, constituyen los fundamentos en los que se ha forjado la creación de Gorbeña.

Sus series de fotografías, siempre en blanco y negro, han sido objeto de atención desde La Caverna de la Luz a ZOOM, de los espacios portuarios al extinto Festival Foconorte, pasando por la Fundación Caja Cantabria. En 1999 destacó su proyecto 'Piel de roca' que la fotógrafa santanderina exhibió en espacios como el Palacio de Sobrellano de Comillas. Imágenes tomadas en diferentes espacios costeros y después montadas en cajas de luz, sumamente cuidadas en el plano técnico y llenas de evocaciones en el plano emocional.

En 1995 realizó su primera individual ('Luces en silencio') en el Casyc, y un año después en la Galería EFTI de Madrid y en otros espacios culturales de Cantabria.

El Círculo de Recreo de Torrelavega y la Casa de Cultura de Cabezón de la Sal en 199, entre otras comparecencias individuales, dieron paso a 'Apuntes' y 'Tallos verdes' en la Galería Didáctica de San Vicente de la Barquera en 1998.

Entre las citas colectivas, cabe señalar su participación en 'Límites' y en 'Paisajes de agua' en el Palacete. La naturaleza, el paso del tiempo y los paisajes marítimos han dominado buena parte de su mirada.

Juegos de luz y reflejos, espacios que invitan a ser recorridos o detenerse ante ellos con una mirada contemplativa, o el tiempo en suspenso, atraviesan sus creaciones más personales.