La otra rehabilitación del MAS

A pesar de la intensa actividad cultural, de que haya multitud de espacios y una regula demanda y afluencia de públicos, el presente, y supuestamente vigente, Plan Director de Cultura de Santander 2018-2023 ya identificó una serie de debilidades relativas a la necesidad de adaptar la administración municipal a las demandas culturales actuales, por un lado, y a la falta de alianzas permanentes con la sociedad civil y el sector privado, por el otro. El seguimiento y la evaluación del Plan Director de Cultura recae en el Consejo Municipal de Cultura de Santander que debía crear una comisión específica para este fin. Y se estipulaba que la citada comisión se reuniera dos veces al año. Sin embargo, la última vez que se reunió fue el 31 de julio de 2020 para valorar el grado de avance de los indicadores de la matriz de seguimiento. Curiosamente, según lo planificado, en este 2023, que ahora finiquita, debía abordarse una evaluación final del Plan Director con el fin de analizar su grado de ejecución.

El pasado mes de noviembre la Junta de Gobierno da el visto bueno al nombramiento de los nuevos vocales: Laura Cobo, Rosa Casuso, Jesús Herrán y Mara Ferreño, del ámbito de las artes plásticas, la interpretación, el mundo editorial y la música, respectivamente. El Ayuntamiento anunciaba la intención de convocar el Consejo Municipal de Cultura antes de finalice el año, una vez que se procedió a la renovación de vocales. Finalmente será el próximo martes, día 12, cuando se celebre la sesión ordinaria, al mediodía, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento. Además de los miembros natos del consejo, diez colectivos o entidades culturales y doce institucionales tienen representación en este organismo. La reapertura cercana del Museo de arte parece obviamente una cuestión presente en un organismo que tiene entre sus objetivos fomentar el espíritu de debate, diálogo y participación en los asuntos de la cultura de la ciudad. El orden del día contempla en principio la aprobación del acta de la sesión celebrada hace ya más de tres años y medio y abordar la nueva composición de los miembros de las mesas del consejo de la cultura.

El Plan Director fue el fruto de un proceso conjunto de consulta y trabajo que se desarrolló entre junio de 2014 y septiembre de 2017. Dos meses después aconteció el siniestro en el Museo de la calle Rubio. En la redacción final se especificó ya que, a causa del incendio y, por ende, de la consiguiente rehabilitación, el Ayuntamiento estaba obligado a diseñar un plan específico. Casi seis años y medio después las incógnitas prevalecen. Siempre, además, se subrayó la importancia de que el hoy Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria forme parte del proyecto de La Florida, un programa municipal específico para los espacios culturales de esta zona de la ciudad. De hecho entre las medidas operativas aprobadas en el Plan Director se recogen como acciones la nueva Biblioteca Municipal, una nueva sede para el CDIS y, tras la reforma del edificio centenario, la ampliación del MAS, además de la rehabilitación integral de la Biblioteca de Menéndez Pelayo. Hasta hoy no se ha revelado el proyecto inaugural del MAS (aunque existe una propuesta desde la dirección del Museo) ni cuál será el discurso y criterio de la futura muestra permanente.

Bajo la dirección técnica y científica de Salvador Carretero y con un equipo de coautores y colaboradores el MAS cuenta con un Proyecto Museológico y Museográfico, según recoge su página web. El «documento madre de trabajo» del MAS existe desde mediados de los noventa y se «trabaja, desarrolla y actualiza de acuerdo a los nuevos contextos». En sus más de 400 páginas, aborda todos los aspectos concernientes a la posición, plan director, arquitecturas, contenidos, colecciones, gestión, organigrama, presupuestos y servicios del museo. Fue aprobado por unanimidad en noviembre de 2019. En el último lustro el Museo ha mantenido una actividad expositiva en colaboración con la Fundación Caja Cantabria. La entidad bancaria custodia en las instalaciones del Casyc la mayor parte de los fondos que integran la Colección del MAS.

La Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de Cantabria fue una de las primeras entidades en celebrar que el Ayuntamiento cumpliera con una de las principales demandas del sector y que aparecía reflejada en el Plan Director : la creación de la Dirección General de Cultura, cargo asumido por Enrique Bolado, Eva Guillermina Fernández y, en el presente, Yolanda de Egoscozabal. Una figura destinada a mejorar la gestión municipal y la comunicación entre actores del sector. En 2019, poco antes del confinamiento, el colectivo de galeristas demandó el inicio de los trámites necesarios para dotar al Museo de una nueva dirección. Una medida que los galeristas consideraron un paso clave para desbloquear «esta inercia en la que ha entrado una institución que claramente ha perdido su rumbo desde hace tiempo».

Tras la puesta en marcha de la rehabilitación del Museo en el primer trimestre de 2022 se planteó la elaboración de un programa museológico construido para destacar fondos, artistas, movimientos y corrientes desde una perspectiva regional; trabajar con el valor histórico del territorio y resaltar los fondos que numerosas colecciones privadas atesoran en Cantabria. Los galeristas plantearon que el proyecto arquitectónico permitiera desarrollar una museografía acorde con ese planteamiento.

En 2014 se creó una comisión asesora para el MAS. El Ayuntamiento subrayó la importancia de que la gestión del museo se adaptara a las leyes de transparencia haciendo públicos sus objetivos y programas, y convertir el centro en un organismo capaz de realizar un riguroso trabajo de acompañamiento a los artistas de nuestro territorio.

El grupo II del Plan Director se reunió el 21 de febrero de 2017. Es en estas mesas de trabajo el lugar en el que se plantea por primera vez por parte de la Asociación de Galerías la «necesidad de convocar un concurso para cubrir la plaza de Director del Museo de Bellas Artes, que lleva años ocupada por la persona que sacó la plaza de conservador del Museo». Además se propuso al Ayuntamiento aprobar un documento de buenas prácticas para la gestión cultural.

Desde diversos sectores culturales, y del arte en particular, se formulan a menudo cuestiones críticas destinadas a mejorar la proyección y posibilidades de futuro, tras la reforma, a desarrollar por el nuevo Museo. Por ejemplo, un programa de proyectos que implique investigación y propuestas de exposiciones que supongan algo más que la mera exhibición de obras; o la necesidad de potenciar una mayor interacción e intercambio de producciones con instituciones paralelas de otras comunidades.

¿Está programada la convocatoria para cubrir la plaza de dirección? ¿Hay algún plan específico, ya elaborado, para afrontar una etapa en un contexto de ciudad cultural completamente diferente al que existía antes del incendio del Museo? ¿Contará el MAS en los próximos años con algún Patronato u organismo con funciones similares?, o bien ¿incluirá alguna comisión u órgano consultivo que apruebe y avale el calendario?

Tras el incendio, el director del Museo rechazó las peticiones de entrevista de este periódico. Dos años antes en declaraciones al DM dijo: «Un museo ha de refrescar su colección siempre, o lo que es lo mismo, ha de estar siempre en movimiento. Se ha actualizado la concepción museística combinándola con una línea expositiva más convencional y a la vez transgresora. El proyecto del MAS del siglo XXI está cimentado y definido».

'Simbolismo. Del otoño el destello amarillo y dulce' es la muestra actual impulsada por el MAS y la Fundación Caja Cantabria bajo dirección de Juan Muñiz y Salvador Carretero. Más de sesenta obras de artistas próximos al movimiento simbolista se exhiben en el Casyc hasta enero. Hace dos semanas, el museo presentó el segundo volumen de una edición dedicada a sus colecciones, 'MAScolecciones2021. Catálogo Sistemático'.