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Una reivindicación histórica y cultural

Una reivindicación histórica y cultural

La huella de Pereda de la Reguera recorre la muestra de la Biblioteca Central

Mario Crespo

Santander

Jueves, 27 de agosto 2020, 11:35

Durante estas semanas puede disfrutarse en la sala Piti Cantalapiedra de la Biblioteca Central de Cantabria la exposición sobre Manuel Pereda de la Reguera (1919-1981), pasado el centenario de su nacimiento. Comisariada por sus hijas, Rosa y María José Pereda de Castro y con diseño de María Teresa Álvarez Traseira, traza un amplio recorrido por las variadas actividades de quien fuera presidente del Ateneo de Santander, aunque, por ser estas tan distintas y numerosas, no puede plantearse más que una aproximación, como bien dicen las organizadoras en el esclarecedor texto inicial del catálogo, que se presenta hoy a las 19.30 horas en el Ateneo. Hay varias cuestiones que me suscita esta exposición y que confío que interesen también al lector.

1. Muchos son los temas que se insinúan, desde la defensa del patrimonio histórico hasta la adscripción política del homenajeado, desde su obra escultórica y literaria hasta su contexto histórico, desde sus reivindicaciones historiográficas hasta su participación en el devenir de varias instituciones culturales de la región. Son muchos los estímulos, pues, que encontrará el espectador atento en esta muestra que reúne materiales procedentes del Ateneo, el Centro de Estudios Montañeses, el CDIS, la Casona de Tudanca, el rico archivo familiar y otras colecciones particulares. La conjunción de todos estos fondos y la búsqueda paciente de materiales dan lugar a una aproximación a una biografía llena de realizaciones e intereses.

2. Se exponen algunos detalles referidos a la vida personal de Pereda de la Reguera, pero se ha puesto el énfasis, creo que con todo acierto, en sus realizaciones públicas. Su obra literaria, que cuenta con títulos creo que imprescindibles para el conocimiento de nuestra historia (como 'Cantabria raíz de España', 'Indianos de Cantabria' y 'Santander y su provincia'), se entiende en un contexto histórico y mira también hacia otros contemporáneos. Quiero decir que esa labor patrimonial e investigadora en la que tanto destaca es compartida por un amplio grupo de personas a las que es de justicia valorar, en este caso gracias a Pereda de la Reguera. Por ejemplo, su esfuerzo reivindicador del patrimonio encuentra apoyo y estímulo en instituciones como la Real Academia de la Historia o el CEM, y halla nombres propios cercanos, como Menéndez Pidal, Ignacio Aguilera, Esteban García Chico o el Padre Carballo. Son significativas, asimismo, las elogiosas reseñas que le escribieron Leopoldo Rodríguez Alcalde o Miguel Ángel García Guinea. Y son numerosas las cartas expuestas que demuestran la íntima relación de Pereda con escritores, investigadores o artistas del más variado espectro político, unidos por el amor a la cultura española y un patrimonio histórico compartido. La muestra sobre Pereda de la Reguera ilumina a otras personalidades cuya obra se desarrolló en buena parte durante el franquismo, lo que a su vez vuelve a plantear si no se será injusto cuando se consideran algunas décadas de nuestra historia como un erial cultural. Creo que resulta imprescindible recuperar documentalmente muchas memorias del siglo XX, como es en este caso Pereda de la Reguera.

El Ateneo organiza hoy una mesa redonda homenaje al escritor, historiador y escultor cántabro

3. En el paseo expositivo el visitante encontrará, entre otros materiales, una generosa selección de esculturas, esbozos y proyectos que Pereda de la Reguera realizó desde su juventud hasta el final de sus días. Acaso este trazado artístico sea uno de los descubrimientos más gratos de la exposición. Gabriel Rodríguez analiza esta producción y advierte en ella ciertas líneas continuas, como son «el sentido escenográfico, la atención a la estructura, la expresividad de la textura, el cuidado de las pátinas, la mezcla paradójica de volúmenes llenos y vacíos, el crecimiento, la verticalidad rota por pautas horizontales». Pereda de la Reguera forma parte de la historia artística de mediados del XX, como uno de los fundadores del 'Movimiento Artístico Santanderino' y la sala de arte Capitel y promotor de múltiples iniciativas artísticas, entre ellas el conjunto escultórico en torno al monasterio de Santo Toribio de Liébana o el homenaje a Vital Alsar.

4. El catálogo, espléndidamente editado, cuenta con textos de José Ramón Saiz, Gabriel Rodríguez y, además de una detallada reproducción de la mayoría de objetos expuestos, con una cuidada catalogación de los mismos. Siempre hemos defendido que en un evento expositivo como este resulta fundamental la edición de un catálogo que recoja la efeméride y cuantos materiales se hayan utilizado. Esta muestra sobre Manuel Pereda de la Reguera, delicadamente organizada a pesar de las dificultades por casi todos conocidas, puede abrir otra serie de exposiciones sobre otros defensores de nuestro patrimonio y, en todo caso, puede llamar la atención a los gestores culturales para tener en cuenta que la cultura no es un ente abstracto, sino que tiene una historia escrita con y por nombres propios.

Por cierto que entre los nombres propios que Rosa y María José Pereda de Castro recuerdan con emoción figuran dos personas desaparecidas, el cronista Benito Madariaga y Manuel Pereda de Castro, a quien dedican esta exposición que merece mi más sincera enhorabuena.

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